La amenaza de guerra entre Rusia y Ucrania ha irrumpido en la política española de golpe después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ofreciera este jueves a la OTAN el envío de cazabombarderos al Ejército del Aire a Bulgaria ante una posible invasión de la antigua república soviética. Desde Unidas Podemos, socio en el Gobierno, no esconden su "profunda" preocupación y hacen un llamamiento a reforzar una vía diplomática que contribuya "a la desescalada” a la vez que exigen un alejamiento de los intereses estratégicos de EEUU. Interpretan los morados que sería un grave error por parte de Pedro Sánchez convertir a España en la avanzadilla europea de un conflicto bélico de consecuencias imprevisibles, y que sería algo difícilmente explicable a la opinión pública por parte de una coalición progresista en el Gobierno
El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, precisó este viernes a Unidas Podemos que la acción exterior la marca el presidente del Gobierno y esta se expresa todos los martes en las decisiones del Consejo de Ministros lo que, a su entender, demuestra la cohesión del Ejecutivo. Y dejó claro que si el diálogo con Rusia sobre Ucrania "no diera sus frutos", España estará junto a sus socios europeos y de la OTAN "unidos en la disuasión". No obstante, no quiso hacer "política ficción" y pidió no anticipar escenarios que "no están ahí" ya que ahora es el "momento del diálogo".
El detonante más lejano de la actual escalada de tensión comienza en noviembre de 2013 con la llamada revolución de Maidán, que derrocó al presidente de Ucrania, el prorruso Viktor Yanukovich, por oponerse al acercamiento del país a la UE. Sectores de población prorrusos o ruso parlantes se alzaron en muchas partes del país, ocasión que animó a Moscú a anexionarse a la autodenominada República Autónoma de Crimea. Esta anexión fue validada mediante un referéndum que contó con el rechazo de la comunidad internacional. La anexión derivó en un clima de desmembración de la antigua república soviética dando lugar a una guerra civil que aún continúa entre milicias prorrusas y el Ejército de Ucrania.
El Kremlin considera casi una década después un peligro para su seguridad el continuo acercamiento de la OTAN a sus fronteras y en especial una posible próxima entrada de Ucrania en la Alianza Atlántica. Cuando se produjo la anexión de Crimea, la OTAN congeló su colaboración con Moscú y Estados Unidos y la Unión Europea impusieron severas sanciones. Ahora la administración de Joe Biden sospecha que Putin quiere invadir Ucrania aprovechando unas desproporcionadas maniobras militares en la frontera con Ucrania y ha activado todos los mecanismos de respuesta defensiva de la Alianza Atlántica.
En este contexto, la decisión de la ministra Robles de ofrecer el envío de cazas y el anuncio de la partida de un dragaminas y de la fragata Blas de Lezo con destino al Mar Negro no han sentado bien al ala morada del Ejecutivo. Y todo pese a que la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, ha asegurado que "no va a haber ningún tipo de problema" en el "interior del Gobierno" de coalición a propósito de este conflicto, tal y como ya le ha está recriminando el PP.
Las dos ministras socialistas junto al titular de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, José Manuel Albares, han expresado su deseo de que la solución al conflicto llegue por la vía diplomática y han insistido en que la solución armada no es la solución. "Vamos a dar una oportunidad para el diálogo y eso es lo que está empujando España", han sido las palabras de Albares este viernes en un desayuno informativo, en el que también ha remarcado que en la UE y la OTAN va a "prevalecer la unidad" en la "disuasión" si fuera necesario. .
Podemos entona en 'no' a la guerra
Lo cierto es que los movimientos del Gobierno tienen que ver más, hasta la fecha, con una política de gestos públicos hacia la administración Biden que con una verdadera implicación militar en el seno de la OTAN. De hecho, el envío de medios de la Armada anunciado por Defensa ya estaba decidido con anterioridad a la escalada de tensión entre Rusia y Ucrania, y Robles se ha limitado a adelantar algunas semanas la operación. Sobre el ofrecimiento de aviones de guerra a la zona, varios socios parlamentarios del Ejecutivo recuerdan que cualquier decisión al respecto tendría que pasar obligatoriamente por la Cámara Baja.
Después de que destacados miembros de Unidas Podemos se pronunciaran públicamente el jueves, la ministra de Igualdad, Irene Montero, ha sido la primera en dar la cara este viernes desde el Ejecutivo. En declaraciones a los periodistas ha afirmado que España es "el país del no a la guerra", en referencia a las masivas manifestaciones en protesta por la invasión de Irak, y ha apostado por "el diálogo y la diplomacia" en Ucrania. "Apostamos por la paz, la desescalada del conflicto y por evitar maniobras militares en la zona", ha señalado.
