Mientras la oposición en bloque insiste en el portazo a la democracia que supone que el presidente del Gobierno no vaya a comparecer en el Congreso al menos hasta después del verano para rendir cuentas de la financiación del PP y los supuestos sobresueldos, el Gobierno y el PP se afanan en justificar este plantón.
Los principales argumentos esgrimidos son cuatro. Uno: que el Congreso es la cámara de control al Gobierno, no al partido. Dos: que el tema ya está judicializado y que es el juez el que debe decidiro. Tres: que la persona de la que parten estas informaciones no tiene crédito puesto que es un "delincuente""delincuente" –que formó parte 20 años del partido–. Y cuatro: que Mariano Rajoy ya ha dado explicaciones de este escándalo en los últimos meses en sede parlamentaria.
Precisamente a este último punto hizo este viernes alusión la vicepresidenta del Gobierno. Fue en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, cuando se le preguntó sobre los motivos por los que Rajoy no comparecerá a explicar el caso Bárcenas, para decir a los ciudadanos que "miente", tal y como había acordado un día antes la Diputación Permanente. La respuesta de Soraya Sáenz de Santamaría fue la siguiente: "Porque ya lo ha hecho el presidente del Gobierno en el Congreso de los Diputados. En los meses de enero, febrero, marzo y abril ha tenido debates o preguntas parlamentarias sobre el tema por el que usted me pregunta, sobre los hechos que son idénticos a los que se están viendo en este momento [...] Si repasa usted la intervención del señor Rubalcaba [el jueves en la Diputación Permanente], las constantes citas a los debates con el señor Rajoy sobre este tema fueron abundantes en su primera intervención, lo que pone de manifiesto que ambos dos en el Congreso de los Diputados han hablado sobre esta cuestión".
Para comprobar la afirmación de la número dos del Ejecutivo basta consultar el registro de comparecencias de la Cámara Baja. Si se consulta la ficha del presidente del Gobierno, puede comprobarse que Mariano Rajoy acudió en diez ocasiones al Congreso entre los meses de enero y abril de este año. Las actas rinden cuentas de que los diferentes portavoces parlamentarios pusieron en gran parte de estas sesiones el nombre de Bárcenas sobre la mesa. Pero Rajoy, fiel a su estilo, optó por desviar el foco. Se limitó a enumerar las políticas anticorrupción que estudia su Gobierno y a vender los beneficios de la futura ley de transparencia.
A continuación, figura un resumen de estas intervenciones en las que los partidos mencionaron a Bárcenas y la respuesta del Presidente del Gobierno
30 de enero
Sesión de control parlamentario. Es imposible que en el mes de enero Mariano Rajoy rindiera cuentas sobre el extesorero porque los bautizados como papeles de Bárcenas no fueron publicados hasta el 31 de enero. No obstante, este día el caso Gürtel, tuvo su hueco en el Parlamento.caso Gürtel
Fue Cayo Lara el que coló el nombre de este escándalo de corrupción que afecta al PP cuando preguntó a Rajoy si estaba "dispuesto el Gobierno a realizar un Pleno monográfico para elaborar un plan de lucha contra la corrupción".
Rajoy respondió con un 'no' al Pleno. Pero con un 'sí' a "un plan contra la corrupción". "Acordado entre todos los partidos políticos que quieran hacerlo". Y citó como muestra de que el Ejecutivo caminaba por esa senda "la voluntad de pactar la Ley de Transparencia". Lara, no contento con la imprecisión de la respuesta del Presidente, exigió de nuevo el Pleno "donde se debata con luz y taquígrafos y se haga un plan serio para acabar definitivamente con la corrupción en España". "Si no, la bomba de Bárcenas le estallará, probablemente también al Gobierno".
"Yo le invitaría a que no nos quedemos en contar las cosas o decir lo que ya todos ya sabemos, y le invitaría a que fuésemos eficaces y planteáramos medidas que sean útiles", fue la réplica de Rajoy antes de volver a citar la ley de transparencia y la reforma de la ley de financiación de partidos, entre otras iniciativas.
13 de febrero
Sesión de control parlamentario. "¿A estas alturas, y un año después, con lo que ha llovido, sigue usted pensando que la corrupción política no es un problema para España y para nuestra democracia?", disparó Rosa Díez (UPyD). Hacía menos de 15 días de la publicación de los papeles de Bárcenas.
"Hay que combatir la corrupción, pero lo que no se puede, porque es una enorme injusticia, es generalizarla sobre el conjunto de la clase política", mantuvo Rajoy antes comprometerse a que los partidos políticos serían incluidos en la Ley de Transparencia.
Más directo fue el líder de los socialistas, Alfredo Pérez Rubalcaba, que tras preguntar por la forma en la que pensaba abordar "la crisis política por la que atraviesa España", criticó que la reacción del presidente del Gobierno ante las novedades sobre Bárcenas –cuentas en Suiza, presuntos manejos irregulares de fondos en el PP– su reacción era la de "no hacer nada".
Rajoy no dio una sola explicación. "Yo no voy a entrar, ni a dar aquí ningún dato, ni a mencionar a ninguna persona de las que están sentadas enfrente de mí en este momento en la Cámara, ni de las que están fuera de aquí. Yo, simplemente, le digo una cosa, señor Pérez Rubalcaba: haga exactamente usted el mismo ejercicio de transparencia que he hecho yo con las cuentas de su partido político y también con las mías. Hágalo eso y, cuando lo haga, a lo mejor tiene autoridad moral para decir algo. Mientras no lo haga, no la tiene, señor Pérez Rubalcaba", espetó al líder de los socialistas.
