Seis propuestas para luchar contra el "mito del problema migratorio"

"Contra las fakes, facts" o, dicho de otro modo, para combatir las noticias falsas, usemos los datos. Así resumía el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, Diego López Garrido, el estudio Desmontando el mito del problema migratorio que este miércoles se presentó en la sede de la organización, en Madrid. A su lado, las autoras del mismo, Beatriz Cózar y Leticia Rodríguez, incidían en la misma idea: hay que luchar contra la desinformación que inunda el debate migratorio y que han hecho de este un pilar central de la política europea, más si cabe con el auge de los partidos populistas y euroescépticos. Porque la migración ha creado "un problema político inventado, no uno real", insistió López Garrido. Y esto se ha visto en la campaña de las pasadas elecciones europeas del 28 de abril aunque, no obstante, con "menor incidencia de la temida", según el estudio. Y a pesar de que Rodríguez no cree que la campaña electoral que se avecina en España esté impregnada de esta desinformación en torno a la migración, sí es un problema que hay que solucionar. ¿Cómo? Las expertas proponen varias fórmulas pero todas giran en torno a tres ideas: facilitar la migración segura, ayudar a la integración y educar a la población de los países potencialmente receptores.

Según destaca el estudio, las migraciones no pueden entenderse como un fenómeno nuevo, sino como todo lo contrario. Lo que sí ha cambiado ha sido la percepción social de las mismas. Y aquí ha tenido mucho que ver la proliferación de las redes sociales como una herramienta fundamental a la hora de consumir información. Pero el problema es la calidad de esa información que, según el estudio, suele vincular la migración con la inseguridad o con un supuesto trato privilegiado por parte de los gobiernos europeos. Y esto ha ocurrido también en España. Sin ir más lejos, en la campaña de los comicios del 28 de abril. El líder de Vox, Santiago Abascal, presentó su proyecto político en Vistalegre declarando que una de sus banderas es luchar contra "la inmigración ilegal que ataca nuestras fronteras" y que, además, "no viene a España a engrandecerla sino a recibir prebendas que muchos españoles no tienen". Unos mensajes que han calado en las redes sociales a través de la difusión de noticias falsas.

La Comisión Europea, no obstante, intentó frenarlas para que no inundaran el debate electoral previo a los comicios al Parlamento Europeo. Y lo hizo, según recuerda el estudio, a través de "un sistema de alerta temprana que permite el intercambio de información entre los Estados miembros y las instituciones europeas", a través de un Código de Buenas Prácticas elaborado con el objetivo de aumentar la transparencia, incentivando la alfabetización mediática para fomentar que los ciudadanos reconozcan las fake news y apoyando los esfuerzos de los países en esta materia. Aun así, el objetivo no se alcanzó por completo. Según un estudio del Oxford Internet Institute, "menos del 4% de las fuentes que circularon en Twitter" entre el 5 y el 20 de abril "fueron noticias basura", pero las más exitosas, cita el estudio de la Fundación Alternativas, tienden a girar en torno a la inmigración y la seguridad.

Pero además de las iniciativas a nivel comunitario, las redes sociales y los medios de comunicación también han puesto en marcha otras, aunque el resultado ha sido similar. Por ello, las expertas autoras del estudio proponen seis nuevas fórmulas. Y estas no solo están basadas en evitar la difusión de un posible bulo, sino también en tratar de que este no aparezca.

1. Reformar el Sistema Europeo Común de Asilo y conseguir una Política Migratoria Común

"Se trata quizás de una recomendación un tanto manida, pero que debe ser recordada tanto por las instituciones europeas y nacionales, como por la ciudadanía. Resulta vital que se acometa la reforma del Sistema Europeo Sistema Europeo Común de Asilo" (SECA), dicen las autoras en su estudio. Tachan la recomendación de manida porque es una demanda clásica de las ONG. Según recuerda la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR), fue en 2015 cuando la Comisión Europea anunció el inicio del proceso. Pero en 2019, cuatro años después, todavía no se ha puesto en marcha, aunque la organización señala que algunas de las propuestas elaboradas por la institución europea ya podrían comenzar a rodar. Pero el problema han sido las discusiones entre países, que han evitado el acuerdo y, por tanto, provocado "que las personas solicitantes de asilo y refugiadas reciban un tratamiento diferente en función del estado donde presentan su solicitud", denuncia la organización. 

