¿En qué se asemejan Rodrigo Rato, Jordi Pujol, el fallecido Emilio Botín y hasta el rey emérito Juan Carlos I? Pues en que todos ellos han asegurado haber recibido de sus progenitores importantes cantidades de dinero en Suiza u otros paraísos fiscales que habrían permanecido ocultos a la Hacienda española durante décadas.
El exvicepresidente del Gobierno Rodrigo Rato o el expresident catalán Jordi Pujol permanecen imputados en relación al descubrimiento de Hacienda, mientras que el president en funciones catalán, Artur Mas, ni está ni ha estado imputado tras conocerse en 2008 que sus padres habían dispuesto de fondos opacos en Liechtenstein.
Por su parte, el difunto padre de la actual presidenta del Santander, Ana Patricia Botín, vio cómo su caso y el de sus hermanos se archivaba tras ser avisados por Hacienda de que habían detectado que la familia disponía de importantes cantidades de dinero en Suiza que no habían tributado en España.
Declarados voluntariamente
El último en apuntarse al carro del origen filial de su dinero para justificar la existencia de los fondos opacos al fisco ha sido el expresidente del Gobierno y ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Rodrigo Rato, quien en declaraciones realizadas a la Agencia Efe aseguró que todos los bienes de los que dispone en el extranjero tienen un origen familiar y que fueron declarados "voluntariamente" a Hacienda.
El exvicepresidente defendió su cumplimiento con la Hacienda Pública en cada una de las cuestiones requeridas. Así, en el caso concreto de los bienes en el extranjero, recalcó que todos ellos "tienen origen familiar" y fueron declarados "conforme a los criterios del propio Ministerio de Hacienda". Además, añadió que no dispone ni ha dispuesto anteriormente de otros bienes en el extranjero "no declarados".
Pero está claro que esta forma de defensa, independientemente de la credibilidad que se le dé, pone el foco en las familias de los dirigentes políticos y del banquero, que de esta forma serían los auténticos artífices, siempre según esta versión, de enviar a Suiza importantes cantidades de dinero que no han tributado en España.
infoLibre analiza, caso a caso, los polémicos "orígenes familiares" de las fortunas de los Rato, Pujol, Mas y Botín:
El patriarca de los Rato, condenado
Ramón Rato y Rodríguez San Pedro, padre del exvicepresidente del Gobierno, fue descendiente de Faustino Rodríguez-San Pedro Díaz-Argüelles, un político asturiano que llegó a ser ministro y alcalde de Madrid durante el reinado de Alfonso XIII. Su primer apellido da nombre a una conocida calle madrileña, en el barrio de Moncloa. Y por parte de madre, Rato es descendiente de una conocida familia asturiana: los Figaredo, relacionados con la minería.
Los periodistas Javier Cuartas (La Nueva España) y Ramón Tijeras, este último profesor de la Universidad Rey Juan Carlos, han trazado en diferentes publicaciones las andanzas de los Rato. El patriarca, Rodrigo Rato y Rodríguez San Pedro, fue encarcelado en 1966, en pleno tardofranquismo, por vaciar las entidades financieras Banco Murciano, Banco Medina y Banco de Siero, dejando a cientos de ahorradores desamparados.
Años después, Rato formaría parte de un episodio hasta cierto punto similar: la venta de preferentes a miles de ahorradores, que acabaron perdiendo gran parte de sus ahorros. En su libro Los Rato, el profesor Ramón Tijeras aporta datos concretos fruto de su investigación, que explica el motivo por el que el patriarca de los Rato, que falleció en 1998, acabó en prisión junto a su hijo, Ramón, hermano mayor de Rodrigo. (Uno de los relatos más detallados de las andanzas del patriarca de los Rato y sus herederos es el titulado Vendedor de burbujas, publicado por Alexánder Sequén-Mónchez en tintaLibre, donde se desmonta también alguna leyenda urbana).
