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El PP se convence de que ha encontrado la fórmula para vencer al PSOE y prescindir de Vox

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Después de tres años y medio de ensayo y error con Pablo Casado, el PP cree que ya ha encontrado el fórmula que buscaba para vencer al PSOE en la próximas elecciones generales y prescindir de Vox como aliado. Una fórmula que no es otra que la aplicada con éxito en Andalucía y que comparten Juan Manuel Moreno y Alberto Núñez Feijóo: centralidad, moderación y unidad.

La sede del PP era este martes una fiesta. Feijóo y Moreno llegaron juntos, a pie, en una estudiada puesta en escena en la que no se separaron ni un segundo desde la acera de la calle Génova hasta la planta en la que se celebraba la junta directiva nacional del partido. Incluyendo un nutrido grupo de militantes aplaudiéndoles por los pasillos del la sede y un ambiente de euforia, con la plana mayor del partido recibiéndoles en pie. Todo pensado, escenario y discursos, para hacer a Feijóo copartícipe de la victoria del domingo. Y lanzarle como alternativa a Pedro Sánchez.

En el PP se creen en la senda correcta —el de Andalucía era “el éxito que nos faltaba para acreditar que somos el primer partido de España”, aseguró Feijóo— y se van a esforzar por mantenerse dentro de ella. 

España, proclamó el líder de los conservadores, “está pasando la página de la frivolidad, de la división, del radicalismo y de las minorías”. El del domingo ha sido el “triunfo de la moderación, que no es lo mismo que la equidistancia”, precisó. “Una modoeración de palabras y de hechos que carece de hipotecas y de condicionantes. Hemos asistido al triunfo de la política útil, que une a la población en torno a objetivos comunes y desoye polémicas estériles”. 

Un discurso el de Feijóo en las antípodas de la estrategia que encarna Isabel Díaz Ayuso pero que ni él ni el gran vencedor del domingo, Juan Manuel Moreno, utilizaron para criticar a la presidenta madrileña ni para marcar distancias con ella. Ambos, especialmente el líder andaluz, tuvieron guiños de complicidad y de reconocimiento hacia ella que confirman que Génova seguirá dando carta blanca a Ayuso en su territorio para seguir defendiendo las posiciones más radicales contra la izquierda y contra el Gobierno de Pedro Sánchez.

Estrategia reforzada

Pero una cosa es Madrid, donde la fórmula del extremismo funciona, y otra el conjunto de España. Y Feijóo se siente reforzado en su estrategia de unidad bajo las siglas del PP y no de suma con Vox para alcanzar el gobierno, que es lo que defiende Santiago Abascal. “Los andaluces han entendido que los retos que tenemos por delante son muchos y muy imortantes y es mucho mejor enfrentarlo unidos. Han votado a la única opción que representaba estas propuestas”. Sólo así, subrayó, “conseguiremos esa mayoria social que cuando se une acredita esa España invencible”.

Lo que ha cambiado con estas elecciones, explicó Feijóo, es que “el español moderado que se sentía aislado o en minoría ya no lo está. Ha dejado de sentirse solo para sentirse parte de una mayoría que va en aumento y se expresa con elocuencia en la surnas” La conclusión, enfatizó, es que “el horizonte está cambiando. Mucha gente se ha cansado de una política que va de sobresalto en sobresalto” y ahora “ansía una calma necesaria para resolver sus problemas” porque “saben que no existen soluciones mágicas. Y sin sosiego ninguna solución es factible”.

Con el resultado de Andalucía en la mano, el líder del PP ve confirmada su tesis de que “España reclama una forma de hacer política en la que se puedan reconocer la mayoría de los españoles” y que para conseguirlo no puede ir de la mano de Vox: “Ningún radicalismo ajeno a los intereses del pueblo español nos va a apartar del camino que hemos emprendido. Estamos en el buen camino, al lado de la España que reclama otras formas y otros fondos para hacer política”. Todo ello para “seguir ofreciendo alternativas” y “un proyecto creíble” de “mayorías, centrado, preparado para dar a España el Gobierno que necesita”.

