El Partido Popular, tras pactar con tránsfugas en la Región de Murcia, se ha comprometido por escrito con Ciudadanos a no aceptar ningún “trasvase” de “cargos” desde del partido naranja en Andalucía. El Gobierno autonómico presidido por Juan Manuel Moreno (PP) con Juan Marín como vicepresidente (Cs) ha firmado y publicado en la web oficial de la Junta de Andalucía un “acuerdo de garantía de estabilidad” que pretende zanjar la turbulencias surgidas en el seno del Ejecutivo y que incluye el siguiente punto: “Respeto a la autonomía de los dos partidos que integran el Gobierno andaluz [PP y Ciudadanos], con el compromiso de que no se produzca ningún trasvase entre cargos de las formaciones políticas con representación parlamentaria”.
El acuerdo implica obligaciones recíprocas, pero afecta sobre todo a la carretera que va de Cs a PP, en la que actualmente hay tráfico denso. La firma se produce después de que, la semana pasada, el secretario general del PP, Teodoro García Egea, hiciese un llamamiento a “todos los militantes” de Cs y a “todos sus dirigentes” para pasarse en masa a la formación de Pablo Casado, que abría "las puertas de su casa" para ello. Este gesto antecedió a la indisciplina de tres parlamentarios de Cs en la Región de Murcia para frenar una moción censura pactada con el PSOE.
El llamamiento de García Egea ya mereció el reproche de Juan Marín, que, no obstante, sigue en el Gobierno andaluz al entender que hay dos PP, uno leal a sus compromisos con Cs, encarnado por el presidente Moreno, y otro desleal, el de García Egea. El PP, que ha vulnerado sus Estatutos, su reglamento en Murcia y el pacto antitransfuguismo, se compromete ahora ante Marín, vicepresidente de la Junta y líder andaluz de Cs, a no fichar cargos naranjas. El consejero de Presidencia y portavoz del Gobierno andaluz, Elías Bendodo (PP), afirmó este martes, en rueda de prensa junto a Juan Marín tras el Consejo de Gobierno, que el acuerdo alcanzado es conocido por la dirección nacional. No hay, a su juicio, ninguna contradicción con la posición del secretario general nacional. Bendodo dijo que está de acuerdo con el llamamiento que hizo García Egea, reinterpretándolo como que el PP es un partido “de puertas abiertas, para entrar y para salir”.
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Este martes el Gobierno andaluz celebró la primera reunión tras el terremoto político de la semana pasada, que lo ha sacudido sin derribarlo. Al término, Bendodo y Marín coincidieron en el mensaje central: “Estabilidad”. Un atributo difícil de alcanzar ahora, con PP y Cs sumando 47 diputados, 8 menos de la mayoría absoluta, lo que los hace dependientes de Vox, y con Cs sumido en una grave crisis interna. No obstante, los dos reafirmaron la voluntad de ambas partes de llevar la legislatura hasta el final. Así lo recogen también en su “acuerdo de garantía de estabilidad”, en el que además del punto antitransfuguismo hay otro punto por el que se comprometen a “agotar la XI legislatura”. La previsión es que las elecciones sean a finales de 2022.
El objetivo del acuerdo es dotar de estabilidad al Ejecutivo andaluz, sacudido por la ruptura de PP y Cs en Murcia y la Comunidad de Madrid. Pero no sólo por eso, también por las turbulencias en el propio seno de Ciudadanos, en cuyo grupo se han observado discrepancias y tensiones. El referente del sector que cree que Cs debe poder pactar a izquierda y a derecha, es decir, que puede formar gobierno con el PSOE el futuro, es Rocío Ruiz, consejera de Igualdad, posible candidata a presentarse por Cs a la presidencia de la Junta. Ruiz se sienta en el propio Consejo de Gobierno. A todos estos factores de tensión se ha sumado el fichaje por parte del PP del que ha sido secretario de Organización de Cs, Fran Hervías, que ha suscitado críticas de Marín.
El Gobierno andaluz sigue a flote, pero las causas profundas de inestabilidad siguen ahí. PP y Cs siguen dependiendo, para sumar mayoría, de Vox, que ha reclamado elecciones anticipadas. El partido que en Andalucía lidera Alejandro Hernández ha congelado su apoyo a cualquier iniciativa del Gobierno andaluz hasta que se aplique el “pin parental”. Las encuestas auguran un fuerte retroceso a Cs, que no está capitalizando electoralmente su integración en el bloque de PP y Vox, partido con el que aún acumula acuerdos por cumplir. No obstante, el Ejecutivo sale en pie del terremoto murciano-madrileño. Y con Juan Marín ocupando ahora una posición relevante en la nueva dirección de Inés Arrimadas. Marín ya ha adelantado que aspira a volver a presentarse como candidato de Cs a la presidencia de la Junta de Andalucía.
El Partido Popular, tras pactar con tránsfugas en la Región de Murcia, se ha comprometido por escrito con Ciudadanos a no aceptar ningún “trasvase” de “cargos” desde del partido naranja en Andalucía. El Gobierno autonómico presidido por Juan Manuel Moreno (PP) con Juan Marín como vicepresidente (Cs) ha firmado y publicado en la web oficial de la Junta de Andalucía un “acuerdo de garantía de estabilidad” que pretende zanjar la turbulencias surgidas en el seno del Ejecutivo y que incluye el siguiente punto: “Respeto a la autonomía de los dos partidos que integran el Gobierno andaluz [PP y Ciudadanos], con el compromiso de que no se produzca ningún trasvase entre cargos de las formaciones políticas con representación parlamentaria”.