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Las decisiones del nuevo CGPJ muestran que el empate pactado entre PP y PSOE favorece a la derecha

Sánchez anuncia que las elecciones serán el 28 de abril

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Fernando Varela

Las elecciones generales serán el 28 de abril, un adelanto de 14 meses forzado por la durísima derrota presupuestaria sufrida esta semana por el Ejecutivo después que Pedro Sánchez se negase a incluir la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en el temario del diálogo con los independentistas y éstos decidiesen sumar sus votos a los del PP y Ciudadanos para impedir al Gobierno la puesta en marcha de la ley de la que dependía su propuesta política, económica y social.

Ocho meses después de ganar la moción de censura que puso fin a siete años de Gobiernos del PP, el presidente convocó a la prensa en La Moncloa en una rueda de prensa tras una declaración convocada inmediatamente después de un Consejo de Ministros extraordinario para anunciar su decisión y despejar el calendario. Para votar el 28 de abril el presidente deberá disolver el Congreso el 4 de marzo para que el decreto se publique en el Boletín Oficial del Estado del día siguiente. La campaña electoral comenzará el 12 de abril y coincidirá con la Semana Santa.

Sánchez explicó que tras la derrota presupuestaria sólo tenía dos opciones: gobernar con los Presupuestos de Rajoy del año pasado o “dar la palabra a los españoles” porque España no puede perder “ni un minuto” y seguir avanzando. “Entre las dos opciones, no hacer nada y continuar sin presupuestos o convocar y dar la palabra a los españoles, elijo la segunda. España debe continuar avanzando. Debe continuar progresando”.“Llámenme clásico”, ironizó, “pero uno no puede gobernar sin Presupuestos”. Pero “hay derrotas parlamentarias que son victorias sociales”, subrayó, convencido de que los españoles apoyaban las medidas sociales que la derecha y los independentistas han hecho imposibles.

“España necesita avanzar, no dar pasos hacia atrás, necesita empeñar todo su esfuerzo y todas las energías colectivas en abordar las grandes transformaciones que necesitamos si queremos construir la España que queremos”, razonó.

El jefe del Ejecutivo dejó claro que va a pedir a “a los españoles” el respaldo a las propuestas que le han negado en el Congreso PP, Ciudadanos y los independentistas, a quienes retó explicar porqué han impedido la tramitación de las medidas sociales incluidas en los Presupuestos. Y declinó expresamente hablar de acuerdos poselectorales a la espera de que los ciudadanos voten. Lo que los españoles decidan bien decidido estará”, repitió hasta en dos ocasiones, Eso sí, se mostró irónicamente sorprendido de que Ciudadanos haya montado ya “un cordón sanitario” negando cualquier posibilidad de acuerdo con el PSOE tras las elecciones y no con la ultraderecha. “Cada uno elige los amigos con los que ir”, concluyó.

Lo importante, destacó, “es que hablen los españoles” y que nadie discuta la legitimidad de lo que decida después el Congreso, no como ha ocurrido en estos meses en los que la oposición ha intentado negar la legitimidad del Gobierno.

En cualquier caso, Sánchez subrayó que nunca renunciará al “diálogo”, la “única manera de resolver la crisis institucional de nuestro país”.

El presidente también explicó que no convocará el 26 de mayo, coincidiendo con las elecciones  locales, autonómicas y europeas porque votar el 28 de abril permitirá “hablar de España y no mezclar debates. El debate es qué España queremos: en la de la derecha la de la foto de Colón, solo caben ellos. Nosotros queremos una la que caben todos”.

 

Varios ministros siguen en una sala anexa del Palacio de la Moncloa el anuncio de elecciones del presidente Sánchez.

“Estoy convencido”, subrayó el presidente, “de que es posible recuperar la política útil para la ciudadanía, de que es posible recuperar la tolerancia, el respeto, el sentido común, la moderación y dar la espalda a la crispación en nuestro país”. España, añadió, “es de sus ciudadanos, no pertenece a ningún partido político, es de los españoles. Y ahora ellos y ellas deberán decidir si damos pasos hacia atrás o avanzamos para lograr la España que queremos”.

“En la próxima legislatura deberemos consolidar la España de la próxima década” y “la decisión, como siempre ha sido, está en las manos de las españolas y los españoles. Ellos y ellas decidirán el futuro de España con su voto en las urnas. Y lo que decidan siempre, siempre, siempre, será un gran acierto”, conlcuyó.

Con la disolución del Congreso y del Senado decaerán todas las iniciativas, proyectos de ley y comisiones de investigación que no hayan concluido su tramitación, lo que afecta a casi trescientas iniciativas legislativas, e impedirá tramitar otras como la Ley Orgánica de Protección Integral de la Infancia y Adolescencia frente a la Violencia, los proyectos de ley para acabar con los recortes educativos del PP, la aprobación de la Estrategia contra la Pobreza Energética, la reforma del Código Penal para considerar violación las agresiones sexuales con penetración y de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para que el plazo máximo de investigación no beneficie a los corruptos, así como la supresión del voto rogado o la regulación del derecho a la muerte digna. 

De aquí al 4 de marzo Sánchez tiene todavía por delante dos semanas durante las cuales, además de tratar de sacar adelante lo que pueda tanto en el Congreso como en los ministerios, dará especial protagonismo a la memoria histórica. Primero impulsando la exhumación de los restos de Franco del Valle de los Caídos —el Consejo de Ministros planea tomar este viernes medidas al respecto— y después —probablemente el fin de semana del 23F— protagonizando una visita histórica al sur de Francia para conmemorar el 80º aniversario de La Retirada, el exilio de miles de republicanos españoles tras el fin de la Guerra Civil, que incluirá previsiblemente visitas a las tumbas del que fuera presidente de la República, Manuel Azaña, y del poeta Antonio Machado. Sánchez se convertirá así en el primer presidente de Gobierno en ejercicio que visita la tumba del presidente republicano.

 

Las elecciones generales serán el 28 de abril, un adelanto de 14 meses forzado por la durísima derrota presupuestaria sufrida esta semana por el Ejecutivo después que Pedro Sánchez se negase a incluir la convocatoria de un referéndum de autodeterminación en el temario del diálogo con los independentistas y éstos decidiesen sumar sus votos a los del PP y Ciudadanos para impedir al Gobierno la puesta en marcha de la ley de la que dependía su propuesta política, económica y social.

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