PP y Vox se abonan al miedo y los insultos en un bronco pleno en el que el Gobierno reivindica la “esperanza”

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Un ambiente duro, áspero, cortante. El Pleno del Congreso fue el escenario de un debate muy tenso con motivo del primer paso de la ley de amnistía por la Cámara Baja con el PP y Vox usando esta medida de gracia para abalanzarse contra el nuevo Gobierno a base de insultos mientras que el PSOE y Sumar buscaron un giro en la explicación para desplegar argumentos y los posibles efectos beneficiosos.

La proposición de ley de amnistía llegó como primera gran propuesta del PSOE durante este periodo inicial de sesiones de la legislatura, fruto del acuerdo con los independentistas para sacar adelante la investidura. Y ha sido durante estas semanas el gran foco de la política española. En la Carrera de San Jerónimo este martes por la tarde volvió a ser esa caja de pandora que sacude el tablero. Salió adelante su admisión a trámite con mayoría absoluta al reunir 178 síes del PSOE, Sumar, EH Bildu, Junts, ERC y Bildu.

El debate se desarrolló con tres protagonistas en la tribuna de oradores. El PSOE sacó para defender la norma a Patxi López, su portavoz en el Congreso, ya que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, no acudió al debate por tener que viajar al pleno de Estrasburgo. En el PP y en Vox decidieron dar un paso adelante sus líderes, Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal, que quieren usar la amnistía como principal piedra de desgaste del Ejecutivo de coalición.

Feijóo se remota al 23F

Feijóo lleva semanas intentando capitanear el descontento contra la amnistía y liderar la oposición ahora y durante la legislatura. Durante su discurso en el Congreso, desplegó descalificaciones contra el presidente y el Gobierno: “vergüenza nacional”, “bochorno internacional”, “el poder está por encima del pudor”, “el primer pago de una investidura”, “retroceso democrático”, “todo por Pedro Sánchez, todo por siete votos”... No se quedó ahí: “corrupción política”, “humillación al pueblo español”, “contra la separación de poderes”, “España no se merece un presidente secuestrado”, “falta de escrúpulos”...

Para llevar en el Hemiciclo su crítica al punto máximo: “Esta tarde el Congreso se ha convertido en una Cámara triste, decadente. Es la sesión más triste y decadente desde el 23 de febrero de 1981. Esto es un fraude”.

López: "No es pedir perdón ni perdonar"

Previamente, Patxi López, en su turno para defender la proposición de ley, pidió al PP que mostrara argumentos y no sólo se centrara en los insultos. “Apunte, aquí 121 socialistas, no busque más. Este es nuestro retrato. Cuantas más amenazas, más convencidos estamos”, dijo en sus primeras frases el portavoz en una alusión al acoso a las sedes del partido y en un gesto de apoyo a todo el grupo parlamentario y, por ende, a su partido.

“Hoy es un día malo para los insultados profesionales”, recalcó López, que quiso hablar de “argumentos y razones” para sacar adelante esa proposición de ley, que cuenta ya con mayoría absoluta dentro de la Cámara Baja. El propio socialista llegó a calificar a esta ley como una “llamada a la esperanza” y un paso coherente tras los indultos aprobados durante la pasada legislatura.

López se afanó en subrayar que el PSOE no ha querido mirar hacia otro lado ni tampoco apostar, como el PP, por la confrontación con Cataluña. Por ello, quiso poner el acento en las decisiones “valientes” y en llegar a acuerdos con quien piensa “de manera distinta”. “Hemos recuperado la política para resolver problemas políticos”, apostilló el portavoz, que lanzó: “Hoy la situación en Cataluña es mejor”.

“Defendemos la amnistía como un paso para seguir avanzando en la concordia en Cataluña y con el resto de España”, desplegó el exlehendakari, que, frente a las críticas del PP, dijo que la amnistía “no es pedir perdón ni perdonar, es poner las lecciones aprendidas al servicio del interés general”.

