El nuevo curso político
Sánchez niega corrupción en el PSOE y desliga su continuidad de las decisiones de los tribunales
Pedro Sánchez quiere demostrar que tiene la iniciativa. El lunes por la mañana lo hizo presentando las grandes líneas del pacto de Estado para la emergencia climática —que anunció en plena ola de incendios— y este martes dará continuidad a esta estrategia en un Consejo de Ministros en el que está previsto aprobar las quitas de deuda que, si ellas quieren, beneficiarán a todas las comunidades autónomas del régimen común. En medio de esas dos citas, una entrevista en horario de máxima audiencia en RTVE —emitida a través de todos sus canales y de sus emisoras de radio—, en la que sostuvo con rotundidad que no existe corrupción en el PSOE, acusó a determinados jueces de hacer política y desligó el futuro de su Gobierno de cualquier decisión judicial que pueda producirse en el futuro.
Interrogado por la periodista Pepa Bueno, exdirectora de El País y nueva presentadora de la segunda edición del Telediario en La 1 de TVE, volvió a asegurar que no supo nada de las supuestas actividades ilegales de José Luis Ábalos y Santos Cerdán. “No tenía ninguna información objetiva de que pudieran estar cometiendo supuestos actos de corrupción. Tengo que decirle a la ciudadanía que este Gobierno, y yo como secretario general del Partido Socialista, no he tolerado en ningún momento ningún caso de corrupción. Ninguno”.
El presidente volvió a asegurar que da por cerrada su responsabilidad destituyendo y poniendo distancia con los investigados, pese a que no existe todavía sentencia judicial alguna, colaborando con la justicia y con las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado, a diferencia de lo que hacía el PP, y poniendo en marcha propuestas de regeneración democrática y de mejora de los controles para evitar esos casos de corrupción.
No hay corrupción en el PSOE
Por primera vez, sostuvo con contundencia que “por supuesto que no hay corrupción en el PSOE. No hay financiación irregular del Partido Socialista, no la hay. Soy absolutamente incompatible con cualquier forma de corrupción”, subrayó.
¿Por qué no dimitió? “Mi responsabilidad no es abandonar el barco. Es tomar decisiones, por duras que sean, desde el plano político, desde el plano de la organización, y por supuesto ofrecer al país una agenda de mejora de la calidad democrática, que es lo que está haciendo este Gobierno”, explicó.
Sánchez defendió que el fiscal general no dimita, pese a haber sido procesado, con el argumento de que “es inocente. Creo en su inocencia”. Y cuando Bueno le recordó que son los jueces los que deciden eso, añadió: “Por supuesto, pero en todo caso me podrá dar a mí el beneficio de confiar en una persona como Álvaro Ortiz, el fiscal general del Estado”.
Luchar contra los delincuentes
“Siempre voy a estar con aquellos fiscales y jueces que luchan contra la corrupción, que persigan al delincuente”, prosiguió el presidente. “Pero no en un caso que a mí me parece que falta consistencia en cuanto a la carga probatoria para abrir un juicio oral”.
En relación con su hermano y su esposa, sometidos también a sendas imputaciones judiciales, acudió al mismo argumento. “Por supuesto que defiendo su honestidad y su inocencia. Lo voy a defender siempre. Porque es la verdad”.
Aun pensando que “la inmensa mayoría de jueces y fiscales de nuestro país hacen bien su trabajo y cumplen con la ley”, añadió: “Con la misma rotundidad digo que hay jueces que no. Estos son casos palmarios de que eso no es así. De que hay un problema de desempeño, de instrucción, de pena del telediario que al final están pagando dos personas por el mero hecho de ser familiares míos”, se quejó.
Jueces que hacen política
“Hay jueces haciendo política y hay políticos que tratan de hacer justicia”, sentenció en una nueva respuesta. “Sin duda alguna. Afortunadamente, es la minoría, pero la hay. Y hacen un daño terrible, un inmenso daño a la justicia y al Poder Judicial”.
