El Grupo Popular Europeo, en el que está integrado el Partido Popular de Mariano Rajoy celebra estos días en Toledo unas mesas de debate político. Tras la inauguración del miércoles, a cargo de la secretaria general de los conservadores, María Dolores de Cospedal, este jueves fue el turno de Mariano Rajoy. En su intervención, en jefe del Ejecutivo trazó, a grandes rasgos un debate muy parecido al del debate del estado de la nación centrándose en dos cuestiones: la economía y la importancia de que las reformas que el Gobierno ha emprendido en los últimos años en España no se frenen. Para insistir en este último argumento, construyó un debate basado en arremeter contra los populismos, los "radicalismos de derecha o izquierda" y los partidos xenófobos.
A nadie del auditorio le pasó inadvertido que, en el caso de España, Rajoy estaba dirigiendo sus palabras aPodemos, la formación liderada por Pablo Iglesias y que pisa los talones a su partido en gran parte de las encuestas. El presidente del Gobierno y de los conservadores se quejó de que se haya instalado la idea de que lo nuevo es mejor que lo conocido. "Parece como si todo aquello que se presentara como nuevo es bueno", dijo.
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Para Rajoy, tanto los radicalismos de derechas, como los de izquierdas como los partidos xenófobos plantean "inventos artificiales que nunca han resuelto nada ni han hecho nada positivo en la historia". Ideas "simplistas, trasnochadas y fracasadas"
Así, invitó a sus socios del PP Europeo (PPE) a "combatir estos movimientos". "Con la fueza que dan nuestros principios y nuestras realizaciones", les dijo.
A juicio del presidente del Gobierno, que terminó su intervención reclamando que no se levanten muros "que tanto costó derribar", "es mucho más fácil deshacer que hacer, volver atrás o quedarse quieto que reformar".
El Grupo Popular Europeo, en el que está integrado el Partido Popular de Mariano Rajoy celebra estos días en Toledo unas mesas de debate político. Tras la inauguración del miércoles, a cargo de la secretaria general de los conservadores, María Dolores de Cospedal, este jueves fue el turno de Mariano Rajoy. En su intervención, en jefe del Ejecutivo trazó, a grandes rasgos un debate muy parecido al del debate del estado de la nación centrándose en dos cuestiones: la economía y la importancia de que las reformas que el Gobierno ha emprendido en los últimos años en España no se frenen. Para insistir en este último argumento, construyó un debate basado en arremeter contra los populismos, los "radicalismos de derecha o izquierda" y los partidos xenófobos.