Como consecuencia de esta causa, el Juzgado Especial de Delitos Monetarios condenó a tres años de cárcel y 176 millones de pesetas de multa al patriarca, y a dos años y 44 millones a Ramón. La Policía descubrió que a través de este banco se extrajeron un total de 70 millones de pesetas que fueron depositados en otras entidades suizas. Ramón Rato acabó siendo indultado por el régimen franquista. En su trayectoria posterior, este empresario creó el grupo de comunicación Rato, que acabó vendiendo casi todas sus emisoras a Onda Cero.
Según distintas informaciones, Rodrigo Rato consiguió en su etapa de vicepresidente que el Banco Argentaria le perdonara importantes deudas familiares. Además, según los correos de Blesa, el propio Rato se puso en contacto con el entonces presidente de Caja Madrid, Miguel Blesa, para negociar la publicidad en sus radios.
Rodrigo Rato, que aprovechó la relación de Manuel Fraga, entonces presidente de Alianza Popular, con su padre para lanzarse a la política, acabó siendo vicepresidente del Gobierno bajo la presidencia de José María Aznar. Pero sobre todo fue nombrado director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI), un puesto con rango de jefe de Estado. Su salida de este cargo marcó su decadencia, con cobros sospechosos desde la empresa Lazard, dirigida en España por su amigo y socio Jaime Castellanos.
Rato está imputado en la pieza principal del caso Bankia, de las tarjetas black y en el abierto sobre su patrimoniocaso Bankiatarjetas black personal denominado caso Rato. Este político del PP, que aparece también en los papales de Bárcenas como uno de los presuntos perceptores de la caja B controlada por Luis Bárcenas y Álvaro Lapuerta, también ha sido llamado a declarar como testigo en el caso Urdangarin.
La familia Pujol
Jordi Pujol i Soley, expresidente catalán que tenía muy en gala su cargo de molt honorable, conmocionó en julio de 2014 a la sociedad catalana y española en general al reconocer que durante toda su etapa el frente Generalitat había mantenido en Andorra fondos opacos por los que no había tributado en España. Y al igual que Rato, aludió a la herencia familiar para justificar que tuviera durante varias décadas este dinero, cuando en Cataluña aseguraba luchar contra el fraude fiscal.
"Mi padre Florenci Pujol i Brugat, dispuso como última voluntad específica que un dinero ubicado en el extranjero -diferente del comprendido en su testamento-, rendimiento de una actividad económica de la que ya se ha escrito y comentado, y que no estaban regularizados en el momento de su muerte en septiembre de 1980, fueran destinados a mis siete hijos y a mi esposa, porque él consideraba errónea y de incierto futuro mi opción por la política en lugar de seguir en el mundo de la actividad económica. Y más aún, porque habiendo vivido de cerca la época difícil de los años 30 y 40 tenía miedo de lo que podía pasar, y más de lo que podía pasarle a un político muy comprometido", aseguró Pujol, en un comunicado difundido a los medios de comunicación.
De esta forma, Pujol trataba de adelantarse a la investigación realizada sobre sus hijos, casi todos imputados en las diferentes causas abiertas. De hecho, según ha trascendido a los medios de comunicación, varios hijos regularizaron parte de los cuatro millones opacos heredados gracias a la amnistía fiscal acordada por el actual Gobierno del PP.
El comunicado de Pujol aporta más información, en la que trata de justificar los motivos por los que no regularizó ese dinero: "Lamentablemente no se encontró nunca el momento adecuado para regularizar esta herencia, como sí han podido hacer el resto de personas que se encontraban en una situación similar en tres ocasiones excepcionales a lo largo de treinta años de vigencia del actual sistema tributario. Finalmente ha sido en estos últimos días que los miembros de mi familia han regularizado esta herencia, con las consecuencias del nuevo marco legal aprobado para incentivar la última regularización excepcional de noviembre de 2012 y para penalizar extremadamente las regularizaciones posteriores", explica el comunicado de Pujol, en el que asegura ser el único responsable de las cuentas opacas de sus hijos.