El discurso del líder del PP está siempre preñado de referencias con las que trata de marcar distancia con la política que se hace en España y para las que siempre reclama un cambio. “La política española necesita volver a la centralidad, a la unión y a la construcción de proyectos amplios. Porque con una constelación de minorías se puede llegar al gobierno pero no se puede gobernar”, advirtió. Necesita también “credibilidad”, dentro y fuera de España, además de “rigor, gestión” y “capacidad para resolver los problemas reales”. 

Feijóo se tomó su tiempo para describir lo que llamó la “receta del éxito”: “el hambre por acertar, el compromiso con los intereses generales, la ilusión por transmitir que hay un proyecto alternativo”, “la humildad para explicarlo, el trabajo diario, la inteligencia por llevarlo a cabo y la sensibildad” con cada territorio. 

“Si algo han demostrado estas elecciones”, remarcó, “es que es posible otra forma de hacer política. Una campaña limpia, en positivo, con balance de gestión, sin insultos”. La defensa de “una política de Estado”, de suma, de “consenso”. “Eso no es la vieja política que pretenden descalificar algunos, es una política que bebe de la mejor política española, la de la transición, de la que cualquier político español debería de sentirse orgulloso”. 

Nada “más lejos de la realidad”, subrayó Feijóo, “que hablar de la vieja política, porque esa es más actual que nunca, es la que quieren los ciudadanos”. En realidad “la vieja política es ahora el populismo: políticos que no dicen nada, que sólo insultan y que confrontan. Esos que representan la vieja política son los que pierden las elecciones y son los que están en declive y en decadencia”. Esos a los que, aventuró, “vamos a sustituir con la buena política, con la vieja política, con la política de verdad y no con la política frívola en la que hemos instalado España en los últimos años”. Porque lo que hace falta es la política de “dialogar y de pactar si es posible. De no enfrentar, de no fracturar, de no dividir, de los consensos. Que no insulta, que piensa en las personas mucho más que en las ideologías”. 

En el PP están convencidos de que han hecho las cosas muy bien. Hace meses que diseñaron con todo cuidado la exitosa campaña andaluza —bajo la batuta de Elías Bendodo, número dos de Juanma Moreno y tres de Núñez Feijóo—. La unidad interna es absoluta y el debate entre las dos almas del partido, la radical de Ayuso y la moderada de la dirección, no existe. No volverá a menos que Feijoo no logre gobernar. El nuevo líder hace tiempo que pactó con la presidenta madrileña que tendría libertad para seguir su propio camino en su territorio y así va a seguir siendo porque en las generales de 2023 va a necesitar todos los votos posibles.

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Ahora la prioridad es Feijóo. Y aprovechar el viento de cola de Andalucía para presentarle como el líder que necesita España para relevar a un gobierno, el de Pedro Sánchez, al que el argumentario conservador presenta como “absolutamente desbordado” por la situación económica, paralizado por las peleas internas y sometido al chantaje de sus socios independentistas.

Por ahí fue el otro orador de la jornada en la calle Génova, el presidente Juan Manuel Moreno, al que señaló inequívocamente como corresponsable de la mayoría absoluta del domingo. “Creo que vamos a conseguir grandes cosas en España. Andalucía necesita otro Gobierno en España, otro presidente, otra forma de entender la política, otro estilo que se baje de la soberbia en al que se ha instalado el presidente Sánchez. Que sepa entender la España plurar y diversa. Porque esta izquierda que habla de federalismo y se mete en esos líos, es incapaz de entender la singularidad de cada territorio”. 

“Tú ya sabes (gobernar)”, le dijo a Feijóo. “Has estado muchos años gobernando y gestionando. Andalucía necesita un Gobierno en España que piense en los españoles del sur y eso solo lo puedes hacer tú. Hay camino, un camino amplio y seguro. Vamos bien, pero no nos confiemos. Habra obstáculos, pero cuentas cpn el mejor equipo, proyecto y compañeros de viaje”.

Después de tres años y medio de ensayo y error con Pablo Casado, el PP cree que ya ha encontrado el fórmula que buscaba para vencer al PSOE en la próximas elecciones generales y prescindir de Vox como aliado. Una fórmula que no es otra que la aplicada con éxito en Andalucía y que comparten Juan Manuel Moreno y Alberto Núñez Feijóo: centralidad, moderación y unidad.

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