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El PSOE descarta un pacto con el PP en la FEMP y podría ofrecer puestos menores a las listas de Podemos

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Ibon Uría

El Partido Socialista se aseguró ya en las pasadas elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo la posibilidad de arrebatar al PP la Presidencia de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). No porque le ganara en votos –se quedó a unos 450.000 en toda España–, sino porque redujo la diferencia con los conservadores y porque los pactos electorales le han conferido mayor poder municipal, determinante a la hora de elegir a la directiva de la entidad.

La votación para renovar los cargos de la FEMP se celebrará este sábado a las 18:00 horas. A la federación están asociadas 7.346 de las 8.174 entidades locales que existen en España, aunque no todas ejercerán su derecho al sufragio, porque para ello es necesario que se inscriban previamente. Además, y en función de la población a la que representan, su voto tiene diferente valor: desde 2 puntos –en el caso de los municipios de hasta 2.500 habitantes– hasta 100 –si superan el millón de ciudadanos–.

El PSOE ya anunció la semana pasada que "ganará ampliamente" la elección y que, por tanto, el hasta ahora vicepresidente de la FEMP y alcalde de Vigo, Abel Caballero, se convertirá en el número uno de la entidad. En la dirección del PSOE calculan que obtendrán en la asamblea unos 13.000 votos por los 10.000 del PP, y reiteran que conseguirán imponerse "sin problemas". La cuestión, ahora, estriba en saber si otros partidos logran colarse en los órganos de gobierno y en qué posiciones.

Una sistema bipartidista

La duda surge por el particular sistema de elección de los cargos en la federación. En una primera votación se elige al presidente y a los dos vicepresidentes. El cabeza de lista más votado y su segundo se convierten automáticamente en el presidente y el vicepresidente segundo. El número uno de la segunda lista más votada se queda, por su parte, con la vicepresidencia primera. Las listas son cerradas y bloqueadas, y el plazo para presentarlas concluye apenas una hora antes de la votación.

En una segunda votación se escoge a los 22 vocales y los cargos se reparten, nuevamente, entre la lista más votada –que se alza con 12 representantes– y la segunda –que consigue 10–. El resto de listas no obtienen ningún asiento en la Junta de Gobierno. Más aún, si una candidatura logra dos tercios de las papeletas se adjudica automáticamente todos los puestos. Es lo que ocurrió en la última asamblea, en 2011, cuando PP y PSOE pactaron una lista donde también se incluyó a representantes de CiU, IU y el PAR.

Finalmente, una tercera votación sirve para seleccionar a los 61 vocales del Consejo Territorial, para el que se proclaman elegidos los 31 primeros candidatos de la lista más votada y los 30 de la segunda. También aquí, si una propuesta consigue un respaldo igual o superior a los dos tercios de los apoyos en juego, sienta directamente a todos sus representantes. En las tres votaciones cualquier candidatura necesita el respaldo mínimo del 5% de los votos del Pleno para poder concurrir.

El PP quiere un nuevo pacto

Ante su pérdida de poder a nivel municipal, fuentes conocedoras de la negociación señalan que la opción preferida por el PP sería presentar de nuevo una lista conjunta. Los conservadores aceptarían que Abel Caballero fuera presidente y proponen que el número uno saliente, Íñigo de la Serna –alcalde de Santander– se convierta ahora en vicepresidente primero. El PP pretende, además, que en esa lista no figuren miembros de los ayuntamientos que gobiernan candidaturas en las que participa Podemos.

Pero los socialistas no parecen estar por la labor de pactar. Fuentes de la negociación consultadas por infoLibre ven"muy difícil" reeditar el acuerdo porque el PSOE califica de "irrenunciable" que la FEMP se convierta en una entidad "fuerte y reivindicativa" que "defienda la autonomía local" y abogue por la derogación de la Ley de Racionalización de la Administración Local –que restringió las competencias de los municipios–, la de Haciendas Locales –que introdujo cambios en materia de financiación– y la eliminación del techo de gasto.

Fuentes de la dirección del PSOE apuntan, por su parte, que el partido "siempre ha beneficiado" la inclusión de representantes de otras fuerzas en la federación y afirman que ese "espíritu" se va a mantener. Es decir, que "no sólo PP y PSOE" deberían estar representados en la FEMP, pues consideran que esta debe ser un "espacio para el entendimiento entre ayuntamientos". Otros conocedores de la negociación apuntan que los socialistas estarían por la labor de ceder un asiento a IU y otro a Coalición Canaria.

