Vox somete también al PP en Murcia: la extrema derecha estará en el gobierno de López Miras

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La historia se repite. Como ya sucedió en Extremadura, la extrema derecha de Vox ha doblado el brazo al PP y estará en el gobierno de la Región de Murcia a pesar de la oposición de su presidente en funciones, Fernando López Miras.

El candidato del PP, según fuentes del PP, ya ha ofrecido a Vox formar parte de su próximo Gobierno a cambio de sus votos en la sesión de investidura que necesariamente tendrá que celebrarse la semana que viene para evitar una repetición de las elecciones que, unidas a las generales, serían las terceras en menos de seis meses.

López Miras da marcha atrás para salvar su elección como presidente, igual que sucedió con su homóloga en Extremadura, María Guardiola, y pone fin a dos meses de incertidumbre durante los cuales los días iban pasando y PP y Vox seguían sin anunciar un acuerdo que desbloquease la situación y evitase la repetición electoral. 

La marcha atrás del PP deja por los suelos el argumentario que hasta ahora habían defendido Alberto Núñez Feijóo y Fernando López Miras. El líder nacional del partido siempre dijo que el candidato murciano del PP estaba “legitimado” con el 43% de los votos para gobernar en solitario en Murcia y llegó a a advertir al presidente de la formación de extrema derecha, Santiago Abascal, de que “no hay razones objetivas para que Vox niegue el Gobierno al Partido Popular” en esa región. “No hay razones objetivas para que Vox niegue el gobierno al PP en Murcia, salvo el interés por el follón que tenemos en España y que continúe el mismo”, denunció Feijóo el pasado 3 de julio en un acto en Madrid.

El líder del PP siempre aseguró que el caso de Murcia era diferente del de otras comunidades, que no se podían poner como ejemplos a seguir. En su opinión, tenía sentido que Vox pidiese entrar en el Gobierno de Extremadura o de la Comunitat Valenciana porque eran necesarios sus votos para la investidura, lo que no pasa en Murcia. 

Cambio de argumentos

No es la primera vez que el PP se tiene que tragar las reglas con las que intenta explicar comportamientos diferentes en situaciones semejantes. Ocurrió antes en el caso de Extremadura, donde Feijóo pasó de decir que Vox no tenía derecho a entrar en el Gobierno de esa comunidad porque sólo representaba al 8% de los votantes a tener que defender una coalición.

Tampoco el discurso de López Miras sale bien parado con la cesión a Vox. “Con el resultado que se ha obtenido en la Región de Murcia teniendo el 43% de los votos, el 47% de los diputados regionales, lo legítimo en una democracia es gobernar en solitario. Esto no es nuevo, ya que así gobernó Aznar en el 1996, Zapatero durante sus dos mandatos, Rajoy en 2015 y Pedro Sánchez en estas últimas legislaturas”., alegaba hasta hace pocos días.

Exigir consejerías y una vicepresidencia, decía el presidente murciano en funciones, es “chantajear a un partido que se ha quedado tan solo a dos diputados de la mayoría absoluta”. “No necesitamos el sí de Vox”, aseguraba López Miras. “Ni el apoyo explícito de Vox; solo necesitamos una abstención, es decir, que no bloqueen”.

Génova siempre ha dicho que lo que pasase en la Región de Murcia sería responsabilidad de su barón local, el actual presidente en funciones. Tanto si llegaba a un acuerdo con Vox como si no lo conseguía y la región no tenía más remedio que repetir elecciones.

El equipo de Alberto Núñez Feijóo intervino en su momento para obligar a su candidata por Extremadura a llegar a un acuerdo con la extrema derecha dándole entrada en el Gobierno a pesar de que se había comprometido públicamente a hacer todo lo contrario. 

Situaciones supuestamente diferentes

El equipo de Feijóo siempre ha sostenido que las dos situaciones no eran comparables: Guardiola ni siquiera fue la candidata más votada en las elecciones extremeñas de mayo, mientras que López Miras no solamente ganó, sino que se quedó a únicamente dos escaños de la mayoría absoluta. La primera era una recién llegada; el segundo es un barón consolidado que lleva seis años gobernando su comunidad.

Todo indica, sin embargo, que ha sido Feijóo el que ha impuesto una solución que evite no sólo la repetición electoral sino también un nuevo conflicto entre el PP y Vox justo cuando el presidente del PP se prepara para defender su investidura en el Congreso de los Diputados y más necesita del apoyo de la extrema derecha.

La única salida al pulso entre ambos partidos era que una de las partes diese su brazo a torcer y ese, al final, ha sido López Miras, que no quería tener a Vox en el gobierno. El gato al agua se lo han llevado los ultras, que siempre dijeron que no votarían a favor de la investidura del candidato del PP murciano si no les garantizan presencia en el nuevo ejecutivo. Consiguieron casi el 20% de los votos en las elecciones y quieren que eso se refleje entrando en el gobierno, como ya ha ocurrido en Castilla y León, la Comunitat Valenciana, Extremadura y Aragón.

