El Gobierno sabe desde hace días que la unanimidad europea sobre la intervención en el mercado energético es imposible. Tras la larga lista de reuniones que han llevado a Pedro Sánchez a verse con un gran número de líderes europeos en la última semana, al presidente le quedó claro que posturas contrarias como las de Alemania o Países Bajos, que creen que limitar el precio del gas llevaría a los proveedores a venderlo a otros países extracomunitarios, resultan prácticamente inamovibles.
Por eso, en esa ronda de contactos Sánchez se ha volcado en dejar abierta una vía alternativa: que a países como España o Portugal, con problemáticas energéticas propias, se les permita desarrollar de manera autónoma medidas de intervención directa en los precios aunque no haya un consenso en la UE. Algo que las autoridades comunitarias parecen no descartar y en torno a lo que Moncloa se muestra moderadamente optimista.
Según fuentes del Ejecutivo, en la cumbre de este viernes España apoyará cualquier medida para reformar el mercado europeo a medio o largo plazo, con decisiones como la de impulsar una compra centralizada de energía que haga más competitiva a la UE. Sin embargo, España también exigirá en Bruselas manos libres para poder aplicar mecanismos que supongan una bajada de precios inmediata.
Cree el Gobierno, preocupado con la evolución de una huelga del transporte que ha puesto en jaque al sistema productivo español, que no tomar decisiones urgentes y mantener el statu quo sería un grave error para el conjunto de la Unión, y por eso pondrá encima de la mesa durante la reunión del Consejo la posibilidad de que Bruselas permita de manera extraordinaria y temporal que algunos países puedan aplicar limitaciones de precio aunque no haya un consenso entre los Veintisiete
En este sentido, fuentes de Moncloa aseguran que España defenderá esa postura de la mano de Portugal y argumentan que la península ibérica, en su conjunto, conforma algo parecido a una isla energética con desafíos muy diferentes a los de otros socios europeos. Falta por saber si el conjunto de líderes de la Unión dará luz verde o no a planes específicos de este tipo que en la práctica suponen romper la unidad de acción europea.
En cualquier caso, la decisión política del Gobierno español es dar la batalla hasta el final para que Pedro Sánchez no se vuelva con las manos vacías de Bruselas tras su fuerte apuesta por el cambio de reglas de juego del mercado de las energías. Desde hace meses y de momento sin éxito, el presidente aboga por un desacople de los precios del gas y la electricidad que, en la práctica, suponga una bajada inmediata en la factura de los consumidores.
La Comisión abre la puerta
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Aunque reina la prudencia, en la Moncloa no se plantean que el Consejo Europeo pueda terminar con un varapalo a España en forma de prohibición expresa para limitar el precio del gas. Aun así, para el peor de los escenarios, el Ejecutivo también tiene ya planteado un plan B. Descartada la vía de la bajada masiva de impuestos que planteaba el PP y que incluso llegó a apalabrarse en la conferencia de presidentes de la Palma, el Gobierno no descarta recurrir a los beneficios caídos del cielo de las grandes empresas energéticas.
En cualquier caso, aunque conscientes de las dificultades que entrañan decisiones en cumbres de este tipo, fuentes gubernamentales muestras su optimismo por la postura de la Comisión Europea. Creen en la Moncloa que tras muchos meses batallando han conseguido que cale el mensaje de que resulta imprescindible una reformulación del mercado energético comunitario, y en ese contexto enmarcan que la Comisión haya abierto la puerta por primera vez a la hipótesis de una limitación de precios. Aunque las autoridades europeas alertan de los riesgos de una intervención a nivel nacional por la posibilidad de "distorsionar" mercados vecinos, el Gobierno cree que el mero hecho de no negar rotundamente tal posibilidad, como había ocurrido hasta ahora, supone un avance.
Reunión con los transportistas
Mientras, desde el Ministerio de Transportes se acelera la agenda de reuniones con las plataformas del sector para intentar poner fin a los paros. Este miércoles, la ministra Raquel Sánchez confirmaba que mantendrá un nuevo encuentro este mismo jueves adelantando la cita prevista para el viernes. La reunión se producirá con el Departamento de Mercancías del Comité Nacional de Transporte por Carretera. Según fuentes del Ministerio, "el Ejecutivo está plenamente comprometido con el sector del transporte" y explicó que "esta nueva reunión abordará de forma concreta y definida medidas eficaces y mantendrá el diálogo con los legítimos representantes del sector el tiempo que sea necesario porque tiene la firme voluntad de alcanzar acuerdo".
El Gobierno sabe desde hace días que la unanimidad europea sobre la intervención en el mercado energético es imposible. Tras la larga lista de reuniones que han llevado a Pedro Sánchez a verse con un gran número de líderes europeos en la última semana, al presidente le quedó claro que posturas contrarias como las de Alemania o Países Bajos, que creen que limitar el precio del gas llevaría a los proveedores a venderlo a otros países extracomunitarios, resultan prácticamente inamovibles.