"Desgarro total". Así de descarnado se confiesa un miembro de la cúpula del PSOE. El partido vive unas horas muy difíciles tras la decisión del exministro de Transportes José Luis Ábalos de seguir en el Congreso como diputado del Grupo Mixto a pesar de que Ferraz la exigió abandonar su puesto.
El PSOE vive entre la rabia, el dolor y la indignación la decisión del que fuera todopoderoso secretario de Organización. Un hombre muy querido entre los suyos, que ahora se sienten traicionados por la decisión de Ábalos. Pero la sensación es compartida entre ministros y altos cargos consultados: "Hemos hecho lo que teníamos que hacer".
El partido quiere pasar página. Pero lo quiere hacer con hechos, como señalan en la sede de Ferraz y en el Ejecutivo. No una huida hacia adelante, indican, sino que impulsan a que se llegue "hasta el final", además de demostrar que no actúan como el Partido Popular.
Cómo va a actuar el PSOE y La Moncloa
¿Y cómo lo van a hacer? Desde el Palacio de La Moncloa recalcan que esas líneas van en varios sentidos: "colaboración absoluta con la Justicia", asunción de responsabilidades, creación de la comisión de investigación en el Congreso y la auditoría interna encargada por el Ministerio de Transportes, donde estaba supuestamente la plataforma de la trama a través del exasesor Koldo García.
El presidente del Gobierno habló por primera vez este miércoles tras conocerse la decisión de Ábalos con motivo de la pregunta lanzada en la sesión de control por parte del líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, quien le acusó de conocer y "tapar" la trama de las supuestas mordidas en contratos durante la pandemia por valor de 50 millones de euros.
"Todo lo contrario a ustedes", le reprocho Sánchez a Feijóo, al que le dijo que causaba "sonrojo el que piense que puede sacar tajada política de la corrupción". El presidente trata de hacer ver esa diferencia ante quien llegó a Génova 13, en su opinión, para "tapar" la corrupción. "¿Por qué cayó Pablo Casado?", lanzó a modo de pregunta ante el PP.
Los socialistas salieron en tromba ante la ofensiva del Partido Popular en el Congreso para recordar que los barones del PP desplazaron a Casado por denunciar el supuesto caso de corrupción de las mascarillas en Madrid del hermano de Isabel Díaz Ayuso o que Alberto Núñez Feijóo veraneaba con Marcial Dorado, condenado por narcotráfico.
La creación de la comisión se intensifica la semana que viene
Los socialistas quieren que la comisión de investigación que han registrado en el Congreso se vuelva en contra del PP por utilizar este caso. Según fuentes socialistas, la Mesa calificará la semana que viene esta iniciativa y la Junta de Portavoces la verá a la siguiente. Por lo tanto, la idea es que su aprobación vaya a Pleno en tres semanas.
De manera paralela, el Ministerio de Transportes, que ahora dirige Óscar Puente, ha encargado una auditoría a la Inspección General de Transportes por los contratos de mascarillas. Como subrayan fuentes gubernamentales, será un control máximo hecho por funcionario independientes: "personas que estaban antes de que llegáramos y que seguirán cuando nos vayamos".
El Gobierno tiene la intención de remitir la auditoría, una vez que esté disponible, a las comisiones de investigación parlamentarias que se hayan convocado y los órganos judiciales correspondientes, además de hacerla pública para todos los ciudadanos. En el Ministerio trasladan que la Inspección General de Transportes elevará en sus conclusiones las recomendaciones para la mejora de la organización y los procedimientos para prevenir cualquier riesgo de eventuales situaciones contrarias a la ética y el interés público.
Desde el Gobierno también recuerdan que la operación de compra en Transportes fue fiscalizada por el Tribunal de Cuentas y por la Intervención General del Estado sin que se detectaran incumplimientos formales. Fuentes del Ministerio del Interior también subrayan que los contratos de 3,4 millones de euros "están fiscalizados por la Intervención General y por el Tribunal de Cuentas".
"Qué pena acabar así"
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Durante estas horas no oculta la mayoría de cargos su enfado absoluto con la reacción de Ábalos. No gustó nada su comparecencia ante los periodistas: "Qué pena acabar así", como indica una parlamentaria socialistas. Lo que hay es un cierre total de filas con Pedro Sánchez y la dirección. "Hemos hecho lo que teníamos que hacer", como repiten varias fuentes del partido.
"Esto es política. Ahora a seguir trabajando por el bien de la gente", resume un ministro cuando se le pregunta por la situación de Ábalos. Nadie creía que fuera a actuar así el que fuera secretario de Organización: "Él sabe lo que eso significa. Hace daño al partido. Iba en las listas del 23 de julio por Valencia por las siglas. Si tu partido pierde la confianza en ti, te tienes que marchar", indica otro alto cargo del PSOE.
En el Congreso estuvieron expectantes por si aparecía Ábalos en el hemiciclo, pero el exministro decidió no aparecer y hacer una tournée por diferentes medios. En esos espacios aseguro que votaría siempre igual que el PSOE, pero también dio rejonazos poniendo en duda dónde está el límite. Sus palabras van dirigidas hacia el actual 'número tres' del PSOE, Santos Cerdán, a través del cual conoció a Koldo García. En el PSOE indican que no hay miedo a ninguna manta "porque no hay".
"Desgarro total". Así de descarnado se confiesa un miembro de la cúpula del PSOE. El partido vive unas horas muy difíciles tras la decisión del exministro de Transportes José Luis Ábalos de seguir en el Congreso como diputado del Grupo Mixto a pesar de que Ferraz la exigió abandonar su puesto.