La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), que representa a más del 80% de los centros hospitalarios privados, cifra en 250 euros al día el coste de hospitalización de un paciente con coronavirus al día, cuantía que sube a entre 650 y 700 euros en el caso de ingreso en la UCI. Las cantidades incluyen todo, la habitación, los medios y el tratamiento. La prueba de detección tiene un coste de entre 120 y 300 euros, "dependiendo del panel que el médico decida hacer", explica a infoLibre Carlos Rus, presidente de ASPE. Rus, que señala que los costes pueden tener "variaciones" dependiendo de la zona aunque no significativas, asegura que el tema económico no ha sido todavía cerrado con las autoridades sanitarias. Insiste, de hecho, en que no es lo prioritario. "Esto va a tener un efecto negativo en muchos sectores, también en la sanidad privada, donde prácticamente ha cesado la actividad habitual. Ahora no es momento de reivindicar nada, es el momento de atender a los pacientes. Cuando superemos esta crisis, mantendremos las conversaciones que tengamos que tener a nivel de las autonomías y del ministerio", señala Rus.
Los datos que ofrece Rus sirven para entender la dimensión económica que puede llegar a tener la declaración del estado de alarma y su desarrollo posterior en forma de decretos [ver aquí y aquí], que han puesto la sanidad privada bajo el mando de las autoridades públicas. Hay 464 hospitales de titularidad privada, según el catálogo nacional del Ministerio de Sanidad. Son más de la mitad de los 806 de toda España. Su tamaño es de media menor que el de los públicos. Suman poco más de 50.000 camas de las más de 158.000 existentes. Sus recursos ya están a disposición de las consejerías de sanidad autonómicas.
"Se nos ha solicitado que desprogramemos toda la actividad que no sea de carácter urgente. Todo lo urgente se está acometiendo y todo lo que no es urgente se está reprogramando", añade Rus, que explica que, en previsión de acontecimientos venideros, hay hospitales "habilitando camas de UCI" que normalmente no están dedicadas a cuidados intensivos.
Donde más avanzada está la colaboración es en Madrid, precisamente por ser la comunidad donde más contagio hay y donde el sistema público antes ha dado síntomas de desbordamiento. Las derivaciones de pacientes de la sanidad pública a la privada ya han comenzado, confirma Rus. Al menos tres grandes grupos hospitalarios privados han empezado a recibir pacientes, Quirón, Vithas y HM, explica Rus. No obstante, aclara que la colaboración afecta a "todos" los grupos, no sólo a estos tres, y que la "disposición" ha sido siempre total, antes y después del estado de alarma. Entre estos tres grupos, suman 86 hospitales, según datos de las propias compañías y de la fundación IDIS. Sólo el grupo Quirón suma 50.
La situación es diferente en otras autonomías. "Si te vas a zonas como Canarias o Baleares, donde el número de casos es todavía reducido, la pública se basta por sí misma. Allí recibimos pacientes; si son sintomáticos, se comunica a lo público y lo público los está tratando", añade Rus. El presidente de la patronal explica que esta fase ya se superó en Madrid y es previsible que supere en el resto de autonomías, si continúa la expansión. "El paso que se ha dado en Madrid, a diferencia de otras comunidades, es que ya hay una coordinación de la disposición de UCI entre la pública y la privada", señala. Ahora se trabaja en esta coordinación en otras comunidades, como Andalucía. No obstante, en la comunidad del sur aún no ha habido derivaciones de la pública a la privada, confirma la consejería a este periódico.
Desprogramaciones
Están constituidas o a punto de constuirse mesas de coordinación en todas las comunidades. Rus cita Andalucía, Comunidad Valenciana, Galicia, País Vasco y Región de Murcia como autonomías donde ya hay mesa. Las primeras tareas que están acometiendo, explica Rus, incluyen un inventario de los recursos disponibles de los hospitales privados.
También hay comités de coordinación a nivel provincial. Un asistente a uno de esos comités, en este caso en Andalucía, señala que el arranque del trabajo ha estado marcado por el interés de la autoridad sanitaria autonómica por conocer exactamente el catálogo de recursos disponibles en los hospitales, citando expresamente "camas, camas de UCI, respiradores, profesionales...".
Dicho asistente asegura que también ha habido que notificar el número de casos detectados en los distintos hospitales. El dinero no ha sido objeto de atención en las primeras reuniones, asegura. El mensaje trasladado es que la prioridad es la atención sanitaria y que el acuerdo económico a alcanzar se abordará tras la crisis.
Un cáculo difícil
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Ni antes ni después del estado de alarma se han escuchado reproches entre responsables de la sanidad pública y la privada. Este periódico ha preguntado al Ministerio de Sanidad por posibles conflictos surgidos, sin respuesta. El departamento que dirige Salvador Illa no aclara si la puesta a disposición de la autoridad sanitaria de los recursos de la sanidad privada se basa en algún acuerdo formal de tipo económico. Tampoco lo aclaran las consejerías de sanidad de Madrid y Andalucía. Rus asegura tajantemente que no hay acuerdo: "No se ha pactado ningún tipo de acuerdo ni se ha hablado en ningún caso de condiciones económicas". Se remite a futuras "conversaciones", una vez pasada la crisis.
Es difícil hacer previsiones sobre la factura final. El coste por paciente es muy variado. Los habrá que no necesiten ni siquiera hospitalización, otros pasarán varios días en la UCI. Dependerá de cuánto se extienda el contagio y de cuánto se desborde la sanidad pública. Fuentes sanitarias señalan que las cantidades que maneja ASPE para hospitalización y UCI precen a priori bajas. Los precios públicos del sistema sanitario del País Vasco, por ejemplo, establecen que el día en la UCI vale 1.713 euros [ver aquí], una cantidad mucho mayor.
Además, atender a pacientes no sólo tiene un coste por ese paciente, sino por la utilización de medios humanos y técnicos que se distraen de otras tareas desatendidas. No es sólo lo que la sanidad privada emplea en tratar al paciente, sino lo que deja de atender. No conviene olvidar que un hospital privado presta un servicio sanitario, claro, pero también tiene que cuadrar unos números. El detalle del coste que esto tendrá se deja, de momento, para más adelante.
La Alianza de la Sanidad Privada Española (ASPE), que representa a más del 80% de los centros hospitalarios privados, cifra en 250 euros al día el coste de hospitalización de un paciente con coronavirus al día, cuantía que sube a entre 650 y 700 euros en el caso de ingreso en la UCI. Las cantidades incluyen todo, la habitación, los medios y el tratamiento. La prueba de detección tiene un coste de entre 120 y 300 euros, "dependiendo del panel que el médico decida hacer", explica a infoLibre Carlos Rus, presidente de ASPE. Rus, que señala que los costes pueden tener "variaciones" dependiendo de la zona aunque no significativas, asegura que el tema económico no ha sido todavía cerrado con las autoridades sanitarias. Insiste, de hecho, en que no es lo prioritario. "Esto va a tener un efecto negativo en muchos sectores, también en la sanidad privada, donde prácticamente ha cesado la actividad habitual. Ahora no es momento de reivindicar nada, es el momento de atender a los pacientes. Cuando superemos esta crisis, mantendremos las conversaciones que tengamos que tener a nivel de las autonomías y del ministerio", señala Rus.