el máster de Cifuentes
El presidente de los rectores niega que el caso Cifuentes pase factura a la universidad y critica la 'opinión pública publicada'
El presidente de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE), Roberto Fernández, ha afirmado que es "penoso" y "lamentable" el caso del falso máster de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes. Un hecho, que hace que "tengamos que reforzar, siempre que podamos, todos los controles internos sobre todas las materias universitarias, aunque hay que tener en cuenta que es una de las administraciones mejor controladas, y que tiene entre los españoles una de las mejores imágenes entre las corporaciones".
Fernández ha realizado estas manifestaciones preguntado por el asunto del máster de la expresidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, antes de un encuentro de trabajo que ha mantenido en la Universidad de La Rioja (UR). Sobre este asunto ha dicho estar "muy molesto con una parte de la opinión pública publicada, y también con el comportamiento de algunos representantes de algunas fuerzas políticas".
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"En España hay aproximadamente 8.300 programas de grado y de máster, y por tanto, es absolutamente imposible que no haya en algún momento algún tipo de irregularidad", si bien ha puntualizado que "hasta donde yo sé, en estos momentos no hay ningún rector, vicerrector, gerente o decano que esté imputado por algún hecho de irregularidad en la universidad española".
Ha negado que el asunto de Cifuentes pueda pasar factura a las universidades, al tiempo que ha insistido en que "me molesta que un caso entre miles haya sido utilizado, por algunas personas, para manchar la imagen de una de las instituciones más importante que tiene un país". En este punto, ha preguntado que "si alguien ha visto al primer ministro inglés o el presidente de Francia hablar mal de sus universidades, ya que son la marca de un país".
Ante ello, "y cuando esa marca funciona muy razonablemente, lo lógico y natural es que se hable bien de ellas, lo que no quiere decir que no se señalen las deficiencias que pueden tener, algo que solemos hacer en primer lugar los propios universitarios". Por tanto, ha concluido Fernández "estamos pidiendo insistentemente una nueva Ley de Universidades", y cuando lo hacemos los propios universitarios "decimos que queremos una reforma sensata, pactada y a largo plazo de la universidad española".