20 y 21 de febrero
Los 20 y 21 de febrero el Congreso de los Diputados acogió el debate sobre el estado de la nación. Durante, el primer día, el dedicado a la intervención del presidente del Gobierno, Rajoy habló de corrupción principalmente para concluir que su Gobierno iba a tomar medidas al respecto. Como acostumbra, a Bárcenas no le mencionó.
"Yo, como todos ustedes, estoy dispuesto a perseguir la corrupción donde aparezca; pero no podemos permitir que se escriba otra vez de España una leyenda negra y tampoco quiero que España se convierta en un país inhabitable porque se aplaudan las acusaciones sin pruebas, porque causan daños que ni la rectificación podrá reparar, porque ya son irreparables", dijo como colofón a los párrafos que dedicó a hablar de este tipo de escándalos.
Un día después, en las réplicas, el nombre de Bárcenas se escuchó en 15 ocasiones. Ninguna en boca de Rajoy, que se negó a entrar en el fondo del asunto. Sirva como ejemplo la respuesta que dio a Rubalcaba:
"No voy a entrar en debate sobre este asunto porque a veces diera la impresión de que algunos llevan una contabilidad moral separada para sus amigos y otra para los demás. Por tanto, no creo que deba entrar yo en eso. A veces tiene uno la sensación de que la memoria es la primera prófuga de la política. Solo voy a decir una cosa, porque usted se ha referido a un asunto de mi partido. Mi partido de momento no ha sido condenado por financiación irregular, el suyo sí. A partir de ahí y como ya he dicho esta mañana, creo que estamos ante un tema en el que debemos hacer un esfuerzo entre todos, en el que todos debemos actuar con lealtad, en el que debemos aprobar un paquete de leyes, las que yo he presentado, las que ha presentado usted y cualesquiera otras después de hablarlas y sin hacer demagogia, porque este sin duda alguna —y en eso estoy de acuerdo con usted— es un tema que genera muchas dudas al conjunto de los ciudadanos españoles, afecta a nuestra autoestima y nos perjudica como españoles".
O las palabras que, sobre corrupción, dirigió a Aitor Esteban (PNV):
"Habla de más actitud y menos pose y cita a personas relacionadas con mi partido. Yo no voy a citar, porque no lo he hecho ayer y no lo voy a hacer hoy, a nadie. Sí quiero decir que las personas que ha citado usted hace ya años que no asumen ningún tipo de responsabilidad en mi partido. Eso también es actitud y no pose, señor Esteban. En cualquier caso, ayer hice una invitación al conjunto de los grupos parlamentarios para afrontar este tema; es una invitación sincera y creo que todos tenemos una enorme responsabilidad. Me gustaría, después de lo que hemos visto a lo largo de estos días, que esto sirviese para que no tuviésemos que volver a debatir aquí nunca más una cuestión de esas características".
10 de abril
Sesión de control parlamentario. Cayo Lara, en representación del grupo de la Izquierda Plural, pregunta a Rajoy sobre "las medidas de refuerzo" que "piensa destinar el Gobierno en el funcionamiento de la Justicia para agilizar eficazmente los procedimientos actualmente abiertos por delitos de corrupción". El diputado de IU insistió en que se invierta para que casos como Gürtel o Bárcenas no mueran en los cajones por falta de medios y criticó que se haya tardado "varios años en descubrirse que Bárcenas tenía 38 millones en una cuenta de Suiza".
Rajoy no quiso entrar al trapo. Habló de las reformas legales en marcha: "Créame usted que tenemos la voluntad de hacer que las cosas se resuelvan con la mayor rapidez posible y de que los jueces y fiscales cuenten con todos los medios suficientes para dar pronta solución a los problemas que tienen en sus manos".
Ver másEl Gobierno admite que Rajoy envió los SMS a Bárcenas
17 de abril
Sesión de control parlamentario. "¿Usted cree, presidente, que esta forma de gobernar tiene un pase si se le compara con los estándares democráticos y de transparencia de los gobiernos europeos?", preguntó la diputada Rosa Díez (UPyD). Rajoy respondió esgrimiendo la ley de transparencia, ante lo que Díez replicó que el presidente se mantiene oculto a los medios y al parlamento. Por la mente de todos los presente pasaba el caso Bárcenas.
Tampoco pasa por alto que, pese a las palabras de Santamaría de este viernes, la situación hoy no es la misma que en los meses de enero, febrero, marzo y abril. Desde el 31 de enero, fecha en la que El País publicó los denominados papeles de Bárcenas, hasta este lunes, el extesorero había negado la autoría y la veracidad de la contabilidad en la que figuraban los sobresueldos a dirigentes del partido. Este martes, el caso dio un giro después de que El Mundo publicara datos contables originales que el extesorero sí reconoce como suyos.
Mientras la oposición en bloque insiste en el portazo a la democracia que supone que el presidente del Gobierno no vaya a comparecer en el Congreso al menos hasta después del verano para rendir cuentas de la financiación del PP y los supuestos sobresueldos, el Gobierno y el PP se afanan en justificar este plantón.