Así pretende el PP instalar la imagen de Gobierno “mafioso” mientras calla sobre Ayuso

“Mafia o democracia”. Este es el lema que no deja de repetir en las últimas horas el Partido Popular contra el Gobierno. Alberto Núñez Feijóo ha subido todavía más el tono contra el Ejecutivo en las semanas de preparación del congreso de su partido a principios de julio, y prepara toda la artillería para calentar la calle con una manifestación el próximo 8 de junio en la que estarán José María Aznar y Mariano Rajoy.

El Partido Popular acusa directamente a Pedro Sánchez de ser un “capo” a raíz de las filtraciones en las que una militante de base (Leire Díez) aparece en una conversación con abogados y empresarios pidiendo información comprometida de un alto cargo de la UCO y prometiendo moverse a favor de ellos con la Fiscalía si acceden a sus peticiones.

Esto ha supuesto un revuelo político y mediático. El Gobierno y el PSOE se han desvinculado de una operación contra esta unidad de la Guardia Civil, que trabaja en varios de los casos cercanos al Ejecutivo, y ha abierto un expediente informativo sobre Díez, aunque Ferraz no ha tomado ninguna medida cautelar. Ella rechaza haber actuado por orden del PSOE y defiende que se trataba de un trabajo periodística sobre las cloacas.

La UCO, en el foco

El Partido Popular está desplegando una dura campaña hablando directamente de “mafia”, pero, a la vez, utiliza una doble vara de medir sobre la UCO. Durante semanas ha utilizado políticamente un informe que no ha visto la luz y que supuestamente está elaborando esta unidad. Una documentación que podría contener material delicado sobre Santos Cerdán (número tres de los socialistas) mientras no ha sido ni remitido al juez.

Pero, además, hay absoluto silencio dentro del Partido Popular sobre las informaciones conocidas sobre Juan Vicente Bonilla, capitán de la UCO fichado por el Gobierno de Isabel Díaz Ayuso para la Gerencia de Seguridad del Servicio Madrileño de Salud, en las que defiende el uso de la violencia (“alto, plomo y bomba lapa”) y profiere continuos insultos contra al presidente del Gobierno.

Asimismo, los populares durante toda la semana han silenciado que una jueza de Madrid ha propuesto juzgar a Alberto González Amador, pareja de la presidenta de la Comunidad, por un supuesto fraude de 350.951 euros a Hacienda y presunta falsedad documental. A la vez, en la causa que se sigue en el Tribunal Supremo contra el fiscal general del Estado el abogado de este empresario ha contradicho a su cliente y ha revelado que lo autorizó a negociar con la Fiscalía (lo que supone que el novio de la presidenta habría mentido en sede judicial, algo prohibido para los testigos).

La izquierda presiona a Ayuso

Los políticos de izquierdas lamentan que toda la atención mediática se centre en las filtraciones sobre Leire Díez y que se cree un clima de supuesta corrupción respecto al Gobierno central mientras el PP orquesta una campaña de “mafia” sin pestañear sobre Ayuso.

Más Madrid quiere llevar a la Asamblea regional el caso de Bonilla y ha registrado una batería de preguntas para que la presidenta y el Gobierno regional contesten en Vallecas en el próximo Pleno. “Si no las censuran, si no lo impiden, el jueves que viene las realizaré y tendrán que dar muchas explicaciones”, ha avanzado la portavoz del partido, Manuela Bergerot.

El líder del PSOE de Madrid y ministro de Transformación Digital y Función Pública, Óscar López, también ha denunciado el papel de Bonilla y sus palabras: “Así fantasea el último gran fichaje del Gobierno de Ayuso como atentar contra el presidente del Gobierno”. Los socialistas exigen su dimisión y asimismo van a llevar el tema a la Asamblea de Madrid. También remarcan que el PP quiere desviar la atención respecto a la imputación de varios ex altos cargos de la Comunidad de Madrid por las 7291 muertes en las residencias de ancianos de la región durante la pandemia.

"Habla de mafia una persona que estaba en un yate con un narcotraficante"

En el Gobierno y en el partido, según explican varias fuentes, están “tranquilos” respecto al intento de vincularlos con una operación contra la UCO. Las filtraciones sí han provocado malestar interno y, sobre todo, “tristeza” entre algunos dirigentes, porque, como confiesan, ven que no logran marcar el debate político y no calan medidas importantes como la aprobación de la ayuda de cien euros para gafas para menores de 16 años.

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Desde la dirección del PSOE se hace esta reflexión: “¿Podría alguien explicar por qué un capitán de la UCO que hablaba en mensajes de poner una bomba lapa en el coche del presidente del Gobierno o mandarle un sicario venezolano trabaja para Ayuso? ¿Por qué a un señor que decía en esos mensajes 'vamos a por el PSOE’ tienen que pagarle un sueldo todos los madrileños?”.

En la sala de máquinas del PSOE denuncian que el PP hable de “mafia o democracia”: “Lo grita un señor desde lo alto de un yate, con un narcotraficante al lado poniéndole cremita para el sol. Lo grita un partido que le otorgó su medalla de oro y brillantes al gran capo de los contrabandistas de Galicia. Lo dicen quienes todavía tienen problemas para condenar la dictadura de Franco. Los que pactan en comunidades autónomas y ayuntamientos con la ultraderecha del brazo en alto y el Cara al sol. Mafia o democracia. Conocen muy de cerca a la mafia, y están muy lejos de saber honrar la democracia”.

Respecto a Leire Díez, en Ferraz se desvinculan de esas conversaciones y señalan que tanto ella como el empresario Javier Pérez Dolset han negado actuar a favor del PSOE: “Hemos hecho lo que procede, que es abrir un expediente informativo para saber más. El medio de comunicación que inició la tormenta de fango ha sido incapaz de demostrar que su aseveración de ‘la fontanera de Ferraz’ sea cierta. Ya está bien de que todos tengamos siempre que demostrar nuestra inocencia, ante acusaciones que nadie prueba. Siempre la carga de la prueba en el PSOE, mientras vemos mensajes de un capitán de la UCO que trabaja para Ayuso que ponen los pelos de punta”.