Sectores del PP creen que Rajoy debería dar un giro a su estrategia para no “alimentar” a Podemos

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El último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), a pocas horas del arranque oficial de la campaña electoral, dejó en la dirección nacional del Partido Popular un sabor agridulce. En el lado positivo, Mariano Rajoy, aunque muy desgastado, sigue liderando la candidatura que cosecha mayor número de votos [118-121 escaños, frente a los 123 del 20-D]. En el más amargo, los conservadores ven cómo el PSOE, su fuerza preferida para articular una gran coalición, pierde la segunda posición devorado por Unidos Podemos, la alianza entre Izquierda Unida y la formación liderada por Pablo Iglesias. Nada más conocerse los datos, el presidente del Gobierno en funciones se declaraba satisfecho y nada preocupado. Pero esta opinión no es compartida por otros de sus compañeros. Dirigentes del PP consultados por infoLibre se mostraron convencidos de que es el momento de dar un giro a la estrategia huyendo de la "polarización" y del "discurso del miedo" a Podemos.

¿Cómo lo explican? Quienes creen que Rajoy debe replantearse la orientación de la campaña lo justifican apuntando a que, a base de seguir insistiendo en el peligro de que gobiernen "extremistas y radicales" y alertando de las "malas prácticas" de los llamadas instituciones "del cambio" pueden conseguir que la estrategia se les vuelva en contra. A saber: desmovilizar a los suyos, movilizar a los potenciales votantes de Podemos e IU y provocar que la distancia entre estos y el PSOE se agrande.

"No se trata de llamar al voto a Pedro Sánchez –señala con ironía un dirigente regional del PP–, se trata de dejar claro que seguimos considerando al PSOE nuestro principal rival y que, si es necesario, nos gustaría intentar esa gran coalición que no se intentó tras las generales de diciembre". La misma fuente recurre al ejemplo de lo que le ocurrió a Esperanza Aguirre en las municipales de mayo de 2015, cuando no logró la Alcaldía de Madrid tras una campaña basada en ataques permanentes a Manuela Carmena, la candidata de Ahora Madrid.

El 'caso Aguirre'

La propia Aguirre ha reconocido en más de una vez que se equivocó recurriendo tanto a la confrontación en lugar de hacer una campaña más propositiva centrada en su programa electoral. También lo ha dejado por escrito en el capítulo 13 de su libro, Yo no me callo.Yo no me callo

"Yo misma, en la campaña de las elecciones municipales para el Ayuntamiento de Madrid, caí en la tentación de recurrir al miedo a Podemos, en lugar de explicar a los madrileños qué estaba yo dispuesta a hacer como alcaldesa para mejorar su calidad de vida, como ya lo hice en el Gobierno de la Comunidad de Madrid. Y, sobre todo, qué ideas y qué políticas lo hicieron posible", admite la lideresa en su libro.

Aznar y "la tentación de polarizar"

También el expresidente del Gobierno y presidente de honor del Partido Popular, José María Aznar. Hace una semana, en unas declaraciones que escocieron mucho en su partido, señaló que"ahora mismo no hay trabajo más importante que hacer a favor de España que el de recuperar la voluntad de concordia para evitar un descarrilamiento histórico que a día de hoy no es en absoluto imposible". "A mi juicio, eso implica abandonar de inmediato cualquier tentación de polarizar, de amedrentar, de extremar, de excluir, de radicalizar, de dividir, de enfrentar a unos españoles contra otros. Porque en esa competición siempre ganan los mismos, que son siempre los peores. Y siempre pierde la convivencia. Hay abundante experiencia acerca de esto", añadió Aznar. "Me parece relevante que nos expliquemos", respondió la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Soraya Sáenz de Santamaría, preguntada al respecto en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

En el equipo de Rajoy insisten en que el resultado del CIS puede serles útil para movilizar a su electorado. Y, de paso, "poner de manifiesto la realidad". Esta, señalan, no es otra que la de que los partidos más a la izquierda del PSOE tienen serias posibilidades de ubicarse tras el PP o, incluso, superarles. 

En este sentido, señalan, los ciudadanos tienen que ser conscientes de que el PP seguirá con la senda reformista que ha permitido "que llegue la recuperación", mientras que el resto de formaciones no garantizan que vaya a mantenerse esta senda.

Casado: "No es polarizar"

La reacción de este jueves a la encuesta llegó en boca de Pablo Casado, el vicesecretario de Comunicación. En declaraciones a laSexta recogidas por Europa Press, volvió a defender una coalición entre PP y PSOE y sostuvo que los datos hechos públicos en el sondeo confirman que hay "dos bloques posibles", en alusión al liderado por su partido o un gobierno de izquierdas, bien liderado por los socialistas o por Podemos.

Respecto a la estrategia, defendió que la de su formación es la acertada. Y que lo que vienen haciendo en las últimas semanas desde el PP "no es polarizar la campaña sino informar  a los ciudadanos de que esos son los dos bloques posibles".

¿Y el liderazgo de Rajoy? 

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El CIS pone el Gobierno más cerca de una coalición Podemos-PSOE [166-171] que a la suma entre PP y Ciudadanos [156-160]. En este escenario, la pérdida del Ejecutivo por parte del PP tendría, según las fuentes consultadas, un efecto serio en la situación interna en el Partido Popular.

Los conservadores tiene pendiente la celebración de un congreso para renovar al equipo directivo de 2015. El proceso, parado por Rajoy hasta que haya un candidato a la Presidencia del Gobierno, sería más difícil si el jefe de los conservadores no sigue en la Moncloa. En este caso, coinciden los dirigentes consultados, el líder de PP tendría complicado tutelar ese proceso para que fuese lo más tranquilo posible porque su liderazgo quedaría muy tocado.

El último sondeo del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), a pocas horas del arranque oficial de la campaña electoral, dejó en la dirección nacional del Partido Popular un sabor agridulce. En el lado positivo, Mariano Rajoy, aunque muy desgastado, sigue liderando la candidatura que cosecha mayor número de votos [118-121 escaños, frente a los 123 del 20-D]. En el más amargo, los conservadores ven cómo el PSOE, su fuerza preferida para articular una gran coalición, pierde la segunda posición devorado por Unidos Podemos, la alianza entre Izquierda Unida y la formación liderada por Pablo Iglesias. Nada más conocerse los datos, el presidente del Gobierno en funciones se declaraba satisfecho y nada preocupado. Pero esta opinión no es compartida por otros de sus compañeros. Dirigentes del PP consultados por infoLibre se mostraron convencidos de que es el momento de dar un giro a la estrategia huyendo de la "polarización" y del "discurso del miedo" a Podemos.

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