Sánchez intentará llevar el debate tras el 'no' a Rajoy a cuadros y bases del PSOE para esquivar a los barones

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Salvo sorpresa mayúscula, la investidura fallida de Mariano Rajoy como presidente se consumará este viernes en el Congreso. Con el fracaso del candidato del PP se abre también para el PSOE un período en el que se espera que crezcan aún más las presiones sobre su secretario general, Pedro Sánchez, para abordar ya un debate interno y decidir entre una de las tres opciones que existen: un Gobierno alternativo, una abstención en segunda instancia para dejar gobernar al PP o las terceras elecciones. 

Las voces críticas con Sánchez mantienen que, tras el fracaso de Rajoy, la dirección tiene que definir su estrategia y dejar de lado la ambigüedad que, a su juicio, el líder socialista ha mantenido respecto a la posibilidad de intentar una alternativa que, en cualquier caso, necesitaría del concurso de fuerzas soberanistas. En este sentido, defienden que el Comité Federal –máximo órgano entre congresos del partido– es el lugar adecuado para este debate y que su convocatoria no se debería demorar

Este jueves el portavoz parlamentario del PSOE, Antonio Hernando, dijo estar "convencido" de que habrá un Comité Federal. Aunque no detalló fecha, la voluntad de la cúpula socialista es que ese cónclave no se celebre antes de las elecciones vascas y gallegas del 25 de septiembre. Por ahora, la estrategia de la dirección –tal y como confirman a infoLibre fuentes de Ferraz– pasa por llevar el debate a cuadros y militantes.

De esa forma, la cúpula intentaría aliviar la presión que ciertos barones están ejerciendo sobre el líder en relación a la posibilidad de una abstención técnica que mantenga a Rajoy en la Moncloa y evite nuevas elecciones. 

Así, la hoja de ruta pasa por promover desde la dirección de Ferraz la convocatoria en las próximas semanas de comités regionales y provinciales del partido –los órganos equivalentes al Comité Federal en las comunidades y provincias– en los que se debata qué debe hacer la formación socialista ante el fracaso de Rajoy. Por esa vía, el criterio que llegaría al Comité Federal no sería únicamente el del barón de turno, sino que ya habría habido un debate previo con los cuadros del partido. 

Según los estatutos del PSOE, los comités regionales y provinciales se rigen, para su convocatoria, por las mismas normas que el federal. Pueden ser convocados siempre que lo juzgue conveniente la correspondiente comisión ejecutiva (regional o provincial) o lo soliciten, al menos, un tercio de sus componentes. Fuentes socialistas reconocen, no obstante, que sería algo "extraordinario" porque estos órganos territoriales se suelen convocar después del Comité Federal y no con carácter previo. 

Reticencias de los barones

Algunos sectores califican de "hábil" un movimiento con el que, señalan, Sánchez pretende desactivar las posturas de algunos barones, pues a los cargos y bases del PSOE se les presupone menos disposición a promover una abstención en segunda instancia que mantenga a Rajoy en el Gobierno. Esta estrategia evoca el compromiso de Sánchez el pasado enero de que sometería a la militancia cualquier posible acuerdo para llegar a la Moncloa.

En aquel momento la dirección del PSOE ideó esa herramienta para hacer frente a las reticencias de los barones a un posible pacto con Podemos después de que Sánchez levantara ciertas suspicacias al asegurar tras las elecciones del 20D que tendería la mano "a izquierda y derecha". Al final, la única fuerza con la que pactó el PSOE fue Ciudadanos y ese fue el acuerdo que se sometió al voto de los militantes

En este movimiento, los críticos con la actual cúpula socialista ven un nuevo intento de Sánchez de "dilatar los tiempos del partido" a la vez que rebaja la presión de los barones y traslada a la opinión pública y a los medios de comunicación la sensación de que el partido está activo, que hay debate interno y que se están buscando soluciones. Y eso sin convocar "ya" el Comité Federal, que es lo que le reclaman algunos sectores.

