La simple posibilidad de que el Tribunal Supremo ordene la salida de la cárcel de los líderes de la organizaciones civiles más destacadas del independentismo, en prisión desde hace dos meses, y de ocho miembros del Govern destituido por Mariano Rajoy, ya ha agitado la campaña electoral catalana a muy pocos días de su inicio oficial.
Pendientes de la decisión del Alto Tribunal, y de las fianzas que pueda establecer, estarán este viernes el destituido vicepresidente de la Generalitat, Oriol Junqueras, otros siete consellers cesados, el expresidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC) Jordi Sànchez y el máximo responsable de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart.
La mayoría de ellos forman parte de las listas de Esquerra Republicana-Catalunya Sí (Oriol Junqueras, Raül Romeva, Dolors Bassa y Carles Mundó) y de Junts per Catalunya, la candidatura impulsada por la antigua Convergència (Jordi Sánchez, Jordi Turull y Josep Rull), lo que significará su inmediata incorporación a la convocatoria electoral. Fuera de las listas sólo se han quedado, por decisión propia, los destituidos consellers Joaquim Forn y Meritxell Borrás, así como el presidente de Òmnium, Jordi Cuixart.
La salida de prisión tiene particular trascendencia en el caso de Junqueras, candidato a la Presidencia de ERC-CatSí, la formación a la que todas las encuestas sitúan a la cabeza en las preferencias de los votantes pero que, siempre según los estudios de intención de voto, ha ido perdiendo peso. Un fenómeno directamente relacionado con una clara mejora en las expectativas de la otra gran opción independentista, Junts per Catalunya (JuntsxCat), que cuenta como candidato con el destituido y fugado Carles Puigdemont. Es precisamente Puigdemont, con presencia diaria en los medios de comunicación, y su lista del president, como trata de presentarla para capitalizar el apoyo del independentismo, el que en teoría tiene más que perder con la excarcelación de Junqueras.
La libertad, aún con medidas cautelares, de los candidatos en prisión preventiva permitirá normalizar en parte la campaña electoral, en opinión del PSC. El partido de Miquel Iceta condenó desde el primer momento, por “desproporcionada”, la decisión de la Audiencia Nacional de enviar a prisión a los miembros del Govern destituidos por Rajoy y que no decidieron huir a Bélgica. Y esa normalización, aunque sea parcial (parte del antiguo Govern permanece en Bélgica para intentar evadir la acción de la justicia española), creen que les ayuda a situar el debate en un territorio más favorable a quienes como ellos defienden una posición intermedia entre la independencia y el inmovilismo.
La estrategia de Esquerra
Ciudadanos, por su parte, cree que la liberación de Junqueras puede ayudar y mucho a Esquerra, porque el hasta hace un mes vicepresidente de Cataluña no está en situación de permitirse el lujo de dejar una campaña clave como esta en manos de su secretaria general, Marta Rovira. El partido naranja está convencido de que ERC-CatSí es consciente de la necesidad de poner en juego a su cabeza de cartel si quiere frenar el discurso de Puigdemont y la transferencia de voto hacia JuntsxCat, de ahí que los recursos judiciales hayan jugado la carta de acatar el artículo 155 en vez de defender la declaración de independencia y permanecer en prisión.
Los comuns de Cataluña en Comú-Podem también creen que, al menos en un primer momento, la excarcelación reforzará a Esquerra frente a la candidatura de Puigdemont, aunque las fuentes consultadas por infoLibre no creen que vaya a suponer un cambio significativo. A medio plazo la consecuencia será, sostienen, que el victimismo al que a menudo juegan los independentistas perderá fuelle. En todo caso, y al ritmo que van las cosas, en pocos días la liberación será ya irrelevante, opinan.
Ver másSocietat Civil denuncia monigotes colgados de un puente de votantes de Cs, PSC y PP
El PP, en cambio, resta trascendencia a la decisión del Supremo. Su candidato, Xavier García Albiol, no ve la puesta en libertad “ni determinante ni importante”. De hecho, los conservadores creen que la excarcelación puede incluso convertirse en un problema para los afectados, que tendrán que explicar a sus seguidores por qué han decidido acatar el artículo 155 y someterse al ordenamiento constitucional. “Son ellos los que tienen que comunicar las cosas y explicarlas”, aseguran.
No obstante, el partido de Rajoy considera positivo que hayan acatado el artículo 155, porque es una forma de demostrar que que la previsión constitucional funciona, y cree que puede ayudarles a tratar de capitalizar la decisión de haber intervenido la autonomía catalana, algo que, subrayan, ni PSOE ni Ciudadanos veían con buenos ojos. “Iba a arder Troya con el 155 y resulta que todo va volviendo a su cauce”, dice una de las fuentes consultadas por infoLibre.
Claro que en el PP tampoco creen que la hipotética permanencia en prisión de los encarcelados pueda pesar en contra de sus candidaturas. Dicen que mucho se ha dicho y se ha escrito sobre la respuesta social a las encarcelaciones y no ha pasado nada. “No estamos viendo manifestaciones a las puertas de las cárceles” y eso demuestra, argumentan, que “la mayoría de los catalanes aspira a otras cosas”.
La simple posibilidad de que el Tribunal Supremo ordene la salida de la cárcel de los líderes de la organizaciones civiles más destacadas del independentismo, en prisión desde hace dos meses, y de ocho miembros del Govern destituido por Mariano Rajoy, ya ha agitado la campaña electoral catalana a muy pocos días de su inicio oficial.