Un virus cada vez más fuerte y menos vacunación: las muertes por gripe aumentan más de un 40%

El año 2020 cambió todo. Y en casi todos los sentidos, además. Desde entonces el covid-19 no ha dejado de situarse como la tercera causa de muerte en nuestro país. Cada vez con menos poder estadístico, pero siempre con una cuota de protagonismo. En el último informe de Patrones de mortalidad en España publicado por el Ministerio de Sanidad este miércoles vuelve a ocurrir. El documento, publicado con datos relativos a 2022, cifra en 31.672 el número de muertes provocadas por esta enfermedad, un número que supuso el 6,8% del total de defunciones. Sin embargo, si se continúa leyendo esa lista aparece otro hecho más llamativo: ese mismo año hubo 9.799 fallecimientos por neumonía e influenza —el nombre técnico de la gripe. Un 42,2% más que en 2021. 

Es el propio Ministerio de Sanidad el que destaca el dato. Porque si por separado llama la atención, puesto en contexto adquiere mayor relevancia: de todas las causas de muerte en 2022, fue ésta la que experimentó un mayor incremento en tan sólo doce meses. Y la causa, señala el departamento de Mónica García, podría estar en la "ola epidémica" de gripe que tuvo lugar hace ahora dos años. Y que provocó a su vez que la mortalidad por todas las causas fuera un 3% superior en 2022. Aunque no todo se explica por eso.

En términos absolutos, ese año fallecieron 464.417 personas, 13.373 más que un año antes. Fueron, en términos relativos, 972 fallecimientos por cada 100.000 habitantes. Y la mayoría se produjeron en las épocas de gripe, pero, sobre todo, entre junio y julio. Sólo en esos dos meses las muertes se incrementaron un 14% y un 26,1% respecto al año anterior. Y ahí precisamente está la segunda causa que explica todo: el exceso de temperatura. Porque fue el de 2022 el verano más caluroso de los últimos 700 años. Al menos por ahora.

En cualquier caso, España no está sola en esto. Según explica el epidemiólogo y exdirector de Acción Sanitaria en situaciones de crisis de la OMS Daniel López Acuña en conversación con infoLibre, el exceso de mortalidad es una constante desde el año 2020 en toda Europa. Y que previsiblemente seguirá. Al menos, dice, a la luz que arrojan los datos recogidos por el sistema de monitorización de la mortalidad diaria por todas las causas (MoMo) del Instituto de Salud Carlos III. "Por ahora, parece que en 2024 habrá alrededor de 15.000 defunciones excesivas. Parte de ellas se podrán atribuir a las temperaturas, pero otra parte tendrá que ver con las infecciones respiratorias", señala. Y ahí habrá que seguir vigilando el covid, pero también la gripe, dice. Sobre todo porque es un virus estacional que puede combatirse. O intentarse.

El constante descenso de la vacunación

El día 27 de diciembre todas las miradas se pusieron sobre Araceli, la primera española que recibió la vacuna contra el covid-19 en la residencia de mayores en la que vivía. Tras ella lo hizo una de las trabajadoras del centro. Y después miles de personas más. Sin embargo, el paso del tiempo provocó que cada año el porcentaje de personas cubiertas descendiera. Tanto es así, que los últimos informes del Ministerio de Sanidad disponibles cifran en un 33,1% el porcentaje de personas entre 60 y 69 años cubiertas, una cifra que, según los objetivos marcados por el Gobierno, debía situarse en un 75%.

Tampoco ha pasado sólo a nivel nacional. La Organización Mundial de la Salud (OMS) alertó el pasado mes de julio de que sus datos revelaban que la protección no sólo había descendido entre los mayores, sino también entre los profesionales sanitarios. Y del mismo modo que pasó con la inmunización frente al coronavirus pasó con la de la gripe.

Según también los datos de Sanidad, en 2022 se vacunó el 50,8% del personal sanitario, casi diez puntos menos que en 2021 (59,9%) y quince puntos por debajo de 2020 (65,6%). En cuanto a los mayores de 74 años la cobertura contra la gripe perdió un punto entre 2021 y 2022, prácticamente lo mismo que perdieron los mayores de 64. Sin embargo, para Acuña lo relevante es que esa dinámica persiste. En 2023 por ejemplo sólo se vacunaron el 43,7% de los sanitarios, el 74% de los mayores de 74 y el 66% de los mayores de 64. Cada vez menos. "Habría que tener mejores controles y campañas porque es un aspecto que se ha diluido completamente", lamenta el epidemiólogo.

Menos protegidos ante virus más graves

Pero no fue sólo el descenso en la cobertura de vacunación, sino también la gravedad del virus. Porque la campaña de 2022 fue, según recuerda Sanidad, destaca López Acuña y señaló en su día la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria, especialmente cruenta y "atípica". Porque tuvo un comienzo "precoz" y "dos ondas pandémicas". "Eso generó más enfermedad y también más muertes por influenza", lamenta López Acuña. "En el momento no lo observamos, pero con las estadísticas en la mano sí", continúa. Por lo que habría que actuar.

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En ese sentido, advierte sobre los datos que en un par de años podríamos comprobar de este 2024. Primero porque va camino de arrebatarle a 2022 el récord de año más cálido. Y segundo porque volvemos a tener un virus cruento y una menor tasa de protección frente a él. Y ya no sólo eso, sino también una menor efectividad de las vacunas disponibles. Así lo señala el exdirector de Sistemas de Salud de la OMS y exconsejero de Sanidad del Gobierno vasco, Rafael Bengoa, que recoge los datos de los centros de control y la prevención de enfermedades.

En concreto, su último informe, relativo al mes de octubre. En él los expertos señalaron, basándose en lo ocurrido en los países latinoamericanos —que ya han superado su temporada de gripe—, que "la vacuna que se está utilizando esta temporada podría ser menos eficaz que la que se utilizó la pasada". Y es que mientras hace un año los sueros redujeron el riesgo de hospitalización en un 51,9% en Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, éste 2024 ese porcentaje ha caído hasta el 35%.

Y ese virus es el que circula ahora en nuestro entorno. "El invierno aún no ha empezado pero los países europeos están sufriendo el peor invierno de gripe de los últimos tres años", advierte Bengoa, que también insiste en la necesidad de fomentar la vacunación. Sin embargo, el Ministerio de Sanidad no ha podido aprobar este año su plan contra la gripe porque las consejerías del PP han impedido el acuerdo. En lugar de eso, señalan desde el departamento, se publicarán en los próximos días unas "recomendaciones" para hacer frente a los virus respiratorios que vengan con este invierno.