Dijo el miércoles Pablo Iglesias que no era un "adiós", sino un "hasta luego". En realidad, era un "hasta mañana". Porque este mismo jueves ya está otra vez Teresa Rodríguez en marcha. Y evidenciando, como era obvio, que el abrazo de Twitter estaba lejos de resolver los conflictos ideológicos y orgánicos existentes.
El acuerdo de "separación civilizada" entre Iglesias y Rodríguez tiene mucha letra pequeña. La situación que ahora se genera está llena de recovecos, tras cada uno de los cuales hay un conflicto potencial. El principal afecta a la custodia de la criatura alumbrada en la comunidad por Podemos e IU, Adelante Andalucía.
Para IU, "Adelante Andalucía" es un grupo parlamentario formado por IU, Podemos y dos pequeños grupos andalucistas, Primavera Andaluza e Izquierda Andalucista, resultado de los votos obtenidos por una candidatura del mismo nombre presentada por una coalición electoral el 2 de diciembre a las elecciones autonómicas. El propio líder andaluz de IU, Toni Valero, ha dejado claro que Adelante Andalucía es resultado de un pacto con Podemos, no con Teresa Rodríguez, lo que supondría que cuando Rodríguez deje la dirección del partido morado perdería pie este espacio compartido. Eso sí, podría reincorporarse cuando forme, si lo hace, "un nuevo partido" a la izquierda del PSOE, como afirmó este jueves Toni Valero, coordinador de IU en Andalucía.
Para Teresa Rodríguez, en cambio, "Adelante Andalucía" es un proyecto político abierto, que aspira a liberarse de tutelas externas, del que pueden formar parte partidos como Podemos IU, así como sus afiliados o inscritos, pero también cualquier individuo sin afiliación. Y ella misma no se descarta para liderarlo en el futuro, aunque tampoco ha afirmado que vaya a hacerlo.
La diferencia entre la visión de Rodríguez y de IU –esta última compartida con la dirección estatal de Podemos– no es baladí. Y demuestra que la "separación civilizada" no pone fin a las graves diferencias de fondo que existen. Ni a las que existen entre los anticapitalistas y la dirección estatal de Podemos, ni a las que existen entre los anticapitalistas y la dirección andaluza de IU.
Rodríguez no dijo que vaya a formar ningún nuevo partido, porque a su juicio el partido que ella desea ya existe y se llama Adelante Andalucía. Tampoco aclaró si dejará o no Podemos, aunque todo el mundo habla ya en pasado de la etapa de Rodríguez en la formación morada. Desde la diputada de Unidas Podemos Isabel Franco, afín a Pablo Iglesias, que se enfrentó a ella en las primarias de 2018, hasta el alcalde de Cádiz, José María González Kichi, otro puntal de la corriente anticapitalista, todas las referencias al paso de Rodríguez por Podemos son ya en pasado.
Un partido, una coalición, una candidatura, una marca
La "solución blanda" pactada por Iglesias y Rodríguez, que deja a la todavía líder andaluza y su equipo hibernando dentro de Podemos y a ella misma como coordinadora hasta mayo, abre más incertidumbres de las que cierra. Está en juego el control presente y futuro sobre Adelante Andalucía, que además de una coalición electoral y un grupo parlamentario –del que Rodríguez era y es presidenta– es también un partido político registrado ante el Ministerio del Interior con sede en la sede de Podemos Andalucía y con una militante anticapitalista como representante legal.
Y, de forma no jurídica, es también una marca, a la que ni Podemos ni IU renuncian, ni tampoco por supuesto Rodríguez, que está de salida en la formación morada, pero que solemnizó este jueves que va a poner toda la carne en el asador de Adelante Andalucía.
Autonomía e "independencia" del PSOE
Rodríguez, que al igual que los otros diez diputados de Podemos prevé mantener su acta de diputada en el Parlamento, vinculó su salida al hecho de que no ha conseguido, pese a liderar el partido en Andalucía, constituir un "sujeto político propio y con visión netamente andaluza" para atender las necesidades de la comunidad.
"En el marco de Podemos no somos capaces de desarrollar esos compromisos de organización", afirmó. Recordó que el partido morado nació como "una fuerza madrileña, universitaria, muy masculina y de clase media".
Rodríguez subrayó su discrepancia con el acuerdo de gobierno de coalición entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, porque ella aspira a un proyecto "independiente del PSOE, que sea una alternativa a las derechas" sin pasar por el partido de Susana Díaz, que es "un proyecto absolutamente agotado".
Hasta mayo
El punto de partida, pues, es doble. Rodríguez quiere cubrir la "orfandad de un sujeto político andaluz" y además se niega a apoyar en modo alguno una coalición con el PSOE. Sobre esa base, dijo, tomó junto a su equipo la decisión de no presentarse a la próxima asamblea de Podemos Andalucía, que se celebrará hasta mayo. Hasta entonces, seguirá siendo la coordinadora autonómica del partido morado.
