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El riesgo de quedarse fuera del tablero lleva a Sumar y Podemos a confrontar en la recta final con Bildu

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EH Bildu se perfila como el gran ganador de los comicios del próximo domingo. La formación de Arnaldo Otegi ya es primera en las encuestas gracias, en gran medida, a la fractura del espacio antaño representado por Podemos, que llegó a ser tercera fuerza en las autonómicas de 2016. Ahora ese espacio se encuentra menguado y fracturado, representado por dos formaciones: los morados, con Miren Gorrotxategi a la cabeza, y Sumar, cuya lista lidera Alba García. La pasada semana el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) situaba en ambas formaciones en torno al 3% —la barrera mínima para conseguir representación—, al igual que otros sondeos como el de Sigma Dos publicado este lunes, mientras que encuestadoras como 40dB les dan fuera.

La izquierda abertzale aspira a concentrar el voto de toda la izquierda en torno a sus siglas y los seis escaños que obtuvo Gorrotxategi en 2020 son el objetivo codiciado. "Desde el mayor de los respetos y de los cariños, queremos decir a las gentes que votan a esa izquierda confederal que hoy en Euskal Herria solo hay una izquierda que suma y puede ganar. Y se llama EH Bildu", aseguró el pasado sábado el propio Otegi en el acto central de campaña. Aunque desde la formación han procurado medir sus palabras tanto hacia Podemos como a Sumar, son conscientes de que ahí reside el caladero de votos que les puede dar la victoria el 21A.

Esta fuga de votantes hacia la formación nacionalista preocupa tanto a Podemos como a Sumar, decididos a evitar que se repita el mismo escenario que en las elecciones gallegas. Ahora, en la recta final de campaña y en un intento de evitar que el 'voto útil' se dirija hacia los abertzales, ambas se han lanzado a confrontar con EH Bildu aunque con estrategias muy distintas.

Podemos: ataques por los pactos y el PNV como elemento de campaña

Podemos ha pasado al ataque directo contra los de Otegi pese a que, hasta la fecha, la relación había sido fluida, hasta el punto de defender una alianza conjunta en la Cámara Baja, invitar a sus dirigentes a los actos de partido y justificar sus posiciones en votaciones tan controvertidas como la de la reforma laboral. Pero tras la experiencia con el BNG —y el precedente de las mareas— y tras ver cómo el candidato abertzale, Pello Otxandiano, ha reivindicado llegar a acuerdos con el PNV, los morados han hecho de ello su 'lei motiv' de campaña, a través de intervenciones, entrevistas, de las redes e incluso de sketches humorísticos.

Un mensaje amplificado también por la líder del partido, Ione Belarra, por su número dos, Irene Montero e incluso por el exvicepresidente Pablo Iglesias, que también participó en campaña y ha protagonizado algún que otro encontronazo con dirigentes de EH Bildu en redes. "En estas elecciones vascas, si votas PNV gobierna el PNV, si votas PSE gobierna el PNV y si votas EH Bildu gobierna el PNV. Vota Elkarrekin Podemos para que gobierne la izquierda", afirmó Belarra. "Pensemos fuera de la 'caja' del PNV", reclamó, por su parte, Iglesias que portaba en inglés este mensaje de la campaña electoral liderada por Gorrotxategi.

No es casual que el lema de la formación haya sido 'Elige izquierda' y, aunque han evitado hacer referencias explícitas al pasado de la formación abertzale —heredera de Batasuna— ya que se trata de un recurso que utiliza habitualmente la derecha, sí lo han mencionado de manera sutil en algunas de sus campañas. "Nunca me gustó la violencia de ETA y tampoco me gustaba Felipe González y sus pistoleros", dice el protagonista del último post de los morados.

Fuentes de Podemos consideran que han sido capaces de situar su "marco" de campaña de manera mucho más "hábil", a su juicio, que formaciones como Sumar. Así, consideran que ha "calado" en una parte del electorado que optar por Bildu es "apoyar en cubierto" al PNV ya que Otxandiano no se cierra a que se dé ese pacto y también admiten que han subido decibelios contra los jetzales, a los que acusan de llevar a cabo "políticas neoliberales" durante cuarenta años, pese a que se trata de otra de las formaciones en las que los morados se apoyaron la pasada legislatura para dar continuidad al Gobierno de PSOE y Unidas Podemos.

Sumar: críticas a la gestión y diferencias ideológicas

La estrategia de Sumar no es tan directa como la de Podemos, pero tiene el mismo objetivo: evitar que los votos del espacio confederal se vayan a la izquierda abertzale. Para Alba García, que en los últimos años ha formado parte del equipo de acción institucional de Podemos, lo importante es recalcar las diferencias ideológicas con EH Bildu, a los que acusa de defender la educación concertada y privada por apoyar las ikastolas. Un desacuerdo que también trasladan a medidas en clave laboral —recuerdan su voto en contra de la reforma en el Congreso—, ecológica, en materia de vivienda y de transición energética.

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El lema elegido por Sumar, que se presenta en coalición con Izquierda Unida y Equo, es 'Es tu tiempo', con medidas como la reducción de jornada por bandera y con oposición clara a proyectos como el del Guggemheim de Urdaibai, que incentiva un modelo de turismo de masas y que también tendría efecto en la biosfera. Así, consideran que Bildu guarda un "sospechoso silencio" sobre ese proyecto y no lo ha introducido como elemento de campaña porque no hay un consenso dentro de la formación al respecto.

También inciden más que Podemos en los grises de la trayectoria de EH Bildu como elemento diferenciador y, cada vez que se les pregunta, insisten no es compartida por mucha gente de la izquierda confederal, que no les votaría nunca por ese motivo. Así, y aunque reconocen los pasos que ha dado la formación abertzale, consideran que deberían ser "más contundentes" para desterrar de una vez por todas el fantasma de ETA.

La baza de Sumar como formación que aspira a entrar por primera vez en el tablero vasco es su presencia en el Gobierno del Estado. Así, también descartan llegar a ningún tipo de acuerdo con el PNV y ponen el foco en el PSE, al que acusan de hacer políticas de derechas o de izquierdas en función de quién sea su socio y del lugar en el que gobierne. "Somos los únicos que garantizamos mayorías progresistas, pero también políticas progresistas", aseguraba este lunes el portavoz de Sumar, Ernest Urtasun, que estará en el acto de fin de campaña. La vicepresidenta Yolanda Díaz, por su parte, ha participado en dos actos de campaña, pero no se ha volcado de la misma manera de la que lo hizo en su tierra natal, Galicia.

EH Bildu se perfila como el gran ganador de los comicios del próximo domingo. La formación de Arnaldo Otegi ya es primera en las encuestas gracias, en gran medida, a la fractura del espacio antaño representado por Podemos, que llegó a ser tercera fuerza en las autonómicas de 2016. Ahora ese espacio se encuentra menguado y fracturado, representado por dos formaciones: los morados, con Miren Gorrotxategi a la cabeza, y Sumar, cuya lista lidera Alba García. La pasada semana el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) situaba en ambas formaciones en torno al 3% —la barrera mínima para conseguir representación—, al igual que otros sondeos como el de Sigma Dos publicado este lunes, mientras que encuestadoras como 40dB les dan fuera.

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