En su su segundo turno, entró también a responder a Feijóo sobre su alusión al 23F: “La sesión más triste fue cuando hubo que usar una moción de censura para echar al Gobierno más corrupto de este país”. Y también le precisó: “Esta ley no la trae el Gobierno, sino el PSOE. La primera ley de la coalición ha sido la de paridad. Estamos absolutamente orgullosos”. Para lamentar los insultos de Feijóo a continuación: “No está mal, cuando su socio quiere ver de los pies colgados al presidente…” El portavoz socialista alertó de que hay que poner pie en pared ante los discursos de “odio” que pueden incentivar la violencia. “Vamos a ir a la Fiscalía”, reiteró López, quien cree que también estas palabras de Santiago Abascal en Argentina deberían conllevar responsabilidades políticas.

“La ley de amnistía es necesaria para construir un proyecto común llamado España, es la llamada de ilusión por el encuentro como fue la amnistía previa a 1978 para superar los conflictos del pasado. No nos dejamos llevamos por la rabia”, dejó desde la tribuna.

"Una oportunidad para cerrar heridas"

Desde Sumar, la encargada de defender la posición fue la diputada Aina Vidal, quien le dijo a Núñez Feijóo que fue mucho más triste en las Cortes el día de la votación de la aplicación del artículo 155. “No han sido años buenos para Cataluña y España”, resumió la parlamentaria, quien también vaticinó que la amnistía llevará a “avanzar”. “La ley de amnistía es necesaria para construir un proyecto común llamado España, es la llamada de ilusión por el encuentro como fue la amnistía previa a 1978 para superar los conflictos del pasado. No nos dejamos llevamos por la rabia”, dibujó desde la tribuna.

“La amnistía no vende ningún país”, ahondó Vidal, quien añadió: “Vender un país es la corrupción, señora Gamarra”. “La amnistía es lo contrario, es respirar, es seguir trabajando”, comentó, para definir la ley como el paso necesario para que la política salga de los tribunales y vuelva a los parlamentos. Para manifestar: “Entiendo que hay gente que dude. No es el perdón ni el olvido político. Memoria hay que tenerla. No voy a olvidar los plenos del septiembre ni los recortes de Mas ni el miedo del 1-O pensando que le podían abrir la cabeza a mi padre”. “Es una oportunidad para cerrar heridas, de un lado y del otro”, concluyó.

Abascal quiere que Sánchez vaya a juicio

El turno final del debate fue para Santiago Abascal, de Vox, que decidió dedicar buena parte a criticar duramente al Gobierno, pero también atacó a Núñez Feijóo. El líder de la ultraderecha era la primera vez que intervenía en el Congreso después de sus polémicas declaraciones en Argentina, donde dijo: “Habrá un momento en el que el pueblo querrá colgar de los pies a Pedro Sánchez”.

Abascal se reiteró en sus palabras y no pidió perdón, echándole en cara a Núñez Feijóo que se hubiera sumado al “linchamiento” público contra él, a la vez que le advertía de que él nunca había condenado su amistad con Marcial Dorado. “No está a la altura del momento”, reprochó al popular.

El líder de Vox desplegó también su abanico de insultos contra el Gobierno y la ley de amnistía: “golpe contra los españoles”, “han pisoteado los derechos y libertades”, “golpe contra la nación”, “consagra la impunidad criminal”, “el precio dispuesto a pagar por Sánchez”, “guiños a todas las bandas terroristas, de Hamás a ETA”, “políticos sin escrúpulos”, “traición y mentiras al pueblo”. “El pueblo español acabará cansado de los que traicionan a España”, agregó, para decir que no saldrá gratis a los que dan un “golpe contra la Constitución”. “Voy a expresar mi deseo a Pedro Sánchez: que tenga un juicio justo. Nosotros no le vamos a amnistiar”, terminó. Dos horas de debate que cortaron el aire del Congreso.

Un ambiente duro, áspero, cortante. El Pleno del Congreso fue el escenario de un debate muy tenso con motivo del primer paso de la ley de amnistía por la Cámara Baja con el PP y Vox usando esta medida de gracia para abalanzarse contra el nuevo Gobierno a base de insultos mientras que el PSOE y Sumar buscaron un giro en la explicación para desplegar argumentos y los posibles efectos beneficiosos.

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