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El futuro del PSOE

Sánchez quiere vincular la fecha del Congreso del PSOE a una posible repetición de las elecciones

Pedro Sánchez quiere vincular la fecha del Congreso del PSOE a una posible repetición de las elecciones

Ibon Uría

El calendario interno vuelve a causar quebraderos de cabeza a la dirección del PSOE. El pasado 11 de enero la ejecutiva puso fecha al Comité Federal que, a su vez, convocará el 39º Congreso del partido, donde Sánchez quiere revalidar su cargo de secretario general. Ese comité se celebrará el próximo sábado 30. El equipo de Pedro Sánchez calculó a principios de mes que, para entonces, la cuestión de la gobernabilidad estaría más o menos resuelta y que podría buscar una fecha adecuada para el congreso en función de las posibilidades del PSOE de gobernar. Ahora, en cambio, sabe a ciencia cierta que no será así. Por eso Sánchez y los suyos buscan estos días una fórmula que deje abierta la fecha del cónclave y que la supedite a una posible repetición de las generales.

La cuestión de los tiempos tiene trascendencia en las batallas internas por el poder en la formación y ya provocó tensiones semanas atrás. El principal objetivo del partido es que su congreso no interfiera con una eventual repetición de las elecciones. Es decir, que la recogida de avales para el proceso de elección interna no coincida con la posible segunda campaña electoral consecutiva. En realidad el Congreso Federal debía celebrarse no más tarde de la primera semana de febrero, cuatro años después del cónclave en el que Rubalcaba se impuso a Chacón, así que cualquier posibilidad está ya fuera de plazo –especialmente porque desde la convocatoria hasta su celebración deben pasar 60 días–.

Sobre la fecha adecuada para el congreso ha habido dos opiniones divergentes. La primera, que se celebre hacia abril. Era la defendida por varias de las federaciones con mayor peso interno –entre ellas Andalucía–, que en público y en privado reclamaron días después del 20-D que el cónclave se celebre "cuando toca" y no se aplace más de lo necesario. El equipo de Sánchez, en cambio, es partidario de retrasarlo hasta junio y, por tanto, hasta después de unas nuevas generales, si es que se tienen que celebrar.

En la práctica, eso supondría que antes de volver a votar habría primarias para elegir al candidato, pero no congreso para escoger al líder del partido, que seguiría siendo Sánchez. Y eso dificultaría la posible irrupción de la líder andaluza, Susana Díaz, que sigue sin decidirse sobre si da un paso al frente. Quienes han mantenido estas posiciones recuerdan que se han pronunciado porque Pedro Sánchez "abrió el melón el mismo día siguiente a las elecciones al anunciar que volvería a presentarse a la secretaría general".

Fecha condicionada

Fuentes de la ejecutiva del PSOE consultadas por infoLibre confirman que la estrategia del equipo de Sánchez el próximo día 30 en el Comité Federal pasará por establecer una fecha para el congreso del partido supeditada al calendario político y vinculada a si hay o no unas nuevas elecciones. La fórmula concreta en la que se traducirá esa intención no está aún cerrada. "No sabemos cuál será la fórmula, pero la habrá. Encontraremos una fórmula para poner fecha al congreso", señala un dirigente socialista con asiento en la ejecutiva.

"Lo que habrá es algún tipo de salvaguarda que permita mover el congreso si es necesario", comenta otro cargo. Por ejemplo, comentan estas voces, podría establecerse que el Congreso Federal se celebre dos o tres semanas después de la hipotética repetición generales. Lo que no quiere bajo ningún concepto la dirección del partido es una fecha cerrada e inamovible: pretende dejar la decisión abierta y en manos de la ejecutiva de Sánchez.

El calendario político, por su parte, avanza con sus propios tiempos. A lo largo de toda esta semana se sucederán los contactos de Felipe VI con los representantes de los partidos. El Congreso de los Diputados, por su parte, no prevé tener resuelta la constitución definitiva de los grupos parlamentarios hasta la próxima semana, una condición indispensable para poder convocar el Pleno de investidura del presidente del Gobierno. La primera votación, según fuentes parlamentarias, se espera para la primera semana de febrero. Después habría una segunda y, sólo si Mariano Rajoy –que previsiblemente será el primero sobre quien recaerá el encargo de formar Gobierno– fracasara tambien en ella, llegaría el turno de Sánchez.