Estas fuentes creen que la dirección federal va a intentar que haya una especie de "pacto de silencio" entre los dirigentes socialistas hasta que pasen las elecciones vascas y gallegas fijadas hasta el 25 de septiembre, algo que asumen como "complicado" porque lo normal es que sean interpelados día sí y día también sobre su posición respecto a la investidura pendiente. Las reuniones de los comités territoriales podrían servir como excusa para justificar ese silencio de los barones. 

Los desafectos a Sánchez insisten en que la convocatoria del Comité Federal es, si cabe, más necesaria a día de hoy. Consideran que no se puede mantener la "ambigüedad" respecto a un Gobierno alternativo –que requeriría el pacto con Unidos Podemos y los nacionalistas– y que ven "imposible".  Desde el PSOE andaluz consideran que Sánchez, por la forma y el fondo de su intervención en el debate de investidura, "ha quemado cualquier puente que pudiera conducir a una abstención para evitar las terceras elecciones". 

En cualquier caso, triunfe o no la estrategia de Ferraz, lo cierto es que serán varias las federaciones socialistas que celebrarán reuniones internas en los próximos días. El líder extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha convocado para el próximo lunes a la ejecutiva regional y al grupo parlamentario socialista en el Parlamento regional. El mismo lunes habrá también ejecutiva del PSOE andaluz. Ambas se sitúan entre las más críticas con la dirección de Sánchez, y admiten que "es inevitable analizar la situación" tras la derrota de Rajoy en la investidura. 

La antesala del congreso  

Tal y como contó infoLibre este jueves, en el PSOE hay otra cuestión de fondo que todos tienen en mente y que, aunque en público ha estado aparcada hasta ahora, condiciona los planteamientos de los dirigentes. Se trata de la celebración del próximo congreso del partido, en el que la militancia socialista deberá elegir a su secretario general para los próximos cuatro años. El mandato de Sánchez, de hecho, está caducado desde febrero, pero tras discutir la fecha del cónclave en varias ocasiones, a finales de marzo se acordó postergarlo sin fecha fija hasta que haya nuevo Gobierno.

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Diversos sectores del partido vieron este miércoles en las intervenciones de Sánchez en el debate de investidura el prólogo para el congreso del PSOE, al que se presentará para ser reelegido. Y aunque no hay fecha "ni decidida ni programada" para su celebración, en el PSOE barajan dos posibilidades: finales de noviembre o febrero. A priori, la primera resultaría beneficiosa para Sánchez porque, con un margen tan escaso de tiempo, dificultaría la creación de una candidatura alternativa con opciones de disputarle el liderazgo.

Sin embargo, también le obligaría a convocar en un breve plazo de tiempo un Comité Federal, pues es a este órgano al que, según el artículo 33 de los estatutos del partido, le compete "determinar las fechas y lugar de reunión por lo menos con 60 días de antelación". Además, indican las fuentes consultadas, habría que cambiar la decisión tomada de esperar a que haya Gobierno para convocar el congreso del PSOE. 

Entre tanto, se cruzan también las elecciones vascas y gallegas con una campaña electoral que se iniciará el próximo 9 de septiembre. Todas las fuentes consultadas coinciden en que el Comité Federal tendrá que reunirse, como muy tarde, la semana siguiente a las elecciones del 25 de septiembre. 

Salvo sorpresa mayúscula, la investidura fallida de Mariano Rajoy como presidente se consumará este viernes en el Congreso. Con el fracaso del candidato del PP se abre también para el PSOE un período en el que se espera que crezcan aún más las presiones sobre su secretario general, Pedro Sánchez, para abordar ya un debate interno y decidir entre una de las tres opciones que existen: un Gobierno alternativo, una abstención en segunda instancia para dejar gobernar al PP o las terceras elecciones. 

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