La sobreactuación del Gobierno a la hora de dar luz verde a la baja del ex Jemad José Julio Rodríguez como vocal de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo cuando esté había anunciado que se sumaba a la lista de Podemos por Zaragoza puede llevar a concluir que es habitual que este tipo de procesos se produzcan con reproches de por medio por parte del Ejecutivo de turno. Concretamente, a Rodríguez se le cesó como miembro de esta orden "por pérdida de confianza y falta de idoneidad" a posteriori de que él demandara la baja. Pero no siempre ha sido así. En los últimos años, tres ex jefes militares dieron el salto a empresas relacionadas con el sector de la defensa o la seguridad sin ningún tipo de traba. Los casos no son extrapolables al cien por cien. Pero destapan dos formas diferentes de tratar la transición de la vida militar a la vida pública.
Se trata de los casos de José Antonio García González, Jefe del Estado Mayor del Ejército (Jeme) entre 2004 y 2006; de Sebastián Zaragoza Soto, almirante jefe del Estado Mayor de la Armada (Ajema) entre 2004 y 2008, y de Carlos Villar Turrau, Jeme entre los años 2006 y 2008. A su paso por el Ejército le siguió el aterrizaje en empresas especializadas precisamente en cuestiones que les eran muy familiares. En el mundo de la política a este fenómeno se le conoce como "puerta giratoria". Y tiene un referente muy claro: el ministro de Defensa, Pedro Morenés, que antes de ser llamado por Mariano Rajoy para incorporarse a su equipo había trabajado en empresas del sector armamentístico.
Hasta "hace unos tres años", según confirma a infoLibre un portavoz de General Dynamics Santa Bárbara Sistemas, el ex Jeme Carlos Villar Turrau trabajó como vicepresidente de Estrategia de Negocio de esta empresa especializada en la fabricación de vehículos militares.
Su nombramiento se hizo público el 18 de febrero de 2009, meses después de su cese en el mando. Pocos días antes, el 13 de febrero, el Boletín Oficial del Estado (BOE) publicaba su cese "como miembro de la Asamblea de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, a petición propia". También José Julio Rodríguez había solicitado su cese con anterioridad a que el Gobierno le considerara no idóneo para continuar en esta orden.
Del Ejército a la venta de tanques
Según la documentación que obra en poder del Registro Mercantil, consultada por infoLibre, la inscripción de Villar Turrau como consejero delegado de Santa Bárbara Sistemas S.A. se produjo en mayo de 2010 y su cese en julio de 2013. Pero no fue este el único cargo que ocupó en su consejo de administración. El ex Jeme fue apoderado de la compañía desde marzo de 2009 a octubre de 2015 y vicepresidente desde julio de 2012 a julio de 2013.
En su día, fuentes militares interpretaban que la experiencia adquirida por el ex jefe del Ejército tanto en su etapa de Jeme como cuando había ocupado la dirección de armamento del Ministerio de Defensa iba a suponer un importante activo para esta compañía suministradora de vehículos militares.
Su paso a esta firma, no obstante, no estuvo exento de polémica entre sus compañeros. Pocos días después de conocerse su fichaje, Antonio J. Candil Muñoz, un coronel en la reserva, calificaba de "sinvergüenza, inmoral y traidor" a Villar por su fichaje por Santa Bárbara. De ello daba cuenta la agencia Europa Press.
Candil, ex director del programa de carros de combate Leopardo, vertió estos calificativos en un comentario en el blog "El Alijar, especializado en temas de defensa.
De la Armada a Navantia
En otro comentario, Candil intentó justificar su postura hacia el ex jefe del Ejército. Según sostenía, siempre según el relato de Europa Press, había mantenido "muchas reuniones" con él y le llamaba "sinvergüenza" porque cuando los militares le presentaban problemas "no resolvía nunca nada que pudiera ir en contra de la empresa", en referencia a Santa Bárbara, y actuaba de ese modo "un mes tras otro".