IU confía en llegar a un acuerdo

Precisamente en las filas de Izquierda Unida se confía en alcanzar un "acuerdo" para una "lista de consenso". La federación descarta prácticamente por completo la idea de presentar una candidatura propia y se dice "consciente" de sus propias limitaciones y de "su peso" en el mundo municipal –gobierna unos 200 municipios–. Por eso apuesta por "intentar llegar a un entendimiento con la lista más progresista", la socialista, para "intentar revertir el paradigma del bipartidismo que representa la FEMP" desde "dentro". Por parte del PSOE, aseguran, "hay buena disposición para el entendimiento".

"No se trata de que dependamos de la generosidad del PSOE para obtener representación en la FEMP –añaden fuentes de la dirección de IU–, sino que es una relación amistosa casi obligatoria: no hay que olvidar que los socialistas han conseguido gobernar en muchos ayuntamientos gracias a IU". Izquierda Unida presentará, además, cuatro resoluciones para su aprobación en el Pleno del sábado: una para "hacer la FEMP menos personalista", una segunda para derogar la reforma local, otra para que el Gobierno mejore la financiación de las entidades locales y una última para poner en marcha ayudas para familias en situación de emergencia social.

El dilema de las listas de Podemos

Por último, queda pendiente resolver el posible encaje de las candidaturas en las que se integró Podemos y que gobiernan ciudades como Madrid –Ahora Madrid–, Barcelona –Barcelona en Comú–, Zaragoza –Zaragoza en Común– o Cádiz –Por Cádiz sí se puede–, entre otras. Habida cuenta de que sus votos son claramente insuficientes para desplazar a PP o PSOE de la segunda posición, y de que sólo dos listas obtienen cargos en la federación, sus únicas opciones serían integrarse en la candidatura del PSOE o quedar fuera del reparto.

Así las cosas, y aunque la portavoz municipal del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre, señaló el pasado jueves que Ahora Madrid trabaja en una candidatura para la presidencia de la entidad, fuentes del partido se dicen conscientes de que es imposible tener éxito en esa misión. "Estamos en conversaciones [con otras candidaturas que gobiernan ciudades como Barcelona o Zaragoza] para ver si hay una tercera lista", señalan, pero admiten que "el objetivo es llevar el cambio a la FEMP" y que "sólo las dos primeras tienen representación".

Otras fuentes que siguen estos días las conversaciones apuntan que los socialistas podrían ofrecer a estos representantes municipales algún hueco, aunque todo apunta que se trataría de puestos poco destacados, sin entrar en la Junta de Gobierno. En ese caso, las opciones pasarían por sentar a los autodenominados miembros de los "ayuntamientos del cambio" en el Consejo Territorial o en alguna Comisión. La candidatura definitiva no se cerrará, en todo caso, hasta el último minuto.

Un presupuesto mengüante

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La federación, creada en 1981, fue la sucesora de la Federación Española de Municipios aparecida apenas un año antes, tras las primeras elecciones democráticas y a iniciativa del entonces alcalde de Madrid, Enrique Tierno Galván. Su presupuesto proviene mayoritariamente de las cuotas de las entidades locales asociadas –que pagan esas cantidades en función de su población– y de subvenciones del Ministerio de Hacienda y de otros organismos públicos que canalizan a través de la entidad ayudas para programas municipales.

En los últimos años se han desplomado los ingresos de la entidad, especialmente por la caída de las subvenciones y ayudas. Así, mientras que en 2010 contó con 60,2 millones de euros anuales, en 2013 y 2014 su presupuesto apenas superó los 20 millones. Para 2015 están previstos en sus cuentas unos recursos de 18,9 millones de euros.

Entre sus objetivos figuran la defensa de las competencias de los ayuntamientos, el fortalecimiento de las relaciones con los ámbitos municipales de otros países y la prestación de servicios a entidades locales o a los entes de que ellas dependan. En esta última etapa, bajo la presidencia del conservador De la Serna, la FEMP ha recibido críticas de otros partidos como el PSOE o Izquierda Unida, que consideran que se ha alejado de la reivindicación de los intereses de los municipios y que ha practicado un acusado "seguidismo" del Gobierno central.

El Partido Socialista se aseguró ya en las pasadas elecciones autonómicas y municipales del 24 de mayo la posibilidad de arrebatar al PP la Presidencia de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). No porque le ganara en votos –se quedó a unos 450.000 en toda España–, sino porque redujo la diferencia con los conservadores y porque los pactos electorales le han conferido mayor poder municipal, determinante a la hora de elegir a la directiva de la entidad.

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