“Celebramos el acercamiento de posturas que hacen posible desatascar la negociación. Creemos importante que Vox esté en el gobierno con tres consejerías, una de ellas la de Agricultura, donde entendemos que podemos aportar un gran valor añadido en esta nueva etapa”, declaró José Ángel Antelo, presidente de Vox en Murcia, nada más conocer la noticia.

A pocos días de la fecha límite —el jueves 7 de septiembre—, las direcciones nacionales de PP y Vox buscaban la manera de desbloquear unas negociaciones estancadas a escala regional, mientras López Miras se preparaba para poner en marcha un segundo intento de investidura que comenzaría el miércoles, la víspera de la fecha límite.

Investidura fallida

El pasado 7 de julio, los votos en contra de los nueve diputados de Vox en la Asamblea Regional de Murcia tumbaron el primer intento de López Miras, de ser investido.

El candidato del PP no consiguió la mayoría simple (más síes que noes) necesaria en la segunda votación para ser elegido presidente de la comunidad. Sólo contó con 21 votos a favor, los del PP, y 24 en contra, correspondientes a PSOE, VOX y Grupo Mixto —Podemos—.

La firmeza de Vox se hizo patente este viernes en la asamblea regional, en la que no dudó en tumbar, junto a PSOE y Unidas Podemos, el decreto-ley con el que el Gobierno de López Miras y el PP pretendían para evitar la caducidad de la moratoria urbanística del Mar Menor. 

La decisión tensó la cuerda para forzar a los de Feijóo a presionar a López Miras y obligarle a dar entrada a la extrema derecha en su gobierno aprovechando que el líder del PP necesita los 33 votos de Vox en el Congreso para no verse superado en la investidura por la alianza de PSOE y Sumar (152 escaños) como ya ocurrió en la elección de la mesa de la Cámara Baja.

Feijóo ya cedió la semana pasada ante Vox asumiendo públicamente y por primera vez su alianza con la extrema derecha, que hasta ahora atribuía exclusivamente a sus barones. Y admitiendo que necesita su apoyo para optar a la investidura. Es ya una “relación de normalidad democrática” “en el objetivo compartido de proteger nuestra nación y defender la Constitución”. “No cabe duda de que la relación de colaboración se mantendrá”, aseguró el presidente del PP después de visitar al rey Felipe VI para ofrecerse como candidato el pasado 22 de agosto.

Un negacionista del cambio climático

La decisión del PP de pactar con Vox también en Murcia dará acceso al gobierno al líder local de la extrema derecha, José Ángel Antelo. Un dirigente que considera una “ley comunista” la que, con rango estatal, protege el contaminado Mar Menor. Antiguo jugador de baloncesto, el discurso ambiental de Antelo sigue con pulcritud las normas del negacionismo. En una entrevista concedida en la recta final de campaña a La Opinión de Murcia, lanzó el aviso cuando el periodista le hizo la siguiente pregunta:

– Si Fernando López Miras no toca la Ley del Mar Menor, ¿será presidente?

Antelo respondió así:

– Si depende de nosotros, será oposición. Y nosotros, también.

El autor de la entrevista abundó en el tema:

– Habla como si no hubiera cambio climático 

Vox, PSOE y Podemos tumban la primera votación de la investidura de López Miras en Murcia

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Y Antelo, que ya en otras ocasiones había ridiculizado el concepto –por ejemplo, en su cuenta de Twitter–, respondió así: “El clima lleva cambiando desde que existe el mundo, hace más de 4.500 millones de años, y lo seguirá haciendo”.

Concejal en el Ayuntamiento de Murcia, la estrella interna de Antelo comenzó a brillar cuando el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) de Vox le nombró en noviembre de 2019 jefe de la gestora constituida en Murcia tras la bronca con los tres diputados autonómicos que habían sido elegidos en la lista del partido. “El CEN –relata el periodista Xavier Rius en su libro Vox. El retorno de los ultras que nunca se fueron (Akal, 2023)– nombra una gestora presidida por el concejal en el Ayuntamiento de Murcia, el exjugador de baloncesto José Ángel Antelo, vinculado a José Luis Mendoza, miembro de los ultracatólicos neocatecumenales, los "kikos", y presidente de la Universidad Católica San Antonio de Murcia”, la UCAM. Fallecido en enero de este año, Mendoza se convirtió en un baluarte del sector que en Vox procede del catolicismo más conservador. 

Antelo ha hecho bandera del pin parental, que ya aplicó el PP en Murcia a requerimiento de Vox. Los padres –sostiene el candidato– deben tener información de si lo que pretende una charla escolar es “enseñarle a un niño de tres, cuatro o cinco años cómo masturbarse”. O si a un niño “que se llama Juan le van a tratar como María”.

La historia se repite. Como ya sucedió en Extremadura, la extrema derecha de Vox ha doblado el brazo al PP y estará en el gobierno de la Región de Murcia a pesar de la oposición de su presidente en funciones, Fernando López Miras.

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