Hace 25 años que la izquierda no manda en la alcaldía de Madrid. El último regidor no conservador de la capital fue Juan Barranco, que ocupó la Casa de la Villa entre 1986 y 1989. Sin embargo, las encuestas reflejan desde 2013 un panorama diferente en el que el PP perdería la mayoría absoluta junto a un PSOE incapaz de capitalizar la caída de su principal adversario político. Aunque salvando todas las distancias, las últimas europeas también dibujaron en la capital un panorama de crisis del bipartidismo en el que destacó la irrupción de Podemos (logró 249.559 votos), fenómeno que limitó el fuerte crecimiento de IU, que dobló sus apoyos respecto a 2009.
Este hipotético cambio en la correlación de fuerzas es uno de los principales asideros a los que se agarran los partidos políticos de izquierda y movimientos sociales que el pasado sábado asistieron a la primera asamblea pública de Municipalia, un encuentro en el que se abordó la posibilidad de impulsar una plataforma electoral de cara a las próximas elecciones municipales en la capital, que tendrán lugar en mayo de 2015. El objetivo, coinciden varios participantes de esa reunión consultados por infoLibre, es "ganar Madrid" para "poner las instituciones municipales al servicio de la gente". Y la sensación generalizada es la de que el momento es ahora.
Entre los asistentes al encuentro hubo representantes de movimientos sociales y vecinales, afectados por las hipotecas, miembros de las mareas, políticos como Jorge García Castaño, concejal de IU en el Ayuntamiento de Madrid; Inés Sabanés, coportavoz en Madrid de Equo; y miembros de Podemos como Juan Carlos Monedero y otros participantes de círculos de la joven formación política. Todos ellos están llamados a converger en una plataforma con ese objetivo pero no hay ni mucho menos nada cerrado. De hecho, esta no es la única iniciativa en este sentido que existe actualmente en la capital.
En este punto embrionario ya hay quien ve "muy complicado" que puedan llegarse a establecer "métodos de elaboración programática". Estas palabras son de García Castaño, que, no obstante, vio "muy positivo" un encuentro en el que se topó con "gente muy plural en un ambiente de simpatía y poco sectarismo". Sabanés, por su parte, vio en la asamblea "ganas de cooperar en positivo" y de "pensar en común con respeto y reconocimiento".
Además de movimientos sociales y plataformas, existe la sensación que si Municipalia quiere llegar a algún sitio es necesario que se incorporen formaciones políticas. Y Podemos –tercera fuerza en la capital en las últimas elecciones europeas– parece acaparar gran parte del protagonismo, pues si no está, este proyecto sería percibido como un elemento marginal abocado a contribuir más aún a la división de la izquierda. Sin embargo, no faltan los que todavía son reticentes a dar el salto a la vía institucional. Hay sectores vinculados al 15-M, como los grupos libertarios, que ni lo ven ni lo van a ver. Y eso puede acabar por dinamitar la iniciativa.
"Podemos ha emplazado a los movimientos sociales a entrar en otro estadio. Hay gente dentro de estos movimientos que ya se ha enterado de la necesidad de entrar en el reto institucional y hay otros que están todavía en el proceso de aprendizaje. No me parece adecuado, por ejemplo, que se hable de asaltar las instituciones. Eso es síntoma de que parte de los movimientos no ve que las instituciones también son nuestras", señala Juan Carlos Monedero, portavoz de Podemos.
En este punto surge la duda de si a Podemos, reforzada por sus buenos resultados en las europeas, le merece la pena aunarse en una candidatura común que le pueda robar cierto protagonismo. "Podemos ha nacido para sumar mayorías que permitan gobernar. Hay que abrir un proceso de discusión, de encuentro, de reinvención... No se trata de bajar tu bandera para que se vea la de los demás, sino de construir nuevas banderas", ilustra Monedero, quien asegura que el partido de Pablo Iglesias estará sea en la forma que sea en la carrera por la alcaldía de la capital porque, a su juicio, "ganar Madrid es el paso previo para acabar con el régimen del 78".
La presencia de IU –enfrascada en Madrid en fuertes tensiones internas– parece más complicada. Castaño señala que en los órganos de dirección de IU tanto a nivel federal como regional se ha aprobado que la formación esté presente en todos los procesos encaminados a crear un amplio bloque social y político, si bien recuerda que que se participe o no es algo que "se tendrá que decidir en el seno de la organización".
