Las urnas del 25-M solucionaron las dudas de Alfredo Pérez Rubalcaba sobre su futuro político. El peor resultado del PSOE desde la recuperación de la democracia en 1977 ha obligado a la ejecutiva federal socialista a convocar un congreso extraordinario el 19 y 20 de julio, antes de las primarias. Todas las miradas están puestas ahora en Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, única comunidad autónoma donde el PSOE ha ganado con claridad los comicios.
Rubalcaba compareció este lunes en rueda de prensa en Ferraz, en una sala llena de periodistas, para analizar los resultados. Asumió la responsabilidad por la derrota y dijo que había contado con el apoyo de toda la ejecutiva para no dimitir y permanecer en el cargo hasta el cónclave de julio. Su renuncia inmediata habría llevado aparejada la creación de una gestora, como ocurrió en 2000, tras la marcha de Joaquín Almunia. Con esta fórmula, la cúpula actual se garantiza el control del proceso.
Aunque no quiso desvelar el contenido de la reunión de esta mañana, sí insistió en que la decisión de llevar al PSOE a un congreso es exclusivamente suya, aunque la hubiera consultado, "como siempre", con su equipo de confianza. "Ha sido mía, mía y mía", remachó. "Mientras sea secretario general ejerceré todas las funciones de secretario general", advirtió Rubalcaba, quien se negó a aclarar si abandonará la política justo después: "Tiempo tendremos de hablar de ello".
El aún líder socialista dijo que obviamente no se presentará a las futuras primarias del PSOE y añadió que es una decisión que había tomado hace tiempo, y que lo sabían tres personas: la candidata a las europeas, Elena Valenciano; el secretario de Organización y director de la campaña, Óscar López, y el expresidente del Gobierno Felipe González. Tampoco competirá en el congreso. Haber despejado su futuro antes –reconoció que siempre había respondido a la prensa con un "silencio atronador", como un "gato panza arriba"– habría sido "contradictorio" con su pretensión de que el partido trabajara y no se creara "mucho ruido".
Para recuperar la confianza de los ciudadanos, argumentó Rubalcaba, hay que cambiar "las formas de hacer política". En ese sentido, adelantó que se "mantendrán las primarias abiertas", pero antes se celebrará un congreso extraordinario. La razón, añadió, es que debe ser la nueva dirección quien dirija el proceso de primarias. Y esta será la que decida si se mantiene la previsión inicial de celebrarlas en noviembre o no. La duda sería qué hacer luego, si haría falta otro congreso más para revalidar al nuevo líder surgido de las primarias abiertas, en caso de que fuera elegido uno distinto al próximo secretario general.
"Tiempo" habrá de examinar errores
Rubalcaba se felicitó de que el electorado haya "girado a la izquierda" en las europeas y admitió que hay una "crisis política que afecta a los dos grandes partidos, que son el sustento del sistema que está cuestionado por los ciudadanos". Sobre el PSOE dijo que había tenido "unos resultados malos sin paliativos", pese a lo cual felicitó a la candidata, al entender que la campaña "fue buenacampaña y el partido se ha volcado como hacía tiempo que no lo había hecho". Negó que le hubiera perjudicado haber centrado la recta final en la denuncia del "machismo" de Miguel Arias Cañete.
Autocrítica hubo poca en sus palabras. "Siempre se puede revisar todo lo que uno ha hecho. En cada momento, he hecho, hemos hecho, hemos decidido lo que creíamos que era mejor para el PSOE. Ha sido siempre así, con independencia de nuestros intereses y aspiraciones personales". ¿Se podrían haber hecho las cosas de otra forma, haber renovado el liderazgo antes de las europeas, como pidieron en su día algunos barones del partido? "Tiempo tendremos de analizarlo". ¿Frustración? "Cuando uno pierde, siempre está frustrado". Rubalcaba defendió que el PSOE había andado un camino muy importante desde el congreso de Sevilla, en febrero de 2012, el que ganó frente a Carme Chacón. El hito principal es la Conferencia Política del pasado noviembre. Ahora, ese "proyecto a medias" queda por culminar con la convocatoria de las primarias. "Debe haberlas", defendió.
Se le preguntó si no habría sido mejor haber organizado el proceso a la inversa. Primero, primarias, luego, congreso. Rubalcaba subrayó que su alternativa es la mejor, porque supone una asunción "inmediata" de responsabilidades. Dejar ver que el PSOE "toma nota" del 25-M.
Varapalo en las urnas
Los electores propinaron ayer un castigo tremendo a los socialistas. Pasaron de 23 a 14 eurodiputados –es decir, perdieron el 39% de los escaños– y del 38,7% de los votos al 23,0%. Sólo 3.596.324 ciudadanos escogieron la papeleta de Elena Valenciano. Hasta ahora, el peor resultado del PSOE había sido, en porcentaje, fue el de las municipales de 2011 (27,79%), seguido del de las generales de ese año, en las que Rubalcaba compitió como candidato a la Presidencia del Gobierno (28,76%).
En número de votos, de las 26 elecciones de ámbito estatal que se habían celebrado antes del 25-M, el PSOE sólo se había quedado por debajo de los seis millones de sufragios en cuatro ocasiones: las generales de 1977 (5.371.866 papeletas), las municipales de 1979 (4.615.837 votos), las generales de 1979 (5.469.813 sufragios) y las europeas de 1994 (5.719.707 votos). En estas últimas, el desastre ha sido mayor, porque por primera vez se ha quedado por debajo de los tres millones de votos, dos millones y medio menos que en las de 2009.
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Madina: "Mi esperanza son las primarias"
Las reacciones y anuncio de posibles candidaturas se irán conociendo en los próximos días. Por lo pronto, los andaluces avanzan terreno. Su secretario de Organización, Juan Cornejo, fiel escudero de Susana Díaz, la definió este lunes como "gran referente nacional". Eso sí, como manda el guión, añadió que "mantiene su compromiso con los andaluces como presidenta de la Junta" y descartó que se vaya a producir un adelanto en las elecciones autonómicas.
Eduardo Madina, secretario general del Grupo Socialista y miembro de la ejecutiva federal, dejó claró a la salida de Ferraz que él sigue apostando por primarias, el proceso para el que sonaba como eventual candidato. "Mi esperanza está en el proceso de primarias, en la apertura del partido", dijo, porque esta "es una de las claves del crecimiento del PSOE de cara al futuro, para poder convertirse en alternativa de Gobierno". Como declaración de intenciones, sostuvo que él sólo se "alineará" con quien defienda la apertura del PSOE. Un mensaje que iba destinado a Díaz y la federación andaluza, cuya apuesta por el congreso era clara.
Las urnas del 25-M solucionaron las dudas de Alfredo Pérez Rubalcaba sobre su futuro político. El peor resultado del PSOE desde la recuperación de la democracia en 1977 ha obligado a la ejecutiva federal socialista a convocar un congreso extraordinario el 19 y 20 de julio, antes de las primarias. Todas las miradas están puestas ahora en Susana Díaz, presidenta de la Junta de Andalucía, única comunidad autónoma donde el PSOE ha ganado con claridad los comicios.