En 1959, Florenci Pujol compró la Banca Dorca de Olot, futuro embrión de Banca Catalana, un proyecto fundado por él junto a su hijo Jordi y Francesc Cabana, donde trabajaría después. Al igual que ocurrió con el patriarca de los Rato, el de los Pujol fue condenado durante el franquismo. Fue en concreto en 1959 cuando Florenci Pujol fue condenado precisamente por evasión de capitales a Suiza.
La gestión de Banca Catalana fue calamitosa y culminó en una sonora quiebra de la entidad a principios de los años 80. Necesitó 300.000 millones de pesetas de dinero público para evitar su desaparición. La gestión del propio expresident Pujol estuvo marcada por la polémica, y las investigaciones de la Fiscalía fueron finalmente archivadas en una decisión de carácter eminentemente político.
Los Botín, avisados por la Hacienda de Zapatero
Emilio Botín-Sanz de Sautuola y García de los Ríos nació el 1 de octubre de 1934, cuatro días antes de que estallara en Asturias la denominada Revolución de Octubre, que se extendió a otras partes de España. Y ese mismo 1 de octubre de 1934 su padre, Emilio Botín-Sanz de Sautuola y López, fue nombrado, al igual que lo había sido el abuelo de la saga, director general del Banco de Santander.
Con el paso de los años, el hijo pasó a encabezar el banco, al mismo tiempo que su hermano Jaime Botín se aupaba al frente de Bankinter. En mayo de 2011 una docena de integrantes de la familia Botín recibió diversas comunicaciones de Hacienda, en las que se les informaba de que se habían detectado importantes movimientos de fondos en Suiza, por los que no habían tributado. La información provenía de la denominada lista Falciani, el exempleado del HSBClista Falciani que informó a la Fiscalía francesa de la identidad de centenares de defraudadores de todo el mundo.
Con esta comunicación, la Agencia Tributaria consiguió que los Botín abonaran más de 200 millones de euros al fisco español, aunque cercenó la posibilidad de que la justicia les acusara de delitos contra la Hacienda Pública. Además, los Botín consiguieron que la investigación iniciada en la Audiencia Nacional se archivara, acuñando la denominada doctrina Botín, que consiste en el archivo de las causas en las que solo hay una acusación y la Fiscalía no ve delito.
El secretario de Estado en aquella época, el socialista José Manuel Campa, acabó siendo fichado por el Santanderfichado en abril de 2014 como director del área de relaciones con inversores y analistas del banco regentado por la familia Botín.
El dinero del padre de Mas, en Liechtenstein
"Yo no quiero decir que no conocía que mi padre tenía esta situación a finales de los 80, pero nunca he recibido nada, y nunca he tenido cuentas fuera. Conocí esos recursos de mi padre a finales de los 80 o principios de los 90. A partir de ese momento, nunca pregunté nada. No me afectaba a mí, no eran recursos míos, ni nada que tuviera que ver con ningún partido. Nunca supe cómo eran las declaraciones de la renta de mis padres". Así reconoció el president en funciones de la Generalitat catalana Artur Mas que sabía desde hacía varias décadas que su padre, Artur Mas Barnet, dispuso de hasta 2,3 millones de euros en Liechtenstein y Suiza.
Mas, que no fue objeto de ninguna investigación judicial por este tema, hizo estas declaraciones en una comisión de investigación del Parlament sobre fraude fiscal, en la que los partidos de la oposición le preguntaron de forma directa sobre las cuentas del patriarca de los Mas, que regularizó en 2008 estos fondos. En este sentido, el president en funciones explicó que su padre tuvo una causa judicial abierta por este tema, pero que acabó archivada.
Las cuentas durmientes
Los citados políticos y los Botín no han sido, ni mucho menos, los únicos dirigentes españoles que han mantenido durante décadas cuentas en Suiza. En 1997, la Asociación de Banqueros Suizos (ABS) destapó un escándalo que tocaba al menos a una de las personas clave en el régimen del dictador Francisco Franco.