"Si de nuevo volvemos a encorsetarnos en el eje izquierda-derecha o la izquierda de IU como algo marginal, Municipalia no tendrá capacidad de lograr grandes cosas. Hay que tener el espíritu de llegar a la mayoría social, de convencer e ilusionar al votante de izquierda pero también al que no ha votado nunca o al que dejó de hacerlo", señala Pablo Padilla, que hace esta reflexión a título personal aunque pertenece al colectivo Juventud Sin Futuro. Sabanés, por su parte, cree que en este tipo de iniciativas además de Podemos –de quien dice valorar su éxito– juegan un papel importante otros colectivos que llevaban tiempo recorriendo un camino largo de movilización como la PAH, el Partido X, Equo... "Es la suma de muchas cosas, pues en los últimos tiempos se ha ido abriendo una brecha en el sistema bipartidismo y en el inmovilismo de ciertos sectores de la población", añade la coportavoz en Madrid de la formación ecosocialista.
El ejemplo de Guanyem Barcelona
Aunque más incipiente, Municipalia recuerda mucho a Guanyem Barcelona, la plataforma que impulsa la exportavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) Ada Colau y que aspira a aglutinar una gran candidatura de izquierdas en la capital catalana. No obstante, aunque nadie duda de que la iniciativa de Colau influirá, Madrid quiere llevar su propia senda. "Estoy convencida de que Madrid puede construir un movimiento en sí mismo, que se pueden plantear proyectos que piensen en la recomposición de la ciudad, con códigos éticos y sostenibles, elementos de control y transparencia. La influencia de Barcelona se notará, claro, porque Ada Colau es una referente de referentes. Confío en que aquí también sabremos encontrar al nuestro, Madrid es muy grande", dice Sabanés.
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Pablo Padilla, por su parte, dice que hay que "tener cuidado" con "pretender ser lo mismo que Guanyem" porque el escenario político es diferente –la consulta independentista añade confusión al panorama catalán– y porque Madrid no cuenta por el momento con una figura como la de Colau, conocida en todo el país por su activismo en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) y sus numerosas apariciones en los medios de comunicación. "Los ejemplos de Pablo Iglesias o Ada Colau evidencian que los liderazgos no tienen por qué ser entendidos como el aumento del ego de una persona, sino que sirven como estrategia política. La lógica electoral es otra y tendremos que encontrar un referente para Madrid, algo que seguro será motivo de acaloradas discusiones", añade.
Sin embargo, en el horizonte está también la experiencia de otras iniciativas de este tipo que desde hace un año y medio llevan fraguándose sin éxito en la capital. Sabanés dice que ahora el momento es diferente. "En otras fechas había elementos para nosotros irrenunciables como las primarias abiertas que no se percibían como prioritarios. También se ha recorrido un camino que ha abierto una brecha en el sistema", dice Sabanés.
El del sábado pasado fue un primer encuentro público, aunque el grupo promotor lleva tiempo reuniéndose en privado para preparar este acto. De esta cita salieron tres grupos de trabajo encargados de determinar cómo se podría avanzar hay una candidatura unitaria, cómo podría redactarse un hipotético programa electoral y cuál puede ser el encaje de los movimientos sociales en la iniciativa. Después del verano hay convocada otra asamblea para ver conclusiones y ver en qué se ha avanzado en este tiempo. El tiempo apremia. Las municipales se celebrarán en mayo de 2015.
Hace 25 años que la izquierda no manda en la alcaldía de Madrid. El último regidor no conservador de la capital fue Juan Barranco, que ocupó la Casa de la Villa entre 1986 y 1989. Sin embargo, las encuestas reflejan desde 2013 un panorama diferente en el que el PP perdería la mayoría absoluta junto a un PSOE incapaz de capitalizar la caída de su principal adversario político. Aunque salvando todas las distancias, las últimas europeas también dibujaron en la capital un panorama de crisis del bipartidismo en el que destacó la irrupción de Podemos (logró 249.559 votos), fenómeno que limitó el fuerte crecimiento de IU, que dobló sus apoyos respecto a 2009.