El presidente, la vicepresidenta y un magistrado más del Tribunal Constitucional (TC) abandonarán en las próximas semanas este órgano después del acuerdo alcanzado este jueves por Gobierno y PP para su renovación. El mandato de los tres, junto al de Fernando Valdés –quien renunció en octubre de 2020 después de ser acusado por un delito de malos tratos a su esposa–, caducó hace casi dos años, por lo que todo este tiempo han ejercido en funciones debido al bloqueo político para la renovación de órganos constitucionales.
El presidente del TC, Juan José González Rivas, y el magistrado Andrés Ollero fueron designados para el tribunal de garantías a propuesta del PP, mientras que la vicepresidenta Encarnación Roca y Valdés lo fueron por el PSOE. Ni Gobierno ni partido conservador han concretado de momento las particularidades del acuerdo, pero es de esperar que la cuota que sirvió para elegir a los salientes se mantenga para los entrantes, por lo que en los próximos meses se prolongaría la mayoría conservadora que impera en el órgano en los últimos años.
El Constitucional elige por unanimidad al conservador González-Trevijano como nuevo presidente
La salida de González Rivas y de Roca hará que la presidencia y la vicepresidencia del TC queden vacantes. La Constitución, si bien apenas se pronuncia sobre la organización interna del tribunal, sí señala que el presidente "será nombrado entre sus miembros por el rey, a propuesta del mismo tribunal en Pleno y por un período de tres años". Lo previsible será que el nuevo presidente, que tiene voto de calidad para deshacer empates, sea elegido entre los magistrados más veteranos, es decir, entre los que acaban mandato en junio de 2022.
Esos magistrados son, en concreto, Pedro González-Trevijano y Antonio Narváez (elegidos por el Gobierno) y Juan Antonio Xiol Ríos y Santiago Martínez-Vares (escogidos ambos por el Consejo General del Poder Judicial). De esta forma, la elección de los puestos de la presidencia y de la vicepresidencia recaería sobre ellos, aunque el periodo que ejercerían como tal debería ser relativamente corto dado que deben finalizar mandato en junio de 2022 tras permanecer en el tribunal de garantías sus nueve años correspondientes.
En caso de que se cumplieran los plazos estipulados y en junio de 2022 salieran del Constitucional, las puertas de la presidencia del tribunal quedarían abiertas para los siguientes en veteranía en el seno del Pleno, y entre ellos está el magistrado Cándido Conde-Pumpido, ex fiscal general del Estado, quien llegó a este órgano en marzo de 2017.
El presidente, la vicepresidenta y un magistrado más del Tribunal Constitucional (TC) abandonarán en las próximas semanas este órgano después del acuerdo alcanzado este jueves por Gobierno y PP para su renovación. El mandato de los tres, junto al de Fernando Valdés –quien renunció en octubre de 2020 después de ser acusado por un delito de malos tratos a su esposa–, caducó hace casi dos años, por lo que todo este tiempo han ejercido en funciones debido al bloqueo político para la renovación de órganos constitucionales.