Tumbarse en la playa y disfrutar del sol –siempre mejor con protección–, darse un chapuzón en el agua, leer un buen libro (o no tan bueno), hacer castillos de arena o enterrar a algún amigo... Todas estas son actividades que hemos hecho alguna vez en esas escapadas a la playa, pero ¿tienes un cigarrillo en la mano cuando imaginas estas vacaciones costeras? No es extraño encontrar a personas fumando en las playas de toda España y es aún menos raro tener que apartar algunas colillas para poner la toalla. Esta realidad está a punto de cambiar, al menos en algunos municipios.
En Vigo, el Ayuntamiento de Abel Caballero puso en marcha una consulta ciudadana en la que los vecinos pueden votar si quieren que sus playas sean "libres de humo", es decir, que se prohíba fumar. Según informa La Voz de Galicia, la pregunta recibió más de 25.000 respuestas en un solo día y el 83% de estas decían sí a las playas sin humo. Esta consulta no es vinculante, pero desde el Ayuntamiento de Vigo deseaban conocer la opinión de la población sobre un tema "que ya estaba latente en la calle". Todo indica que Galicia sumará unos cuantos arenales sin tabaco este verano, aunque la normativa no llegue a tiempo para la temporada. En principio estas medidas son solo informativas, se instalarán carteles y se advertirá a los usuarios de que no está permitido fumar, pero no se comenzará aún con la aplicación de multas ni otras medidas sancionadoras.
Si Vigo se decidiese por esta opción, en Galicia se sumarían 80 playas en las que está prohibido fumar, la mayoría de ellas en las Rías Baixas. En toda España existen ya más de 100 playas declaradas como libres de humo, la mayoría de ellas (79) en la comunidad gallega. Sin embargo, hasta otras seis comunidades autónomas cuentan al menos con una playa de esta categoría: Asturias, Cataluña, Murcia, Andalucía, Baleares y Canarias.
El Principado de Asturias ha establecido este año por primera vez una pequeña red de dos playas en las que no se puede fumar. Cataluña fue de las comunidades pioneras ya que el municipio de L'Escala, en la provincia de Girona, fue el primero en crear una playa sin humo en 2006, y ahora tiene hasta cuatro zonas. En Murcia hay siete y en Baleares dos más, según recoge Europa Press. Sin embargo, en ninguna de estas playas hay medidas sancionadores, sino que son normativas informativas que persiguen principalmente la concienciación.
Canarias y Andalucía son las únicas comunidades en las que se puede sancionar por saltarse la normativa en los arenales en los que se prohíbe fumar. La isla de Gran Canaria concentra todas las playas sin humo que existen en el archipiélago. Diez de ellas se encuentran en la localidad de Mogán y la otra en Las Palmas de Gran Canaria, que se aprobó tras una consulta ciudadana vinculante en la que casi el 90% de los ciudadanos votó a favor de convertirla en una playa sin humo. En Andalucía solo hay una playa con estas características y esta se encuentra en la provincia de Granada, en la que las multas por arrojar una colilla en la arena pueden llegar a 3.000 euros, mientras que en las islas pueden oscilar entre 300 y 1.800 euros dependiendo de la zona.
La contaminación de una colilla
Un desecho tan pequeño como una colilla es uno de los objetos más contaminantes que genera el ser humano y la primera fuente de basura en la naturaleza según declaran diversos informes ecologistas como el de SeoBirdLife . Una sola colilla puede llegar a contaminar hasta 50 litros de agua si esta es dulce y las que se arrojan a la arena de la playa contaminan entre 8 y 10 litros de agua salada. "La mayoría de los filtros de las colillas están hechos de acetato de celulosa, un termoplástico (tipo de plástico que se funde a altas temperaturas para poder moldearlo) y pueden albergar sustancias tóxicas como hidrocarburos policíclicos aromáticos, nicotina, arsénico y otros metales pesados", asegura el informe La colilla, una amenaza infravalorada realizado por el proyecto Libera. Según este mismo informe, las colillas son el elemento más abundante en los residuos encontrados en la naturaleza.
