Dinero con sabor electoral. El Gobierno de la Xunta de Galicia acumula decisiones destinadas a regar con fondos públicos al menos tres sectores que pueden resultar clave para las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 18 de febrero: los medios de comunicación, los mariscadores y los centros que agrupan a los emigrantes gallegos y sus descendientes por todo el mundo.
Eso sin contar un Bono Deporte por valor de 120 euros para “ayudar a las familias en los gastos de material o de realización de actividades deportivas” que acaba de aprobar la vicepresidencia primera de la Xunta, que dirige Diego Calvo, a quien Alberto Núñez Feijóo situó en su día al frente del comité electoral del PP.
O el llamado Bono Cuidados, que según la Xunta recibirán “de forma automática” las “personas con dependencia atendidas en sus hogares”. Justo ahora que toca votar. Son nada menos que 417 euros al mes que se supone llegarán directamente a las cuentas corrientes de 20.000 dependientes “independientemente de su edad, grado de dependencia o situación económica”.
Una trampa y publicidad engañosa, según declaró la responsable de dependencia del Colexio de Traballo Social de Galicia, Cristina Díaz, a la Cadena Ser, porque no se trata de una nueva prestación, como intenta trasladar el Gobierno gallego, sino de una actualización de cuantías a la que obliga la reforma de la ley de dependencia estatal.
Dinero en forma de publicidad
La lluvia de dinero dirigida a los medios privados de comunicación asciende a un millón de euros y se distribuirá en forma de publicidad. Se trata de tres campañas sobre el servicio de emergencias del 112, la movilidad y el transporte público y la difusión de las acciones de la Vicepresidencia Primera de Presidencia, Xustiza e Deportes, de nuevo el departamento del responsable del Comité Electoral de Feijóo.
Las empresas beneficiarias son Imaxe Intermedia, SA y C Grupo de Empresas de Comunicación Marketing e Investigación, SA. Ellas serán quienes decidan qué medios —periódicos de papel o digitales, radios y televisiones— ingresan el dinero. El procedimiento de adjudicación fue restringido: únicamente pudieron presentar ofertas las empresas seleccionadas por la Xunta.
El Gobierno de Alfonso Rueda, sometido a un serio desgaste en las últimas semanas por su errática gestión de la crisis medioambiental provocada por la llegada de microplásticos a la costa procedentes de un contenedor que cayó al agua a la altura de Viana do Castelo (Portugal), no se ha detenido ahí.
Apenas unos días antes de la manifestación organizada por una red de organizaciones, entre ellas cofradías de pescadores, que tendrá lugar este domingo en Santiago para denunciar la actuación de la Xunta y reclamar medidas de protección del mar y de la costa, la Xunta ha decidido movilizar 15 millones de euros que irán a parar directamente a los bolsillos de los mariscadores.
La excusa es paliar las caídas de producción por las lluvias torrenciales en los meses de octubre y noviembre “y la mala campaña navideña”, pero el Gobierno de Rueda no la ha concretado hasta ahora, con la manifestación convocada y el sector muy enfadado por la inacción de la Xunta, que demoró un mes la declaración de emergencia tras las primeras evidencias del vertido.
De manera inmediata, la Xunta entregará “una ayuda extraordinaria directa para más de 7.000 profesionales de marisqueo a pie y a flote que rondará los cuatro millones de euros” y entregará “también fondos para las entidades representativas del sector".
“La orden de ayudas por parada temporal en las zonas afectadas aportará 10 millones más que no se cobrarán hasta el próximo verano”, según la Federación Gallega de Cofradías.
Centros gallegos
La sospecha de interés electoral se tiene también sobre la decisión de la Xunta de adelantar la publicación de ayudas, por valor de 1,35 millones de euros, dirigidas a financiar el funcionamiento de los centros gallegos del exterior y el desarrollo de las actividades sociales o culturales. La convocatoria se publicó esta semana en el Diario Oficial de Galicia.
De estas ayudas depende en gran parte el sostenimiento de los centros en torno a los cuales se organizan los ciudadanos gallegos que emigraron a otros países, especialmente en América, así como sus descendientes. De allí proviene también un número importante de votos que este año presumiblemente serán más después de la reforma electoral que acabó con el voto rogado.
Hay casi medio millón de personas con derecho a voto en las elecciones gallegas que viven en el extranjero, 170.000 de ellas solo en Argentina. Son casi tantos como los que tendrán derecho a votar el 18 de febrero en Lugo y Ourense y son residentes en Galicia.
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De su importancia da idea lo que ocurrió hace cuatro años: una semana después de revalidar su mayoría absoluta en 2020, el recuento de las papeletas emitidas por los emigrantes gallegos en el exterior permitió a Feijóo aumentar su número de diputados y alcanzar los 42, su techo electoral, que hasta entonces solo había logrado Manuel Fraga.
En total, la Xunta prevé repartir en estos centros en el exterior 1,35 millones de euros destinados a gastos de funcionamiento, ayudas para proyectos culturales, sociales, acciones informativas y proyectos promovidos por la juventud y “ayudas para acciones de especial relevancia”. En total hay más de 200 centros repartidos por América, Europa y España, muchos de los cuales dependen de la ayuda que les suministra la Xunta.
Al frente del departamento que distribuye el dinero, la Secretaría Xeral da Emigración, está Antonio Rodríguez Miranda. Para muchos no es una casualidad que Feijóo le situase, nada más llegar a Génova, como secretario ejecutivo del Partido Popular Exterior, precisamente la figura que se relaciona con los emigrantes gallegos en nombre del PP.
Dinero con sabor electoral. El Gobierno de la Xunta de Galicia acumula decisiones destinadas a regar con fondos públicos al menos tres sectores que pueden resultar clave para las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 18 de febrero: los medios de comunicación, los mariscadores y los centros que agrupan a los emigrantes gallegos y sus descendientes por todo el mundo.