En apenas veinte minutos, el grupo parlamentario socialista oficializó este lunes su posición sobre la moción de censura de Unidos Podemos, que se debatirá este martes. Y, como se preveía, los diputados del PSOE se abstendrán. La posición del secretario general Pedro Sánchez no recibió críticas de calado. Su portavoz provisional en la Cámara baja, José Luis Ábalos, defendió ya horas antes la decisión adoptada: argumentó que el Ejecutivo es "absolutamente censurable" y que la moción del grupo morado es "inmadura". "Si no podemos apoyar al Gobierno y no podemos apoyar esta alternativa, no nos queda otra posibilidad", resumió.
En la reunión a puerta cerrada de este lunes, que comenzó pasadas las cinco de la tarde, ningún diputado defendió una posición diferente a la abstención: no hubo voces que pidieran votar en contra –algo que inicialmente defendió la comisión gestora– ni tampoco que reclamaran un sí. Las únicas intervenciones críticas provinieron del valenciano Ciprià Císcar, que dijo que la abstención es una decisión personal de Sánchez pero se mostró "de acuerdo" con ella, y la gallega Lola Galovart, que lamentó haberse enterado por la prensa de la decisión. Los afines a Sánchez destacaron el buen ambiente y recordaron, preguntados sobre los cauces seguidos, que el partido aún no tiene Ejecutiva ni un Comité Federal renovado y que la situación, hasta el Congreso Federal de este fin de semana, es de cierta excepcionalidad.
A su llegada a la cita, el diputado vasco Odón Elorza, que apoyó a Sánchez en la campaña de las primarias muy activamente, consideró que la moción de Unidos Podemos es "inoportuna" por cuanto se ha presentado "casi al margen de otras fuerzas de izquierda", en "vísperas de las primarias del PSOE" y tratando de "provocar contradicciones" entre los socialistas. Elorza insistió en que Iglesias ni siquiera se ha molestado en explicar cuál es el programa de Gobierno que propone y afirmó el PSOE "no va a quemar ahora" el "cartucho" de la moción de censura, sino que "lo utilizará cuando Pedro Sánchez lo considere conveniente".
Otra de las diputadas que votó contra la investidura de Mariano Rajoy y que apoyó a Sánchez en su carrera por recuperar el mando del PSOE, Zaida Cantera, apuntó por su parte que las mociones de censura tienen que tener "carácter constructivo", y que toda vez que Podemos no ha explicado con qué programa ni con qué números pretende que salga adelante su iniciativa, es una propuesta que no constituye una "alternativa real". "El Parlamento no está para hacer juegos con la gente, sino para presentar iniciativas que sirvan. Basta ya de tanto circo", agregó la parlamentaria socialista.
Horas antes, Ábalos sostuvo en declaraciones a los medios que "la izquierda tiene que ser una esperanza, no un elemento de frustración" y que "no basta con indignarse". "La izquierda tiene que dar alternativas a la indignación", incidió el diputado, que calificó la iniciativa presentada por Podemos de "inmadura", porque sus autores ni siquiera se han molestado en buscar apoyos y porque la presentaron "sin consultar" ni "compartir" con otros partidos. Además, el portavoz subrayó que a juicio del PSOE la alternativa que encabeza Pablo Iglesias "queda muy lejos de lo que sería la posibilidad de un Gobierno", informa Europa Press.
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Eso sí, explicó que el grueso de sus críticas irán dirigidas al PP porque lo verdaderamente lamentable es "que en este país siga gobernando la derecha pese a la gran pulsión de cambio que ha habido. En ese sentido, dijo que no piensa centrar sus críticas en Unidos Podemos. "Si alguien quiere seguir instalado en seguir peleándose con los que deben ser compañeros de viaje, me parece un grave error", advirtió Ábalos, que será quien este martes defienda la posición de los socialistas en el hemiciclo, toda vez que el líder del partido, Pedro Sánchez, no tiene acta de diputado ni tampoco acudirá al Congreso de los Diputados.
La estrategia de la nueva dirección socialista pasa rebajar la beligerancia hacia Unidos Podemos. Sánchez dijo hace unos días que se siente "muy próximo a los votantes de Podemos", en lo que se entendió como un gesto para intentar recuperar electores que en el pasado votaron socialista y ahora respaldan a Iglesias. Fuentes de su entorno admiten que para "ganar credibilidad" entre los progresistas no conviene cargar en exceso contra Podemos ni responder a las "provocaciones" del líder de Podemos. El secretario general del PSOE, en esta nueva etapa, quiere reforzar su perfil izquierdista, presentarse como única alternativa real de Gobierno al PP y reforzar su liderazgo.
Ábalos apuntó este lunes que centrará su intervención en criticar al Gobierno de Rajoy, al que culpará del aumento de la desigualdad y de las injusticias. Entre los elementos contra los que cargarán los socialistas estará la reforma laboral, que ha "empobrecido" a la clase trabajadora. El portavoz denunciará igualmente la "degradación institucional" provocada por la corrupción y que en buena medida, a su juicio, es responsabilidad del PP por sus múltiples escándalos. Encima de la mesa también pondrá cuestiones como la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones o la fuga de talentos por la emigración de jóvenes trabajadores cualificados.
En apenas veinte minutos, el grupo parlamentario socialista oficializó este lunes su posición sobre la moción de censura de Unidos Podemos, que se debatirá este martes. Y, como se preveía, los diputados del PSOE se abstendrán. La posición del secretario general Pedro Sánchez no recibió críticas de calado. Su portavoz provisional en la Cámara baja, José Luis Ábalos, defendió ya horas antes la decisión adoptada: argumentó que el Ejecutivo es "absolutamente censurable" y que la moción del grupo morado es "inmadura". "Si no podemos apoyar al Gobierno y no podemos apoyar esta alternativa, no nos queda otra posibilidad", resumió.