La ministra de Derechos Sociales y líder de Podemos, Ione Belarra, ha entonado también el no a la guerra y ha apremiado a trabajar por "intensificar las vías diplomáticas" para desescalar el conflicto. Por su parte, el portavoz nacional de Podemos, Pablo Fernández, ha mostrado su oposición al despliegue de navíos y cazas españoles en la zona del Mar Negro y ha avisado al PSOE de que "mida mucho" y "piense bien los pasos a dar" en este conflicto.
La formación morada ha rubricado además un manifiesto junto a Bildu, BNG, la CUP, Más País y Compromís en el que rechazan el envío de tropas españolas y demandan cesar los planes de Ucrania para ingresar en la OTAN, al entender que supone una "ruptura" de los compromisos adquiridos por esta organización. Asimismo, consideran que la UE "debe evitar verse arrastrada" por los intereses norteamericanos.
Casado apoya el envío de tropas al conflicto de Ucrania si la OTAN lo solicita
Por su parte, Pablo Casado ha anunciado este viernes en Fitur que el PP apoya el envío de tropas españolas al conflicto de Ucrania si así lo solicita la OTAN. Si la alianza atlántica pide el “desplazamiento de buques de la Armada, o un despliegue aéreo o de tropas, nosotros lo apoyaremos", ha asegurado.
En opinión del líder de la oposición, enviar armas y soldados a la zona "es clave para garantizar la paz en Europa, la integridad de algunos de los países con los que compartimos política de vecindad y, si se me permite, también el progreso económico y social” que depende de "esa estabilidad geoestratégica". La posición del PP en este asunto, añadió, es "de Estado". "El Gobierno de España cuenta con todo nuestro apoyo para cumplir sus obligaciones en el marco de la Alianza Atlántica".
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No obstante, Casado no dejó pasar la oportunidad de criticar que el presidente Pedro Sánchez no le haya llamado para compartir sus planes. "El Gobierno no ha avisado al principal partido de la oposición" en una situación en la que, apuntó, estaría además obligado "a informar a las Cortes de cualquier decisión de movimientos de tropas". El Gobierno "debe informar al Parlamento y lo lógico es que también se mantuviera informado al partido de la oposición". El líder del PP no habla con Sánchez, según sus propias palabras, desde que en mayo de 2021 conversaron brevemente y por teléfono sobre la llegada masiva de inmigrantes a Ceuta.
Casado tampoco dejó pasar la oportunidad de criticar la falta de unidad del Ejecutivo en este asunto y dejó caer que no tiene una posición clara. "Me gustaría que el Gobierno clarificara su posición a este respecto" después de escuchar a "esos ministros de Podemos que están en contra dela OTAN y a favor de Rusia" y que aclarara si comparten la posición de los ministros de Defensa, de Exteriores y del propio presidente. También, apuntó, le "gustaría escuchar a la vicepresidenta Yolanda Díaz, porque creo que el exsecretario general de Podemos, (Pablo Iglesias), no está de acuerdo".
En su defensa de las misiones militares de España en el extranjero, Casado llegó a decir que "el PP siempre ha participado de operaciones internacionales bajo el mandato de Naciones Unidas o de la OTAN". No es verdad: la guerra de Irak que España apadrinó junto a Estados Unidos y Reino Unido cuando el PP de José María Aznar estaba en el Gobierno, no contaba ni con el visto bueno de la ONU ni de la Alianza Atlántica.
La amenaza de guerra entre Rusia y Ucrania ha irrumpido en la política española de golpe después de que la ministra de Defensa, Margarita Robles, ofreciera este jueves a la OTAN el envío de cazabombarderos al Ejército del Aire a Bulgaria ante una posible invasión de la antigua república soviética. Desde Unidas Podemos, socio en el Gobierno, no esconden su "profunda" preocupación y hacen un llamamiento a reforzar una vía diplomática que contribuya "a la desescalada” a la vez que exigen un alejamiento de los intereses estratégicos de EEUU. Interpretan los morados que sería un grave error por parte de Pedro Sánchez convertir a España en la avanzadilla europea de un conflicto bélico de consecuencias imprevisibles, y que sería algo difícilmente explicable a la opinión pública por parte de una coalición progresista en el Gobierno