Si se aprobara este sistema, continúa la investigación, se permitiría "un mayor compromiso de los Estados miembros con la cuestión migratoria y se conseguiría una verdadera política migratoria común". Pero lo que las investigadoras pretenden con esta propuesta, según explica Rodríguez a infoLibre, es que la Unión Europea acerce estas políticas a los ciudadanos europeos. Y es que, según critica, "hay una falta de comunicación" entre la institución y la sociedad que provoca "espacios aprovechados por la ultraderecha para introducir sus mensajes". "De nada sirve un documento de la UE analizando el sistema si no explicas qué es, en qué consiste la reforma y en qué puede beneficiar a la Unión", dice.  

2. Formación de futuros migrantes en origen y acuerdos entre países

Hay otra medida en la que también han insistido una y otra vez las ONG defensoras de los Derechos Humanos: es necesario garantizar vías legales y seguras para la migración. Que no las haya provoca que la mayoría de migrantes que llegan a los países europeos sean irregulares y esto, a su vez, condena a estas personas a acceder "a trabajos de poca calidad, con sueldos precarios, generando situaciones de exclusión social en los países de acogida", señala la investigación. Pero además esto genera un impacto en la sociedad de acogida, estratificándola y ahondando las desigualdades. Podría darse, por tanto, "una división en la sociedad entre las personas que ya residían en el país de acogida y que son parte y esencia de esta sociedad y las personas inmigrantes que se ven como unos ciudadanos de segunda". Y esto, en los países con altas tasas de desempleo y que se ven o han visto afectados por la crisis del Mediterráneo puede generar elementos de rechazo que dan lugar al "auge de movimientos y partidos políticos de extrema derecha" que basen su discurso en la xenofobia. 

A través de la propuesta de las investigadoras autoras del informe, "los migrantes llegarían a los países de destino respondiendo a una serie de ofertas laborales", por lo que se podría desmontar el argumento que sostiene que estas personas son proclives a la delincuencia o el que defiende que su contratación provoca el aumento del paro de las personas del país receptor. "Esto reportaría, además, un beneficio adicional: el fortalecimiento de las alianzas entre países de distintos continentes y supondría un reforzamiento de la cooperación internacional", añade el estudio. 

3. Facilitar la integración social de los inmigrantes

Para luchar contra ese rechazo que en ocasiones deriva de la inmigración irregular también es importante, no obstante, la integración social de estas personas. Y para ello la educación es un pilar fundamental. Pero no el único. Por ello, las expertas proponen la adopción de políticas sociales impulsadas desde organismos nacionales, regionales y locales, "que no estuvieran basadas en leyes discriminatorias y ofreciendo servicios integrales a los migrantes", sostiene el documento. En cualquier caso, para llegar a ello primero es fundamental cambiar el prisma desde el que se ve la inmigración. Y conseguirlo pasa por un proceso de "desecuritización de la migración" donde se priorice el debate de la seguridad humana frente a la seguridad nacional.

En este punto concreto quiso incidir, durante la presentación del estudio, Rodríguez. La autora del estudio lamentó que no se hable de la migración en "términos humanos" y criticó que nunca se tengan en cuenta los motivos que llevan a un migrante a salir de un país ni las dificultades que puede encontrar en su destino. 

4. Fomentar la alfabetización digital

No obstante, aunque la sociedad desarrolle una mayor empatía hacia los migrantes, esta no será suficiente si continúa creyendo todos los mensajes que se difunden como verdaderos a través de las redes sociales. Por eso, dice la investigación, es necesario también trabajar en la alfabetización digital. Así "el ciudadano se encontrará más capacitado para desarrollar una opinión crítica y poder verificar la información que se le presenta. Para que esto sea posible, podría elaborarse ya por parte de las instituciones europeas o nacionales, o asociaciones civiles, una guía accesible y entendible para los ciudadanos en la que se expliquen los principales indicadores que caracterizan este tipo de información engañosa y, así, poder combatirla", dice la investigación. 

