EL FUTURO DE LA LEGISLATURA

La relación entre Moncloa y sus socios resiste a pesar del aplazamiento de la votación del catalán

Yolanda Díaz y María Jesús Montero durante el pleno del Senado este martes.

“Hemos sudado la camiseta, los socios saben la verdad”. Desde el corazón de La Moncloa se explica así el trabajo que se ha hecho durante estos meses de manera discreta por parte de la diplomacia española para lograr la oficialidad en la UE del catalán, el euskera y el gallego en la Unión Europea, cuya votación se ha pospuesto tras no contar con unanimidad por parte de los 27. Y con una importante reverberación nacional: no han saltado las costuras del bloque de investidura, que ha puesto en el foco la labor de boicot del PP allende los Pirineos.

El Gobierno, en un trabajo pilotado por el titular de Exteriores, José Manuel Albares, lleva negociando desde el verano de 2023 para lograr la cooficialidad de estas lenguas en el seno de la Unión Europea después del acuerdo firmado por los socialistas con Junts para que echara a andar la legislatura con una Mesa del Congreso liderada por Francina Armengol y la posterior investidura de Pedro Sánchez en noviembre de ese año.

El Consejo de Asuntos Generales de la UE en su reunión de este martes, liderada por Polonia, decidió no materializar la votación planteada por España por las dudas suscitadas entre algunos países tanto por temas financieros como legales, además de por el temor respecto a lenguas minoritarias en sus territorios. Asimismo, en el Gobierno señalan que el debate se ha visto también en buena parte torpedeado por las gestiones del PP español entre sus socios europeos para frenar esta iniciativa y tratar de romper la estabilidad de la legislatura en las Cortes.

Pero este aplazamiento no ha supuesto que salte por los aires las relaciones del PSOE con socios clave como Junts, ERC y el PNV. De hecho, estas tres formaciones han evitado cualquier tipo de choque frontal con el Gobierno de coalición y han centrado todas sus críticas en los movimientos de Alberto Núñez Feijóo con Ejecutivos conservadores para echar atrás la iniciativa.

Puigdemont apunta al PP

Junts, el socio más duro y dado al choque rimbombante con La Moncloa, ha tenido una respuesta muy medida, que consistió en un mensaje a través de la red social X del propio líder, Carles Puigdemont, quien apeló directamente a Núñez Feijóo diciendo que las leyes, en referencia al Estatut de Cataluña, están “para cumplirlas”. Este texto, recuerda el posconvergente, indica que los gobiernos catalán y español emprenderán las acciones necesarias “para el reconocimiento de la oficialidad del catalán en la Unión Europea”. En ese punto, acusó al popular de “conspirar con terceros países” para ir contras los intereses “oficiales del Reino de España”. "No sé si el PP hace apología de la desobediencia y de la rebelión...", remachó.

El líder de ERC, Oriol Junqueras, miró también directamente a Génova 13: "Cataluña está arraigada en Europa desde sus orígenes y la lengua catalana forma parte del patrimonio europeo. El catalán será oficial en Europa pese a las trabas que ponen el PP y algunos de sus aliados de la extrema derecha europea. Persistiremos y ganaremos".

Desde el PNV, el presidente del EBB, Aitor Esteban, se pronunció de esta forma: "No perdemos la esperanza. El euskera tendrá el sitio que merece en Europa, porque somos una nación. Y lo conseguiremos haciendo frente a todas las sucias maniobras del PP".

Contacto entre el Gobierno y los socios

Varias fuentes del Gobierno confirman que han estado en contactos durante estos días y durante la mañana del martes con sus socios para comentar todos los movimientos. En La Moncloa subrayan que están tranquilos y que los otros partidos comprenden perfectamente lo sucedido. No obstante, en el Ejecutivo trasladan que son positivos de cara a la futura negociación y creen que poco a poco se convencerá a todos los socios.

El Gobierno no quiere dejar encallada la situación y va a hablar desde ya con los socios que muestran más dudas. El Ejecutivo está trasladando que el coste económico será asumido por España y que la implantación se hará de manera gradual. Otra de las razones que pone sobre la mesa Exteriores es que estas lenguas son habladas por 20 millones de personas y que, además, están reconocidas oficialmente en el país y son empleadas tanto en el Congreso como en el Senado.

El Ejecutivo también puso el foco en las maniobras del PP en la UE. La portavoz y titular de Educación y Formación Profesional, Pilar Alegría, lamentó la “posición contraria” de Núñez Feijóo: “Ya no le gusta el gallego”. Y lanzó contra el líder de la oposición que “ya no está de acuerdo” tampoco con el reconocimiento de la “realidad plurilingüe” de España.

Este martes también estaba sobre la mesa un tema en el que está muy encima Junts: la opa del BBVA al Banco Sabadell. Los de Carles Puigdemont se han mostrado durante estas semanas de manera tajante contra esa operación. El Ejecutivo todavía no ha tomado una decisión y el Ministerio de Economía ha elevado la cuestión al Consejo de Ministros, que tendrá 30 días para comunicar si se opone o da vía libre. "Nuestro análisis internos señalan que tenemos que profundizar en el análisis y el seguimiento del potencial impacto de esta operación en elementos tan importantes y vitales para la economía como puede ser la protección del empleo, la inclusión financiera o la cohesión territorial", explicó el ministro Carlos Cuerpo.

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