La decisión fue "después" acordada con Iglesias, dejó caer, en un mensaje para los que puedan ver su decisión como una rendición ante el secretario general. No lo parece. Rodríguez compareció este jueves en la sede andaluza de Podemos con la actitud más alejada que pueda caber de una dirigente rendida. Era, más bien, una dirigente presentaba un proyecto.
"Vamos a construir con con todo nuestro empeño ese sujeto propio andaluz con aspiración andalucista en un momento en que territorios como Cataluña, Euskadi, Galicia e incluso Teruel ponen sus necesidades encima de la mesa. Los que estamos haciendo el tonto somos los andaluces, alguien tiene que coger la bandera andaluza", afirmó.
Incógnitas
El problema que tenía a la hora de fijar su mensaje central –que tocaba volcarse en Adelante Andalucía– era que los periodistas preguntaban una y otra vez por detalles relevantes que no quedaban claros.
Ejemplos. ¿Van a dejar sus actas? Respuesta: No. "Las actas son del grupo parlamentario Adelante Andalucía, que formamos Antonio Maíllo, Pilar González, Pilar Távora, yo y nuestros equipos. No éramos Unidas Podemos del sur. Nos llevamos bien con Izquierda Unida, pero no vamos a regalarles once diputados".
¿Van a seguir en Podemos? Respuesta: Ya veremos. "No haremos consigna. Haremos traspaso de poderes y mantendremos colaboración. No puedo hablar por todos y todas. No hay consigna imperativa. Nuestro proyecto no es asegurarnos de que todo el mundo deje Podemos". Pero, ¿usted va a seguir en Podemos? "Voy a ser coordinadora hasta mayo, después de mayo no lo sé. No es lo más importante. No hacemos fetichismo con dejar o no Podemos. El empeño de mi equipo va a ser la casa común".
Una "casa común"
Esa "casa común" es Adelante Andalucía, que no tiene todavía desarrollada su "organicidad". Y ahí es donde hay discrepancias graves. Rodríguez dijo que seguirá siendo presidenta del grupo parlamentario. Y afirmó que la vocación natural es que Adelante Andalucía se desarrollo como un espacio con "militancia propia". Preguntada sobre si aspirará a liderar Adelante Andalucía, Rodríguez no lo descartó. "El liderazgo no lo voy a decidir yo. Me voy a poner allí de jefa. ¿Te imaginas?", se rió.
Esta visión como "movimiento social" de Adelante Andalucía preocupa, por lo que puede implicar, en Izquierda Unida. Integrantes de la coalición consideran que los términos en que está definida Adelante Andalucía vienen marcados por un pacto directivo entre Podemos e IU, expresado en su constitución como coalición electoral y más tarde como grupo parlamentario. Así se expresó Toni Valero el martes antes los medios. Cada palabra parecía anticipar la disparidad que ahora se hace evidente: Adelante Andalucía: "El grupo parlamentario no depende del partido instrumental [registrado en el Ministerio del Interior], sino de las fuerzas que se presentan a las elecciones y que con sus diputados registran ese grupo en la mesa del Parlamento. Ese partido instrumental, si tuviese alguna virtualidad, sería de cara a otras elecciones. En cualquier caso, creemos que Adelante Andalucía es de todos los que lo han formado desde el origen. La marca, si ha de ser de alguien, ha de ser todos. Y si no, no tendrá ese valor y esa legitimidad".
La visión de Rodríguez es diferente. La todavía coordinadora andaluza está abierta a colaborar con IU y eventualmente con Podemos, es más, se muestra convencida de que hay que colaborar, pero su discurso apunta a que dicho espacio no puede ser una mera confluencia entre estos dos partidos y otros más, sino un sujeto propio y distinto. A su juicio, la naturaleza de Adelante Andalucía está más determinada por "su primer hito", un manifiesto de junio de 2018 en el que se pedía a los andaluces que se "sumaran" rellenando una ficha. La dirección estatal de Podemos ya expresó entonces sus suspicacias ante las posibles consecuencias de que Adelante se hiciera con un censo propio a través de esta vía.
La incertidumbre se traslada a los grupos locales de Adelante, donde Podemos e IU se presentaron juntos a las municipales bajo esta marca. Por decir uno, Adelante Jaén. No obstante, allá donde Podemos esté alineada con la dirección estatal, y no con el sector anticapitalista, es menos probable que haya tensiones, al menos a priori.
Como reflexionan estos días dirigentes de Podemos y de IU, la situación al menos se da con las elecciones autonómicas bien lejos. Quedan a prior tres años. Eso es "futuro remoto", como dice Toni Valero.
Dijo el miércoles Pablo Iglesias que no era un "adiós", sino un "hasta luego". En realidad, era un "hasta mañana". Porque este mismo jueves ya está otra vez Teresa Rodríguez en marcha. Y evidenciando, como era obvio, que el abrazo de Twitter estaba lejos de resolver los conflictos ideológicos y orgánicos existentes.