En todo caso, insistió en asegurar que “la corrupción sistemática acabó con la moción de censura en el año 2018. He pedido perdón, estoy dispuesto a aprender, a reconocer también mis errores, pero lo que no voy a hacer es aceptar lecciones de organizaciones políticas (en referencia al PP) que no asumen esa responsabilidad, que tienen más de 30 causas abiertas y que tienen a más de 100 personas siendo investigadas por casos de corrupción muy graves”.
“¿Su Gobierno, la continuidad de su Ejecutivo, depende más de los tribunales en este momento que de su acción de Gobierno?”, le preguntó la periodista. “De la acción de Gobierno. Sin duda alguna”, respondió Sánchez, desvinculando el futuro de su Ejecutivo de cualquier decisión judicial.
Falta de colaboración en los incendios
Preguntado acerca de lo que no funcionó durante los incendios, Sánchez recordó que ya sabemos “lo que no funciona. No funciona la deslealtad institucional, la precariedad de los trabajadores de las comunidades autónomas que están combatiendo contra el fuego, los recortes, ni la privatización ni el debilitamiento de las políticas públicas”. Hay recursos, defendió, y evidencias científicas. “Lo que falta es voluntad política por parte de determinadas administraciones territoriales para trabajar todos a una”, precisó, culpando a las comunidades autónomas del PP.
Sánchez pidió unidad para sacar adelante su propuesta de un pacto de Estado para la emergencia climática, pero al mismo tiempo calificó de “enorme error” ver a dirigentes políticos, a través de instituciones y partidos políticos —de nuevo en alusión directa al PP—, “no hacer ni una mínima referencia a la emergencia climática”.
Defendió también la quita de deuda que aprobará este martes el Consejo de Ministros, no solo en cumplimiento de sus compromisos con Esquerra, sino porque dará “margen fiscal a las comunidades autónomas para que hagan políticas sociales, porque dejarán de pagar intereses de la deuda y, por tanto, podrán destinarlo a educación, a becas, a sanidad, a dependencia, a servicios sociales, a políticas de vivienda”.
Decisión asumible
Es una decisión asumible, recalcó, gracias a la buena gestión de la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, que se va a llevar a cabo al mismo tiempo que se reducen la deuda del Estado y el déficit público.
El presidente reafirmó también que su Gobierno presentará un proyecto de presupuestos al Congreso por primera vez en lo que va de legislatura. Y esta vez reveló que no anticipará elecciones si no consigue sacarlos adelante como él mismo exigió en 2017 a Mariano Rajoy.
“Voy a presentar los presupuestos, pero también le digo una cosa. Y quiero ser muy claro con los grupos parlamentarios. Los Presupuestos Generales del Estado son un instrumento, no son un fin en sí mismo. El fin es crecer, crear empleo, como lo está haciendo la economía española. Reducir la desigualdad y hacer la agenda de transformaciones económicas. Poder vehicular y gestionar los fondos europeos, que acaban el 31 de diciembre del año 2026”. Y no tiene intención de renunciar a este fin si no logra sacar adelante “el instrumento” que, según él, es la ley de presupuestos.
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“Vamos a presentar los presupuestos, vamos a pelear para aprobar esos presupuestos en las Cortes Generales” y, si no logra que salgan adelante, seguirá gobernando con los presupuestos que tiene. “Tengo unos presupuestos que me permiten cumplir con los dos principales objetivos que antes le he dicho: hacer frente a mi agenda social, a la agenda social del Gobierno de coalición progresista, y también el poder vehicular todos los fondos europeos que tenemos de aquí al año 2026”.
Convocar elecciones, aseguró, supondría “meter al país en una parálisis: dos meses de campaña, más luego el debate de investidura. Y mientras tanto, perdiendo la gran oportunidad de transformar nuestro país con esos fondos europeos”.
“Voy a ofrecer ese acuerdo de unos nuevos Presupuestos Generales”, pero si no salen, concluyó, “tenemos todas las herramientas para poder cumplir con nuestros objetivos”.