No hay fecha previsible todavía para que comience el debate parlamentario sobre los Presupuestos Generales del Estado. Pero en el Gobierno señalan que los diferentes ministerios ya están trabajando en borradores. Asumen que va a ser una tarea difícil. Y confían em que el Partido Socialista "hará su papel" de oposición pero, al final, acabará negociando las cuentas públicas con el Partido Popular.
Esta es la idea más extendida en las filas conservadoras y en el Gobierno en un momento en el que, superado ya el debate sobre el techo de gasto, la gran prioridad del gabinete de Mariano Rajoy es sacar adelante los Presupuestos. La fe en que el proceso, pese a arduo, acabará bien permite a los conservadores apuntar a una legislatura larga. No son pocas las veces que desde sectores del PP se ha subrayado que si no hay cuentas públicas para el el año que viene habrá de nuevo elecciones generales. Con la ley en la mano, el presidente del Gobierno puede disolver las Cortes y convocar unos nuevos comicios a partir del próximo 3 de mayo.
Este jueves, el jefe del Ejecutivo presidió la reunión del Consejo de Dirección del Grupo Parlamentario Popular e insistió a los suyos en que él quiere una legislatura larga. Una circunstancia que requiere "diálogo y colaboración", señalaron fuentes conocedoras del contenido de la reunión.
Las mismas fuentes subrayaron que en el Gobierno y en el partido consideran que "hay margen" para hablar con el principal partido de la oposición de los Presupuestos. Por mucho que desde Ferraz se inisista en que el PSOE no puede sacar adelante unas cuentas públicas con el sello de la derecha.
El encargado de trasladar a la prensa los ejes de la reunión de Rajoy con el núcleo duro de su partido en el Congreso de los Diputados fue el portavoz parlamentario del PP, Rafael Hernando. El dirigente conservador sostuvo que la nueva legislatura requiere "diálogo y acuerdo" y que los partidos dejen a un lado los eslóganes y las pancartas.
Hernando subrayó que la relación de su grupo con el de Ciudadanos es "cordial" aunque, dijo. "puede haber desacuerdos circunstanciales". Tras ubicar al partido de Albert Rivera como socio prioritario, recordó que el pacto que previamente firmó la formación naranja con el PSOE tiene en común muchos puntos con el suyo con Ciudadanos. En este sentido, señaló que la idea es atraer a otros partidos.
No a una legislatura "derogativa"
En las últimas semanas, desde el PP han sido testigos de cómo la Cámara baja debatía la derogación de iniciativas de la X Legislatura, cuando Rajoy gobernaba con mayoría absoluta. Es el caso de la llamada ley mordaza, la Lomce, la reforma de la ley del Tribunal Constitucional... Al respecto, Hernando alertó del error que, a su juicio, supondría "convertir esta legislatura en una legislatura derogadora".
Respecto a la reforma laboral, sostuvo que en esta materia le gustaría que se buscase "una fórmula parecida [a la de la reforma de la Lomce] con el fin de evaluar las necesidades del mercado laboral y cómo conseguir que la productividad sea un elemento que permita que este país, que crea la mitad del empleo que se genera en Europa, siga así en los próximos años".
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Con Podemos, "difícil"
Más difícil que con Ciudadanos y el PSOE, ve Hernando la posibilidad de llegar a acuerdos con Unidos Podemos. Con este grupo, dijo, "existe posibilidad de diálogo", aunque después cosas de las que ya se han hablado acaban siendo revisadas.
Al PNV les animó a "jugar el partido" y sobre el PDECat sostuvo que los nacionalistas catalanes tienen "un problema de desubicación" que confió se pueda reconducir.
No hay fecha previsible todavía para que comience el debate parlamentario sobre los Presupuestos Generales del Estado. Pero en el Gobierno señalan que los diferentes ministerios ya están trabajando en borradores. Asumen que va a ser una tarea difícil. Y confían em que el Partido Socialista "hará su papel" de oposición pero, al final, acabará negociando las cuentas públicas con el Partido Popular.