No sería la primera. El pasado mes de frebrero, el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) elaboró un "decálogo de seguridad" un "decálogo de seguridad"para que los usuarios estén prevenidos contra las fake news. Lo más importante, según la institución, es poder localizar e identificar la fuente. Si es desconocida o no se puede acceder a la información a través de un enlace, ya hay motivos para sospechar. Además, recomienda a los ciudadanos que extremen la atención con los perfiles anónimos en redes sociales responsables muchas veces de la viralización de contenidos, así como de aquellos con apariencia de estar controlados por una persona real pero que están manejados por robots o terceras personas.

5. Creación, fomento e impulso de observatorios y clínicas dedicadas a los Derechos Humanos

No sólo la educación digital es la importante. La educación en materia migratoria propiamente dicha también es fundamental, a juicio del estudio de la Fundación Alternativas. Por ello, las autoras apuestan por la "creación, fomento e impulso de observatorios y clínicas dedicadas a los Derechos Humanos". "Estas plataformas podrían ser el mecanismo adecuado para mejorar la formación profesional técnica y deontológica de los estudiantes de Derecho. Asimismo, realizarían labores de sensibilización sobre la importancia de los Derechos Humanos en la sociedad", defienden. 

No obstante, la propuesta nace de algunos ejemplos que ya existen en España como la Clínica Jurídica de Derechos Humanos y Empresas de la Universidad de Sevilla, la Clínica Jurídica de Acción Social de la Universidad de Salamanca, el Observatorio Vasco de Inmigración o el Observatorio Permanente Andaluz de las Migraciones. 

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6. Foros de debate sobre la inmigración

Pero la educación en este ámbito no debe centrarse únicamente en un sector concreto, como puede ser el profesional o el directamente interesado en la actualidad, sino que debe ampliarse. Esta propuesta, explica Rodríguez en conversación con este periódico, está íntimamente relacionada con la primera. Una vez más, argumenta, pretenden acercar la realidad migratoria a la sociedad, rellenando los huecos desinformados que pueden ser ocupados por informaciones falsas o interesadas.

Proponen, por tanto, la creación de "foros de debate que permitan al ciudadano de a pie conocer la situación de cerca y desarrollar su pensamiento crítico dejando a un lado los mitos o las ideas preconcebidas". No obstante, puede darse el problema de que quienes ya hayan basado su pensamiento en torno a la migración a través de mitos o ideas preconcebidas ya lleguen demasiado tarde a estos foros. 

"Contra las fakes, facts" o, dicho de otro modo, para combatir las noticias falsas, usemos los datos. Así resumía el vicepresidente ejecutivo de la Fundación Alternativas, Diego López Garrido, el estudio Desmontando el mito del problema migratorio que este miércoles se presentó en la sede de la organización, en Madrid. A su lado, las autoras del mismo, Beatriz Cózar y Leticia Rodríguez, incidían en la misma idea: hay que luchar contra la desinformación que inunda el debate migratorio y que han hecho de este un pilar central de la política europea, más si cabe con el auge de los partidos populistas y euroescépticos. Porque la migración ha creado "un problema político inventado, no uno real", insistió López Garrido. Y esto se ha visto en la campaña de las pasadas elecciones europeas del 28 de abril aunque, no obstante, con "menor incidencia de la temida", según el estudio. Y a pesar de que Rodríguez no cree que la campaña electoral que se avecina en España esté impregnada de esta desinformación en torno a la migración, sí es un problema que hay que solucionar. ¿Cómo? Las expertas proponen varias fórmulas pero todas giran en torno a tres ideas: facilitar la migración segura, ayudar a la integración y educar a la población de los países potencialmente receptores.

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