La decisión de los conservadores de sumarse a la concentración de las víctimas del terrorismo del domingo en Madrid contra la doctrina Parot no fue fácil. Y se produjo tras dos reuniones de Rajoy con colectivos de víctimas y tras las presiones del ala dura del partido y la derecha mediática. Pero el día después de la manifestación tampoco será fácil. Dirigentes del PP y del Gobierno asumen lo "arriesgado" de dar cobertura a una marcha contra una sentencia firme del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Todo, pese a que en los próximos días desde Moncloa van a intensificarse los mensajes que apuntan a que el Gobierno en pleno lamenta la sentencia, a que se agotaron todas las vías para evitar el varapalo de Estrasburgo, pero que hay decisiones que deben acatarse. Gusten o no.
A las 9.30 de la mañana de este jueves, la dirección nacional del partido difundía un comunicado en el que, bajo el título, "El PP se suma a la manifestación de las víctimas del terrorismo", anunciaba el apoyo del partido que Gobierno España "a la manifestación convocada en la plaza de Colón de Madrid para reivindicar la memoria y la dignidad de las víctimas del terrorismo ante la sentencia del TDH de Estrasburgo". En la nota, se avanzaba que el vicesecretario de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, sería el representante de la dirección nacional del partido y se animaba "todos los militantes y simpatizantes" de la formación "a que acudan a la manifestación a favor de la justicia con las víctimas del terrorismo". Después se conocería que el resto de vicesecretarios, Javier Arenas y Carlos Floriano, también se sumaban
Pese a que cargos de la formación consideran que Rajoy estaba al tanto del lema bajo el que la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) convocaba, éste no fue hecho público hasta después de que el partido trasladara su nota de apoyo. "Justicia para un final con vencedores y vencidos", esta será la consigna bajo la que marcharán las asociaciones de víctimas que se han adherido y el PP.
"A simple vista, es un lema que no divide y que no nos impide estar el domingo", reflexionaba un diputado. Una idea bastante extendida en el partido. No obstante, la misma fuente ponía sobre la mesa una preocupación que no es ajena ni en Génova ni en Moncloa: la de que los acontecimientos se les escapen de las manos y la concentración se convierta en un acto de reproches al Gobierno por acatar una sentencia ante la que ya ha dicho que no cabe insumisión. Esto implicaría, además, que miembros del partido que gobierna en España con mayoría absoluta estén presentes en una cita en la que se cuestione una decisión de un tribunal internacional.
"El PP no es la asociación convocante, por lo que los mensajes, los eslóganes y los discursos no pueden controlarse", admite un destacado dirigente regional.
Rajoy intenta dibujar un muro entre partido y Ejecutivo
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En un difícil ejercicio de equilibrios, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, intentó este jueves desde Bruselas trazar un muro entre Ejecutivo y partido. En este sentido, sostuvo que en Gobierno como tal no acudirá a la cita de la AVT, pero que sí lo hará el PP. Las fuentes consultadas interpretan este gesto como una forma de minimizar los ya de por sí "importantes riesgos" que asume su partido acudiendo a Colón este domingo exponiéndose a pancartas, eslóganes y gritos en contra de su gestión en lo que a política antiterrorista se refiere.
De los 14 miembros del Ejecutivo de España, todos, excepto tres, tienen carnet del Partido Popular. En los gobiernos de Zapatero, el ahora presidente del Gobierno no dudó en sumarse a las cabeceras de las manifestaciones convocadas por las víctimas.
De hecho, pese a que en el partido ven el lema de la convocatoria "perfectamente asumible", en su página web, la AVT sostiene lo siguiente: "Una vez más, las víctimas del terrorismo salimos a la calle para reclamar Justicia. Durante todos estos años hemos confiado en el Estado de Derecho y la Justicia, y ahora nos han fallado permitiendo que las puertas de las cárceles se abran para asesinos con decenas de vidas rotas a sus espaldas, consistiendo que paseen libremente por las calles sin habe cumplido su deuda con la Justicia".
La decisión de los conservadores de sumarse a la concentración de las víctimas del terrorismo del domingo en Madrid contra la doctrina Parot no fue fácil. Y se produjo tras dos reuniones de Rajoy con colectivos de víctimas y tras las presiones del ala dura del partido y la derecha mediática. Pero el día después de la manifestación tampoco será fácil. Dirigentes del PP y del Gobierno asumen lo "arriesgado" de dar cobertura a una marcha contra una sentencia firme del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH). Todo, pese a que en los próximos días desde Moncloa van a intensificarse los mensajes que apuntan a que el Gobierno en pleno lamenta la sentencia, a que se agotaron todas las vías para evitar el varapalo de Estrasburgo, pero que hay decisiones que deben acatarse. Gusten o no.