Los bancos suizos alertaron a las autoridades españolas de que 69 españoles eran titulares de cuentas corrientes que llevaban años sin realizar movimientos. Esta fue la razón por la que estas cuentas pasaron a ser conocidas como durmientes, en una investigación del diario El País firmada por José María Irujo.
En concreto, los bancos suizos, tal y como indica una información del diario de Prisa publicada el 7 de agosto de 1997, identificaron entre los españoles titulares de estas cuentas a Ramona Polo Martínez-Valdés, cuñada del general Franco. Al igual que los otros 68 españoles, la hermana de Carmen Polo abrió a su nombre una cuenta bancaria en Suiza antes de 1945, según la ABS.
Ramona Polo Martínez-Valdés aparecía como titular de una de las 1.756 cuentas cuyos herederos trataban de ser localizados para verificar si correspondían a las de los judíos que depositaron su fortuna en bancos helvéticos cuando huían de los nazis.
Su esposo, Ramón Serrano Súñer, ex ministro de Exteriores de Franco y que mantenía simpatías filonazis , y sus seis hijos -Fernando, Francisco, Jaime, José, Pilar y Ramón Serrano Súñer y Polo- figuraban también en la citada lista como apoderados de otras siete cuentas corrientes.
Serrano Súñer, que en esa época tenía 96 años, reconoció que abrió su cuenta y las de sus seis hijos para pagar los gastos de los colegios de estos últimos en Suiza, al tiempo que negó ser apoderado de nadie, y añadió que en su cuenta ingresaba también los beneficios de la sociedad Radio Transeuropea, de la que dijo ser accionista.
Pero la cuenta corriente suiza que más ha trascendido, sin duda, fue la heredada por el rey Juan Carlos I de su padre, Juan de Borbón, cuya existencia fue desvelada por El Mundo. Durante 1993, 1994 y 1995, según la Casa del Rey, Juan Carlos de Borbón tuvo una cuenta con fondos a su nombre en Suiza. En total, el padre del anterior monarca legó a sus tres hijos unos 6,6 millones de euros, incluyendo ahí el valor de los inmuebles. La Casa Real nunca ha llegado a aclarar si el anterior rey tributó o no por su herencia suiza.
Los Carceller en la Audiencia Nacional
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Capítulo aparte merece también el empresario Demetrio Carceller Arce, propietario del grupo alimentario Damm. Nieto de Demetrio Carceller Segura, también ministro franquista a quien el historiador Josep Fontana le atribuye ser "el iniciador de la corrupción a gran escala" del franquismo. Al igual que Serrano Súñer, el primero de los millonarios de los Carceller mantuvo importantes nexos con el régimen nazi de Adolf Hitler.
Demetrio Carceller Coll, hijo de Carceller Segura, ha acabado acusado en la Audiencia Nacional de eludir el pago de impuestos en España. Además Carceller Coll, según el juez Pablo Ruz, simuló vivir en Lisboa para pagar menos impuestos en España.
Los Carceller integran junto con los Botín el colectivo de sagas familiares presentes en las cúpulas empresariales del Ibex 35, en las que también se puede incluir a los March, Entrecanales, Del Pino, Villar Mir o Koplowitz, supervivientes de un exitoso proceso de acumulación de fondos iniciado en el franquismo o incluso antes. También fue el caso de los Ruiz Mateos (Rumasa y Nueva Rumasa), Ybarra (descabalgado del BBVA), Banús, Meliá o Barreiros.
¿En qué se asemejan Rodrigo Rato, Jordi Pujol, el fallecido Emilio Botín y hasta el rey emérito Juan Carlos I? Pues en que todos ellos han asegurado haber recibido de sus progenitores importantes cantidades de dinero en Suiza u otros paraísos fiscales que habrían permanecido ocultos a la Hacienda española durante décadas.