Tania Sánchez ya no es candidata a nada, a ninguna lista. Ni de IU, la formación que abandonó a principios de febrero, ni de Podemos, como anunció el pasado domingo por la noche. Pero ella quiere seguir en la brega política, intentando construir un referente político que tenga una “traducción orgánica”. Un espacio –que podría entenderse como un partido– que acoja a todos los activistas y gentes “organizadas” que no quieren cobijarse en la formación de Pablo Iglesias.
“No me retiro, no dejo de hacer política, no me voy a mi casa”. Sánchez dejó esa frase en la rueda de prensa que convocó este martes su plataforma, Convocatoria por Madrid. Una comparecencia en la que, por cierto, había mucha menos expectación que la que diera hace un mes para explicar su salida de IU. Hoy quería dar cuenta de por qué renunció a integrarse en la lista unitaria de Podemos para las elecciones autonómicas a la Comunidad de Madrid. Lo hizo, dijo, para no “distraer” y “desvirtuar” el debate y centrarlo en un debate de “nombres” que la habría situado a ella misma en el ojo del huracán. Y, sobre todo, se habría hecho más cuesta arriba el objetivo primordial, construir la “unidad popular”.
Un espacio “de militancia cotidiana”
Pero el anuncio más potente que llevaba preparado Sánchez era el relato de cuál va a ser su camino ahora que se queda fuera de toda lista para las elecciones del 24 de mayo. Según contó a los periodistas en una sala cedida por la Unión de Asociaciones de Trabajadores Autónomos y Emprendedores, en el madrileño barrio de Delicias, quiere “trabajar” con “todas” sus fuerzas para que el proyecto por el que ha peleado, la “unidad popular”, siga “adelante”, y por tanto ayudará a construir un espacio político que no tiene todavía “una traducción orgánica empiece a tenerla”. “Siempre dije que hay muchas gentes organizadas y no en esta región y en este país que no se sienten reflejados en la fuerza electoral que ha supuesto Podemos. Y es mi objetivo trabajar para que esa gente encuentre un espacio de militancia cotidiana y de actuación política. A eso nos vamos a dedicar”. A construir un referente político que está hoy “ausente”.
A partir de esa premisa, no hubo mayores concreciones por parte de Sánchez. La excandidata de IU no quiso anticipar cómo se estructurará, porque dependerá de “decisiones colectivas y políticas”. Ni tampoco si se dispone a liderarlo. Ni tampoco si se descarta para las elecciones generales de final de año. “Si me preguntáis si hay acuerdo o negociación cerrada [con Podemos] para el papel de Tania Sánchez en el futuro, la respuesta es no. No hay acuerdo, ni intercambio de cromos ni nada que se le parezca. De aquí a las generales los actores políticos van a moverse muchísimo”. La excandidata pintó un panorama, por tanto, totalmente abierto, sin descartar nada, sin mojarse en nada. Sí rechazó, al menos, que vaya a competir en alguna lista municipal –como la de Ahora Madrid, en la capital, que ya tiene una posible cabeza de cartel– porque ella es vecina de Rivas y para alcalde quiere al actual regidor, Pedro del Cura, de IU.
Sánchez comparó la situación actual, de enorme volatilidad, con la que se vivió a comienzos de la Transición, cuando era imposible predecir que sólo unos años más tarde de la muerte de Franco, el PSOE ganó con mayoría absoluta. “Estamos en un momento parecido y no sé cómo se reconfigurarán las fuerzas del cambio”.
¿Ser presidenta? "Objetivo no conseguido... aún"
En febrero, en un desayuno informativo en el Ritz, llegó a decir que se atrevía a decir que quería ser presidenta de la Comunidad de Madrid. Este martes, dejó claro que sus ambiciones siguen intactas: “Es un objetivo político no conseguido… aún”.
El otro punto de atención de la comparecencia de Sánchez fue la gestación de su decisión de no presentarse a las primarias de Podemos. La idea inicial de su plataforma, Convocatoria por Madrid (CxM), en la que se integran exmilitantes de IU, Equo, Por Un Mundo + Justo y los socialistas de Gana Madrid, se coaligara con el partido de Pablo Iglesias. Pero el Consejo Ciudadano madrileño, que dirige Luis Alegre, rechazó esa posibilidad. Podemos, por tanto, concurriría con sus siglas, aunque ofreció que miembros de CxM se presentasen a las primarias. El domingo se anunció ese preacuerdo: integrantes de Convocatoria por Madrid se unirían a la lista unitaria de Podemos que, como se supo unas horas más tarde, encabezará el ingeniero José Manuel López Rodrigo.