Tanto Ecologistas en Acción como el proyecto Libera, que tiene el objetivo de erradicar la basuraleza con la colaboración de Ecoembes y SeoBirdlife, coinciden en que las colillas se encuentran entre los residuos más abundantes recogidos en las playas. En un informe realizado por Ecologistas en Acción se puede ver que la composición de más de 20.000 recogidas de basura en arenales de litoral da como resultado que el 14% de la basura está compuesta de colillas. Es el segundo material más numeroso, aunque muy por debajo de los plásticos, que se encuentran en primer lugar con un 73%.
El informe de Libera asegura, además, que en el mundo anualmente se fuman 6 billones de cigarrillos y, de estos, 4,5 billones son depositados en espacios públicos. La costumbre apagar el cigarrillo en la arena y olvidarlo allí, o tirarlo al suelo en la calle y continuar caminando tiene "unas consecuencias medio ambientales considerables", alertan estas organizaciones. Ecologistas en Acción destaca que la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) alerta de la contaminación ambiental y del riesgo para la salud de las colillas de cigarrillos, lo que se considera como el tabaquismo "de cuarta mano", ya que son la primera fuente de basura en el mundo y tardan entre 8 y 12 años en descomponerse.
La costumbre de no depositar una colilla en un cenicero o papelera conlleva que estos restos, por medio de agentes medioambientales como la lluvia y el viento, acaben en ríos. Eneko Aierbe, coordinador del área Medio Marino de Ecologistas en Acción, explica a infoLibre que "los residuos del mar no son lo que se arrojan directamente o en la playa, sino que se ha demostrado que mucha de la basura llega a través de los ríos". Las organizaciones ecologistas advierten también de que esa contaminación revierte en nosotros a través de la cadena trófica, ya que los peces pueden verse contaminados con estas sustancias, los mismos peces que después consumimos en nuestra alimentación.
El tabaquismo como adicción
La consulta de Abel Caballero en Vigo no es la única que se realizado en internet sobre este tema. Nofumadores.org ya hizo una consulta similar el año pasado en la plataforma Change.org. En ella, la asociación contra el tabaco pedía la prohibición de fumar en todas las playas de España y en otros lugares públicos al aire libre como los estadios. La consulta suma ya más de 150.000 firmas. El portavoz de nofumadores.org, Ubaldo Cuadrado, asegura que "es la consulta realizada por nuestra asociación que mejor acogida ha recibido. Cuando hay ocasión la gente vota masivamente por los espacios libres de humo".
Cuadrado apoya y remarca todas los beneficios medio ambientales de la prohibición del tabaco en las playas. "Nosotros creemos que hay tres motivos principales: salud, medio ambiente y desnormalización del tabaco", asegura este portavoz. Para nofumadores.org la desnormalización del tabaco es fundamental ya que "el tabaquismo no es un hábito, es una terrible adicción" y debe alcanzarse con la prohibición de consumirlo en lugares públicos, aunque sean en espacios abiertos. "Si una persona que es adicta al tabaco está intentando dejar de fumar y va a la playa donde otros están fumando... lo va a tener mucho más difícil", afirma Cuadrado que reconoce que el apoyo de la sanidad al reconocer el tabaquismo como adicción ayudó a reducirlo en el pasado. Desde nofumadores.org encuentran mil razones para prohibir fumar en los arenales: "La playa es un lugar público en el que hay muchos menores de edad y puede haber personas asmáticas o que les afecte el humo, si juntas eso con el impacto medio ambiental…".
El informe EDADES realizado por el Ministerio de Sanidad muestra que el tabaquismo es la segunda adicción más frecuente de España, tan solo por detrás del alcohol. Este informe concluye de sus datos que "en relación a la prevalencia del consumo diario de tabaco, el 34% de las personas han fumado tabaco a diario en los últimos 30 días. Respecto a 2015, el dato se ha incrementado notablemente, pasando de 30,8% al 34,0%, retornando a las cifras que se registraban en 1997". Para Cuadrado esto significa que estamos retrocediendo de nuevo. "Diez años buenos de lucha contra el tabaquismo han quedado en nada, hay que hacerle frente al problema", afirma el portavoz.