Los círculos militares que se mostraban molestos por este salto a la empresa del sector de la Defensa recordaban en aquellos días un caso similar: el del ex Ajema Sebastián Zaragoza Soto. En noviembre de 2008, la compañía naval militar Navantia había anunciado su fichaje como asesor comercial para exportaciones. Hacía medio año que había dejado su puesto. En su caso, tampoco hubo reproche alguno del Consejo de Ministros cuando Zaragoza solicitó su cese. El BOE del 15 de noviembre de 2008 publicaba un real decreto en el que se disponía su baja "como miembro de la Asamblea de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, a petición propia". Llevaba la firma de la ministra de Defensa de entonces, Carme Chacón y del rey Juan Carlos I.
infoLibre intentó sin éxito contactar con esta firma para comprobar si el antiguo Ajema mantiene a día de hoy relación con la empresa. Según una información publicada por La Voz de Galicia el pasado 12 de marzo, Zaragoza Soto había estado presente en una visita de una delegación naval saudí a las instalaciones de Navantia en calidad de asesor para exportación naval militar.
Tampo se pusieron obstáculos desde el Gobierno a que José Antonio García González, ex Jeme entre 2004 y 2006, se incorporase como director de Relaciones Institucionales del Grupo Atenea. "Nuestras estrategias y actividades están destinadas a promocionar la conciencia de seguridad y defensa en los ámbitos de la cultura hispánica y en apoyo de las decisiones estratégicas de empresas e instituciones. Las actividades del Grupo se llevan a cabo en las áreas de Editorial, Foros y Eventos, Ferias y Exposiciones, Formación y Consultoría", explican desde la página web corporativa.
Fuentes de este grupo consultadas por este diario aseguran que García González ya no está vinculado a la firma desde "hace tres o cuatro meses". No obstante, su nombre sigue apareciendo en la página web.
A finales de abril de 2006, García González fue cesado como jefe del Ejército y sustituido por el general Villar. Oficialmente no se dio ninguna razón para su cese. Pero algunas fuentes apuntaron a la gestión que había hecho del denominado caso Mena.
En un discurso en Sevilla con motivo de la Pascua militar del año 2006, el teniente general del Ejército de Tierra y general jefe de la Fuerza Terrestre, José Mena Aguado, sostuvo que si algún Estatuto de autonomía sobrepasa los límites de la Constitución, el Ejército tendría que intervenir.
"Si esos límites fuesen sobrepasados, lo cual en estos momentos afortunadamente parece impensable, sería de aplicación el artículo octavo de la Constitución: las fuerzas armadas, constituidas por el Ejercito de Tierra, la Armada y el Ejercito del Aire, tienen como misión garantizar la soberanía e independencia de España, defender su integridad, y el ordenamiento constitucional", dijo.
García González era el superior de Mena Aguado. Fue cesado pero sin ningún reproche ni deshonor en su expediente.
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En declaraciones a infoLibre, García González insiste en que no colaboró con el Grupo Atenea hasta que pasó a situación de retiro. Y que su colaboración fue estrictamente en el marco de las relaciones institucionales, nunca "en el cuerpo de la empresa".
En el Gobierno de Rajoy sostienen que si José Julio Rodríguez no hubiese hecho ningún tipo de declaración política hasta que el Consejo de Ministros hubiese visado su cese no habría habido ninguna observación en el BOE más allá de que habría solicitado su baja a petición propia. "Vengo en disponer el cese del General del Aire del Cuerpo General del Ejército del Aire, en situación de reserva, don José Julio Rodríguez Fernández, por pérdida de confianza y falta de idoneidad, como miembro de la Asamblea de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo, a causa del incumplimiento que se aprecia de su deber de neutralidad política en su actual situación militar", figura por el contrario.
En el Ejecutivo no sentó nada bien que abogara por solucionar "políticamente" el desafío catalán. Pese a que cuando hizo estas declaraciones el ministro Morenés ya tenía sobre su mesa su petición de cese en la citada orden y su pase a retiro.
La sobreactuación del Gobierno a la hora de dar luz verde a la baja del ex Jemad José Julio Rodríguez como vocal de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo cuando esté había anunciado que se sumaba a la lista de Podemos por Zaragoza puede llevar a concluir que es habitual que este tipo de procesos se produzcan con reproches de por medio por parte del Ejecutivo de turno. Concretamente, a Rodríguez se le cesó como miembro de esta orden "por pérdida de confianza y falta de idoneidad" a posteriori de que él demandara la baja. Pero no siempre ha sido así. En los últimos años, tres ex jefes militares dieron el salto a empresas relacionadas con el sector de la defensa o la seguridad sin ningún tipo de traba. Los casos no son extrapolables al cien por cien. Pero destapan dos formas diferentes de tratar la transición de la vida militar a la vida pública.