Sánchez optó por apartarse. Por dar un paso atrás. En la rueda de prensa, contó que la decisión de no integrarse en la candidatura fue suya adoptada tras muchas conversaciones y reflexiones con sus compañeros. Y la tomó definitivamente el domingo, en la manifestación del Día de la Mujer. Insistió en que no recibió “presiones” de Podemos para dar un paso atrás. “Mi ausencia o presencia en la candidatura no ha sido el objeto de la negociación. No ha habido un tira y afloja”, rubricó. Haberse presentado habría supuesto “distraer la urgencia de construir una alternativa” y centrar el debate en los “nombres”, que no habría sido “útil ni para la unidad popular ni para el cambio en Madrid”.
¿Esa negociación no tenía algo de vieja política? "Cuando uno tiene que hacer una candidatura con aspiración de gobernar, debe hacer una propuesta unitaria y conjunta que tenga coherencia, y luego someterla a ratificación" en unas primarias, que son las que prevé Podemos. "El resultado final no depende de ningún despacho ni mesa camilla. Dependerá de lo que diga la gente", argumentó.
"Contenta" con el preacuerdo
Pese a que la idea inicial de CxM no se ha conseguido, Sánchez manifestó estar “contenta” con el acuerdo, porque tras un mes de trabajo político se ha conseguido garantizar que el cambio en Madrid, “desde la diversidad y la pluralidad, está mucho más cerca hoy que en enero”. Sánchez se resistió a contar cuántos puestos tendrá CxM en la lista de Podemos, pese a que en principio serán al menos cinco, según detalló Equo a sus afiliados. La excandidata subrayó que CxM tendrá presencia en la candidatura como un sujeto político propio y deferenciado, y los ciudadanos podrán entender que la lista “no es sólo Podemos”. A apuntalar el acuerdo contribuyó la convicción de Sánchez y los suyos de que era una “irresponsabilidad” que hubiera una papeleta más de la izquierda el 24-M, porque ello habría fragmentado más el voto y dificultado la victoria sobre el PP.
En febrero, la exdiputada dijo otra de sus frases rotundas: “No, punto. No vamos a entrar en Podemos, punto”. Una sentencia que consideró cumplida porque CxM “no se integra en Podemos, sino que participa de una candidatura conjunta”. Aunque los miembros de su plataforma tendrán que inscribirse en la web de Podemos.
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Quien encabezará la plancha es José Manuel López Rodrigo, ingeniero agrónomo y exdirectivo de Cáritas. Sánchez dijo que lo conocía, que le parece una persona “honesta”, de una trayectoria profesional y social positiva, con “gran sensibilidad social”. “Será un buen candidato”, auguró, sin deshacerse en más elogios.
La cabeza visible de CxM también se refirió a la aspirante del PP para la Comunidad. Y lo hizo aludiendo a la detención, esta mañana, de 19 miembros del grupo antifascista Distrito 14 por parte de la Policía. Un hecho que "denota quién es Cristina Cifuentes y a lo que viene". Lo ocurrido este martes es como "la mañana de los lápides madrileños" –como los sucesos de represión, tortura y muerte de la dictadura argentina contra estudiantes de secundaria–, porque los agentes arrestaron a "chavales" que protestaban por los desahucios. Los jóvenes irrumpieron el 17 de febrero en el pleno que se estaba celebrando en la junta de distrito de Moratalaz, y un policía resultó supuestamente agredido.
Hace un mes, había parte del camino que quería cubrir Sánchez desconocido, repleto de dudas. Este martes apuntó a otro sendero, también plagado de incertidumbres. El tiempo dirá.
Tania Sánchez ya no es candidata a nada, a ninguna lista. Ni de IU, la formación que abandonó a principios de febrero, ni de Podemos, como anunció el pasado domingo por la noche. Pero ella quiere seguir en la brega política, intentando construir un referente político que tenga una “traducción orgánica”. Un espacio –que podría entenderse como un partido– que acoja a todos los activistas y gentes “organizadas” que no quieren cobijarse en la formación de Pablo Iglesias.