La consulta del concello de Vigo no pregunta únicamente por los arenales, sino que incluye el Estadio de Balaídos, el campo donde juega el Real Club Celta. Para la asociación, la playa tampoco es el único lugar en el que debería prohibirse. "Los únicos únicos estadios libres de humo son el Camp Nou y todos los estadios de País Vasco, en los que está prohibido por ley desde hace unos años", declara el portavoz que además considera que "se debería votar" sobre estos asuntos y que "la propuesta de Vigo es muy valiente".
Medidas sancionadoras o informativas
La mayoría de las playas libres de humos que existen en España lo son solo a efectos informativos y esto genera cierta reticencia en algunos expertos. Eneko Aierbe, coordinador del área Medio Marino de Ecologistas en Acción, asegura que "la información es fundamental". "Nosotros abogamos por la información, intentamos concienciar sobre las basuras con los informes que hacemos o con paneles con las posibles consecuencias. Tirar una colilla en la playa parece un gesto sin importancia, pero al final tiene muchas consecuencias. Lo que vemos con nuestra experiencia es que muchas veces solo con la información no es suficiente y las sanciones, lamentablemente, se hacen necesarias", asegura este activista especializado en medios marinos.
El portavoz de nofumadores.org, Ubaldo Cuadrado, comparte una opinión muy similar: "Es importante concienciar y como esta política se va a implantar ahora es normal que haya un periodo en el que sea informativa. Deben ponerse carteles o banderas de prohibido fumar y que se informe durante un tiempo prudencial para que la gente se acostumbre, pero pasado ese periodo creemos que el aparato sancionador es imprescindible".
El coordinador del proyecto Libera, Miguel Muñoz, no piensa exactamente lo mismo. Para ellos la concienciación es fundamental y si todo el mundo fuese consciente del daño causado no se tirarían las colillas en la playa como un gesto cotidiano y "no sería necesario prohibir ni sancionar", asegura.
El plástico sigue siendo el primer residuo
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Los informes que alertan sobre las colillas siempre las sitúan en segundo lugar por detrás de un residuo todavía más abundante, el plástico. Es por eso que cabe preguntarse si no se debería legislar en contra del plástico también en las playas.
Desde Ecologistas en Acción recuerdan que el plástico encontrado en la playa en la mayoría de las ocasiones proviene del mar y su vez de vertidos en toda la red fluvial. "No hay que prohibir el plástico en la playa, lo que hay que hacer es reducir su consumo de forma generalizada y de inmediato. Nosotros no queremos prohibir que puedas consumir alimentos con plástico en esas zonas, pero sí que se dejen de producir plásticos de un solo uso. Esto ya ha llegado a manos de la Unión Europea y pronto se tomarán medidas", asegura Airbe a infoLibre. Recuerda, además, que una de las grandes dificultades de las colillas para su gestión como residuo es su tamaño, lo que las hace mucho más complicadas de recoger. "Habría que legislar también en contra de otros plásticos como los palillos de los Chupa Chups o los de los oídos, que en muchas ocasiones también los encontramos en las playas", añade el portavoz. Para Muñoz, esta una respuesta que habría que "lanzar a los legisladores".
Todos los expertos parecen coincidir en una cosa: podremos ver un litoral completamente libre de humo en un futuro. "Esto se parece mucho a la ley en los bares y la hostelería. Hace no muchos años, nadie creería que veríamos todos nuestros bares libres de humo", asegura el portavoz de Ecologistas en Acción, Eneko Aierbe. Ver la arena de nuestras playas libres de colillas sería lo más conveniente para nuestra salud, nuestro medio ambiente y para el bienestar social. Sin embargo todo pasa por dejar de tirar una colilla al suelo y alejarnos sin ningún cargo de conciencia. Es pequeña, pero su impacto es grande.
Tumbarse en la playa y disfrutar del sol –siempre mejor con protección–, darse un chapuzón en el agua, leer un buen libro (o no tan bueno), hacer castillos de arena o enterrar a algún amigo... Todas estas son actividades que hemos hecho alguna vez en esas escapadas a la playa, pero ¿tienes un cigarrillo en la mano cuando imaginas estas vacaciones costeras? No es extraño encontrar a personas fumando en las playas de toda España y es aún menos raro tener que apartar algunas colillas para poner la toalla. Esta realidad está a punto de cambiar, al menos en algunos municipios.