En las paredes de su despacho hay varios mapas: de la provincia de Teruel, de Aragón y de España. Y en morado intenso están señaladas las zonas de la España Vaciada. Esas tierras que llevan años sufriendo la despoblación y a las que se les había dado la espalda. Tomás Guitarte ha llevado hasta el corazón de Madrid el grito de Teruel Existe.
Un viaje que dura ya casi cuatro años, y que ahora tiene retorno con el objetivo de las elecciones autonómicas. En este tiempo ha pasado de todo. Recuerda Guitarte aquellos trayectos en solitario por esa España en pandemia para ir a votar al Congreso. Se lamenta de que los partidos no se pusieran de acuerdo ni en aquellos días. Suena ahora la campana.
LOS CUARTOS
1- ¿Teruel existe ya?
Teruel ha existido siempre, no sólo porque estemos nosotros. Pero sí que es cierto que nuestra presencia en las Cortes supuso un avance importante en la difusión de la provincia. Había muchos españoles que no sabían dónde estaba Teruel, ahora eso ya ha pasado. Teruel sí que existe.
2- Lleva casi una legislatura, ¿qué tiene el Congreso de la España Vaciada?
Tiene mucho. Hemos conseguido que el problema que veníamos denunciando del desequilibrio territorial y la despoblación se haya puesto en la agenda política como una cuestión fundamental. Ha habido una asunción teórica de la problemática tanto por la clase política como por el conjunto de los ciudadanos.
3- ¿La Cámara Baja se parece más a As bestas o a Alcarràs?
Se parece más a As bestas. Creo que hay un conflicto más intenso. Aunque, en el fondo, como se demuestra en la otra película, los conflictos soterrados son muy duros y peligrosos.
4- Usted se tuvo hasta que esconder antes de la investidura, ¿eso marca?
No se lo recomiendo a ninguna persona. Me causó un shock emocional, jamás llegué a pensar que en un país democrático de la Europa del siglo XXI se podían dar casos de acoso por una cuestión ideológica. Hice todo lo posible para que no me importase.
LAS CAMPANADAS
1- ¿Usted es de izquierdas o de derechas?
Nunca he querido definirme como tal. Soy una persona profundamente partidaria de la justicia social, pero entiendo que se puede defender desde muchos ámbitos. Hoy en día la transversalidad, tender puentes en vez de hacer barricadas, es un valor que el país necesita aportar a la política. Nos queremos desenvolver en la búsqueda de acuerdos, apoyando todos los avances sociales. Pero creo que a veces hay un equívoco al calificar la justicia social como política de izquierdas. Puede ser compartida desde posturas conservadoras.
2- Dicen que Aragón es el Ohio español, ¿a qué le huele el futuro ciclo electoral?
Nuestro caso es singular porque somos una fuerza nueva que se presenta por primera vez a las autonómicas. Estoy convencido de que vamos a conseguir un apoyo importante. Tendremos capacidad de influir sobre las políticas y la designación de la Presidencia. No tengo claro si esta vez va a haber cambio o no. Está en el aire. Exigiremos un compromiso con el programa y un esfuerzo por el equilibrio territorial.
3- Mójese, ¿prefiere un Gobierno PSOE-UP o uno de PP y Vox?
Personalmente y como fuerza, creemos que no se debería dar cabida en los gobiernos democráticos a partidos que no comparten la postura democrática. En ese sentido, la presencia de Vox en un Gobierno no la consideramos deseable. Nos movemos en un marco muy sencillo: el respeto a la Declaración de los Derechos Humanos y la Constitución Española.
4- ¿Qué tiene Madrid de pueblo?
Aunque parezca que no, tiene mucho. Sobre todo, cuando conoces las barriadas periféricas. En buena parte hay gente que viene de pueblos y otra buena parte comparte que le gusta esa vida de barrio.
5- ¿A dónde llevaría el Congreso de los Diputados en la España Vaciada?
Pese a que pueda parecer que soy centralista, lo seguiría dejando en Madrid. Pero hay antecedentes históricos, en la época medieval las Cortes eran itinerantes. El Congreso debería salir más a recorrer el país y tomar ese ejemplo. La ciudadanía necesita sentir como suyas las instituciones. Eso sería muy interesante. Hay otros organismos más fáciles de desconcentrar. No vemos mal que la sede central del Congreso esté en Madrid.
6- ¿Qué ha aprendido aquí?
Que si trabajas, aunque seas pequeño, obtienes resultados. Se trabaja más de lo que parece desde fuera. Hay un mito peyorativo sobre la actividad política. No sólo es lo que se ven los debates, hay mucho trabajo detrás. Son jornadas maratonianas.
7- ¿Se ha emocionado con algún discurso parlamentario?
La situación de la pandemia fue un shock. Sentía como si fuésemos una Cámara de representantes que no sabía realmente cuál sería el futuro del país. Me dolía que en una situación tan extrema fuésemos incapaces de llegar a grandes acuerdos.
8- ¿Qué le ha impactado para mal de la vida parlamentaria?
Esa crispación, que es mayor en el Congreso que en la calle.
9- Vuelve a casa por las autonómicas, ¿se va con alguna pena?
Me voy con la pena de no haber apreciado un compromiso más contundente del Gobierno con la solución del problema del desequilibrio territorial y la despoblación.
10- ¿Cómo es Pedro Sánchez en la distancia corta?
En lo que lo he conocido, que tampoco es mucho, quizás le pediría más valentía en algunas cuestiones. A veces es como muy calculador respecto a las repercusiones que determinadas decisiones van a tener en los resultados electorales. Hay que tener claras determinadas ideas y el modelo de país. Y afrontarlo aunque no sea lo más conveniente para tus intereses.
11- ¿Cuál es su ministro favorito?
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Tuve muy buena relación con Manuel Castells. Tenía voluntad consciente de que su acción podía contribuir a la solución de este problema.
12- ¿Qué diputados le han sorprendido?
Aunque no tengo una relación muy frecuente, me gustan las intervenciones de Íñigo Errejón y de Joan Baldoví, cuando saca determinada ironía. Hay bastante buen nivel entre los portavoces.
En las paredes de su despacho hay varios mapas: de la provincia de Teruel, de Aragón y de España. Y en morado intenso están señaladas las zonas de la España Vaciada. Esas tierras que llevan años sufriendo la despoblación y a las que se les había dado la espalda. Tomás Guitarte ha llevado hasta el corazón de Madrid el grito de Teruel Existe.