La imagen de las puertas de la madrileña calle de Ferraz el lunes y el martes impactó entre los socialistas. Con los gritos y las bengalas. Se unieron a las fotografías que llegaban de sedes en otros rincones de España, con pintadas y concentraciones instigadas por las derechas. Los cargos del PSOE están preocupados por esta deriva de los partidos de la oposición en plenas negociaciones de investidura. Y ponen el foco en Alberto Núñez Feijóo.
La indignación recorre entre los socialistas por la actitud del principal partido de la oposición. “Si hubiera una condena rotunda de Feijóo, esto se frenaría”, como explica uno de los principales barones del PSOE. Varios altos cargos socialistas consultados explican que la posición del PP respecto a estos “ataques” está dando a sectores de la derecha y de la ultraderecha aire a protestas de tintes “agresivos”.
Para la mayoría del partido las imágenes que se repiten en las puertas de sus sedes refleja la “deriva” de un líder del Partido Popular echado en brazos del partido de Santiago Abascal. “Feijóo está mudo”, critican fuentes de la dirección socialista, que recuerdan que los populares y la ultraderecha son socios en la mayoría de las comunidades autónomas.
El PSOE trata de alejar la presión de las sedes
Los socialistas han extremado las precauciones durante estas horas ante la tensión en las puertas de sus sedes. El ‘número tres’ del partido, Santos Cerdán, emitió una circular para todos los secretarios de Organización autonómicos, provinciales e insulares pidiendo que se suspendieran las actividades en todas las sedes, esperando que sea algo circunstancial. Además, se solicitó que tampoco fueran los trabajadores del partido a sus puestos de trabajo el martes por la tarde.
Desde La Moncloa se pidió, sin éxito, que el PP condenara rotundamente estos ataques, como expresó la ministra de Política Territorial y portavoz en funciones, Isabel Rodríguez, quien también quiso trasladar un mensaje de apoyo a los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado por actuar con “proporcionalidad”. En el Ejecutivo dan máxima importancia a esta cuestión y entienden que va contra la propia democracia esas concentraciones, ya que se producen en mitad de las negociaciones para lograr la investidura. Un miembro del Consejo de Ministros sostiene: “Es muy fuerte, tendría que abrir todos los periódicos”.
El Partido Popular está en plena pugna con Vox por capitalizar las protestas en las calles contra el Gobierno de coalición y la futura ley de amnistía. En las concentraciones de Ferraz estaba el líder de la ultraderecha, Santiago Abascal, pero también durante estos días se ha visto a la expresidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre. Los populares acusan además al Ejecutivo en funciones de obligar a los agentes “a tratar a las personas en la calle como si fueran CDR: No lo eran. Y lo hicieron de manera injusta”. Feijóo ha convocado marchas en toda España este domingo y él acudirá a la convocada en la Puerta del Sol.
"Acoso" y violencia "deleznable"
El PP quiere poner en la picota al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, que ha asumido en primera persona los “criterios operativos” dados a los agentes antidisturbios en la calle de Ferraz. El miembro del Ejecutivo pidió también directamente al PP y a Vox que cesen su “acoso” y no instiguen la violencia “deleznable”. "La coacción es algo ajeno a lo que todos queremos o entendemos como el hábitat natural para nuestros derechos y libertades", remachó.
También desde el Gobierno, el titular de Presidencia, Félix Bolaños, apuntó que es “preocupante” que Núñez Feijóo “justifique” estas manifestaciones, impulsadas por la ultraderecha y llenas de “rencor, crispación y odio”. Pero advirtió: “España tiene un gran presente y un mejor futuro”. En el extremo opuesto, Vox sigue tratando que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado se revuelvan contra Interior. Su portavoz en el Congreso, Pepa Millán, al llegar el martes a la concentración en Ferraz lanzó: "Todos estamos sujetos a la legalidad. Los funcionarios públicos, en este caso la Policía, tienen que velar por el respeto al Estado de derecho y lo que pedimos es que ante esas órdenes que son manifiestamente ilegales no se haga el debido caso".
Cargos socialistas en toda España también confiesan en privado que esa crispación está calando en la calle, donde reciben ellos mismos insultos. “Es tremendo, el PP se ha equivocado. Esperemos que esto sea el pico. Estamos preocupados”, indica el líder de una de las federaciones más grandes del PSOE. No obstante, todas las fuentes indican que lo que pasa en las puertas de sus sedes no representa a la sociedad española, que, en su opinión, apuesta por un Gobierno progresista.
Asimismo, los cargos indican que la unidad es total en el partido, a pesar de algunas voces como la de Emiliano García-Page, y son conscientes de que son los momentos más difíciles ahora por no terminar de rematarse un acuerdo con Junts. Para muchos socialistas es una “agonía” esta fase final de las conversaciones. Quieren que se llegue al pacto, que se conozca la ley y que el partido haga una labor pedagógica ante la sociedad.
La negociación, "sin horizonte temporal"
Y es que en el PSOE se había instalado desde la semana pasada la sensación de que esa investidura sería inminente y que Pedro Sánchez llegaría a la cumbre de Málaga de los socialistas europeos del viernes y del sábado investido como jefe del Ejecutivo. Pero los tiempos se están demorando, pasando este martes a ser otra jornada en la que se pasó de la sensación de que ya había pacto a enfriarse el apretón de manos.
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“No tenemos un horizonte temporal”, indicaron fuentes de los negociadores por parte del PSOE. Los socialistas y Junts siguen intercambiando documentos e intentando limar los flecos técnicos, aunque también reconocen en el PSOE que se están tratando cuestiones políticas que parecían cerradas hasta el momento. De esta manera, se dificulta la posibilidad de que sea en estos días la investidura (aunque se puede convocar un Pleno de la Cámara Baja 24 horas después de que se alcance un acuerdo).
La situación ante las sedes socialistas llevó también a que desde Sumar se solidarizaran con sus compañeros de coalición. "Las derechas de este país intentan ganar con jueces afines y con algaradas organizadas de los barrios ricos lo que no ganan en las urnas. Simplemente, para tranquilidad de la ciudadanía, decirles que no prevalecerán, que vamos a tener un acuerdo que vamos a ver en investidura y, como nosotros lo vivimos en carne propia, toda la solidaridad a la militancia socialista que está sufriendo estos ataques impresentables", trasladó el secretario primero de la Mesa del Congreso, Gerardo Pisarello.
Desde Podemos, asimismo, comentan que ellos llevan viviendo años la situación que ahora atraviesa el PSOE y señalan que tardaron meses en Ferraz en solidarizarse por las protestas frente a la casa de Pablo Iglesias e Irene Montero. Para los ‘morados’. este episodio evidencia una vez más la deriva “golpistas” de las derechas en España.
La imagen de las puertas de la madrileña calle de Ferraz el lunes y el martes impactó entre los socialistas. Con los gritos y las bengalas. Se unieron a las fotografías que llegaban de sedes en otros rincones de España, con pintadas y concentraciones instigadas por las derechas. Los cargos del PSOE están preocupados por esta deriva de los partidos de la oposición en plenas negociaciones de investidura. Y ponen el foco en Alberto Núñez Feijóo.