La proposición de ley sobre la amnistía entró en el Registro del Congreso a las 17.57 horas del lunes. Pero sólo con una firma: la de Patxi López, portavoz del grupo parlamentario socialista. Algo que no estaba en la hoja de ruta diseñada porque los socialistas y Sumar tenían la intención de que llevara estampada la rúbrica de los grupos parlamentarios que apoyarán a Pedro Sánchez en la investidura.
El principal motivo de que sólo la firmara el PSOE, según explican fuentes negociadoras, fue que Esquerra Republicana no dio su visto bueno definitivo al texto para seguir sometiéndolo a revisiones por parte de sus juristas. ERC no quiere que se pueda "colar" algún caso que no se ajuste al propósito de la futura ley.
Además, en ERC la sensación es que no tenían mucho tiempo para auditarla detalladamente y que tenían que mirar hasta la última coma, por lo que consideraban que no era suficiente la revisión que llevaban haciendo desde que les llegó el texto la madrugada anterior.
Análisis minucioso de los juristas
ERC ya había avisado, después del acuerdo de Junts, de que iba a examinar la norma una vez la tuvieran negro sobre blanco. Los republicanos siempre han tenido mucho interés en que no se puedan colar por alguna rendija casos personales ajenos al procés. Desde el Gobierno insistieron en que es plenamente constitucional y que no abarca, por ejemplo, a la expresidenta de Parlament Laura Borràs, condenada por el caso de troceo de contratos.
Que Esquerra decidiera sumarse por escrito a la proposición provocó el escenario de que no hubiera firma conjunta del resto de grupos. La filosofía también del PSOE era que o todos o sólo los socialistas. Esto no quiere decir que los votos de ERC para la investidura peligren, según fuentes de esta formación, que deslizan que antes de la propia votación trasladarán si apoyan totalmente el texto registrado en la Cámara Baja o propondrán algún tipo de matiz.
En La Moncloa y en Ferraz aseguran que los votos tanto para la investidura como para la ley están totalmente garantizados y afirman que el jueves no habrá ningún tipo de sorpresa en la segunda jornada de investidura, como ratificó en rueda de prensa el titular de Presidencia en funciones, Félix Bolaños, después de que el texto llegara a la Cámara Baja.
No dejar ningún resquicio para interpretaciones en los tribunales
La revisión técnica de Esquerra también está siendo muy precisa porque en la cúpula del partido saben que esa ley no es bien recibida por parte de la magistratura y, por tanto, entienden que no puede quedar ningún resquicio para que se pueda desvirtuar su aplicación. Y es que una vez aprobada, será el turno de los tribunales, que tendrán que revisar uno a uno cada caso. En La Moncloa estiman que esta ley podrá ser aplicada a unos 309 implicados independentistas y a 73 efectivos de las fuerzas y cuerpos de seguridad.
No hacen cálculos de cuándo podrá estar ya en vigor en el BOE, pero el PSOE busca su tramitación por la vía de urgencia para que esté en los plazos más breves. No obstante, el Partido Popular, a través de la reforma del reglamento del Senado, quiere dilatar el proceso (pasando de 20 días a dos meses su paso por la Cámara Alta). Asimismo, los populares llevarán la ley al Tribunal Constitucional y se mueven también para que Europa se pronuncie.
Que ERC no estampara su firma en el texto se debió a esas cuestiones jurídicas y en el partido de Oriol Junqueras rechazan cualquier acusación de que lo han hecho para buscar protagonismo frente a Junts, que firmó una semana más tarde que los republicanos su acuerdo con los socialistas.
Además, en ERC están satisfechos con el acuerdo alcanzado, porque le dan mucha importancia a los aspectos económicos que conllevarán sus votos, como el traspaso total de Rodalies a la Generalitat y el mecanismo para la condonación de 15.000 millones de euros (con un ahorro de 1.300 millones en concepto de intereses). Los de Junqueras creen, asimismo, que su apuesta por el pragmatismo se ve beneficiada con el acuerdo de investidura y consideran que Carles Puigdemont ahora hace lo que les ha criticado a ellos por supuestos botiflers.
Sumar: "Hemos preferido no firmar"
Al no firmar Esquerra, algunos grupos también consideraron que había que dejar capitanear solo al PSOE para no manchar una imagen de unidad. Una de las sorpresas fue precisamente que Sumar, socio de la futura coalición, no estuviera en el texto. Fuentes cercanas a Yolanda Díaz subrayan: "Consideramos que era importante la rúbrica de los grupos que apoyarán la ley. Como lamentablemente no ha sido así, hemos preferido no firmar".
"En todo caso, esto es una formalidad y lo verdaderamente importante es que esa ley salga adelante con el apoyo de todos los grupos que también votarán en la investidura", trasladan en el equipo de la vicepresidenta segunda en funciones.
"El PNV ha revisado la ley de amnistía y en líneas generales está de acuerdo con el texto que se le ha hecho llegar. No ha firmado la Proposición de Ley porque las partes negociadoras no lo han requerido", informaron también fuentes de los nacionalistas vascos, pieza clave también en la negociación de la investidura.
En el PSOE y en La Moncloa reiteran que no habrá problemas para sacarla adelante. El propio Bolaños remarcó en su rueda de prensa en el Congreso: "Esta ley se ha registrado después de haber trabajado con todos los grupos y estamos en disposición de decir que hemos conseguido una amplia mayoría parlamentaria. La registra el PSOE pero tenemos un amplio consenso y va a contar con 178 votos, se lo digo con conocimiento de causa".
La proposición de ley sobre la amnistía entró en el Registro del Congreso a las 17.57 horas del lunes. Pero sólo con una firma: la de Patxi López, portavoz del grupo parlamentario socialista. Algo que no estaba en la hoja de ruta diseñada porque los socialistas y Sumar tenían la intención de que llevara estampada la rúbrica de los grupos parlamentarios que apoyarán a Pedro Sánchez en la investidura.