Por tanto, el 30 de enero, día en el que el PSOE debe poner fecha a su próximo congreso, Pedro Sánchez ni siquiera se habrá sometido a una primera votación para ser investido presidente, salvo sorpresa de última hora.

Decidido a (intentar) gobernar

En lo que también insisten en el PSOE y en el entorno del secretario general es en que "Pedro [Sánchez] va a por todas" en lo que a exprimir sus opciones de formar Gobierno se refiere porque, en caso contrario y según un miembro de la ejecutiva del partido, "sabe que se tendrá que ir a casa".

El propio Sánchez reiteró este martes en un acto en Donostia-San Sebastián que "las grandes transformaciones" que necesita España no pueden venir de la mano del PP sino del PSOE y de su "capacidad para dialogar y tender puentes". El PSOE, enfatizó su secretario general, no está por establecer "líneas rojas" ni "cordones sanitarios en contra de nadie", sino por "formar un gobierno progresista y reformista". "Voy a ser fiel a nuestros compromisos, leal a nuestros votantes y consecuente con lo que hemos venido diciendo durante estos últimos cuatro años", remató el candidato socialista.

Federaciones críticas, como la valenciana, sostienen que "los números siguen sin salir" para un Gobierno de izquierdas, pero admiten que las únicas opciones viables parecen "un acuerdo con Podemos o ir a nuevas elecciones". "Es muy difícil que lleguemos a gobernar, pero el único con capacidad de hablar y sacar una mayoría adelante ahora mismo es Pedro Sánchez", comentan.

Esos mismos sectores censuran que "Sánchez va por libre" y que tras el 20-D la dirección del partido "se encerró para generar estrategias" y "se desconectó" de las federaciones. Entre otras, de la andaluza, pilotada por Susana Díaz, que aún no se ha pronunciado sobre si dará el paso para ponerse al frente del PSOE. En su entorno afirman que, si se decide, no lo hará hasta que el calendario interno esté "completamente claro". Consideran, además, que es menos probable que lo intente presentándose a unas primarias para ser candidata a la Presidencia del Gobierno –lo que le llevaría a encabezar la lista socialista, pero sin controlar por completo el aparato y teniendo además que abandonar la Junta de Andalucía– que convirtiéndose en la rival de Sánchez en un Congreso Federal. Y añaden que "más pronto que tarde" tiene que decidir si da un paso al frente o se retira definitivamente.

Presiones internas

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Los críticos con la dirección actual tampoco ven con buenos ojos las maniobras del equipo de Sánchez. Sostienen que ejercerán "presión para que se aplace" el Comité Federal del día 30, y creen que el secretario general "jugará a mantener esa fecha a sabiendas de que entonces no se podrá decidir nada". "El 30 de enero aún no va a haber margen político para decidir la fecha del congreso y, si no se puede decidir nada, ¿qué necesidad hay de convocar el Comité Federal?", cuestionan.

Estos sectores admiten, sin embargo, que no conviene "reeditar la imagen de división interna" del partido. Apelan a la "lógica" de Sánchez para que retrase el Comité Federal y no intente maniobras para establecer una "fecha trampa" para el congreso del partido que pueda modificar después según sus intereses. "Le estamos dando margen a Pedro para negociar un Gobierno y convocar el comité el día 30 sería lo mismo que no hacer nada. ¿Qué necesidad hay de forzar posiciones de máximos? Tiene que acabar imperando el sentido común", añaden, si bien reconocen que la decisión final sobre si se cambia esa fecha está en manos únicamente de la dirección del PSOE.

A día de hoy, los más próximos a Sánchez rechazan por completo esta posibilidad. "Todos los documentos con los que trabajamos tienen una fecha muy clara: 30 de enero", afirman fuentes de la ejecutiva. "Que el comité se celebra el 30 de enero es inamovible", reitera otro de los integrantes de la dirección del partido. Un cargo crítico con el actual secretario general, por contra, resume: "Puede saltar todo por los aires de nuevo en cualquier momento".

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