La vicepresidenta Yolanda Díaz quiere que el ecologismo sea una de las principales banderas de Sumar, el proyecto que encabeza de cara a las generales de 2023. Desde que llegó al cargo, la líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo ha tratado de reforzar sus alianzas en Europa con socios verdes, muy asentados en parlamentos como el alemán, el austríaco o el irlandés. Tras participar el pasado año en una ‘cumbre verde’ en Luxemburgo, Díaz ha mantenido este miércoles una reunión con la cúpula de los verdes europeos en el Congreso.
La delegación ha estado presidida por las líderes del Partido Verde Europeo (PVE), Melanie Vogel, copresidenta de la organización, y Bendetta de Marte, secretaria general. También ha participado Vula Tsetsi, secretaria general del grupo de Los Verdes/ALE en el Parlamento Europeo y el exeurodiputado de Equo, Florent Marcellesi. “No hay tiempo que perder: tenemos un planeta que ganar”, ha asegurado Díaz en su cuenta de Twitter, donde ha compartido las imágenes del encuentro.
Tal y como explican a infoLibre fuentes de la organización, esta ronda de contactos se produce a falta de año y medio para las elecciones europeas, en las que los verdes buscan aumentar su capital político (especialmente en los países del sur de Europa, donde la ‘ola verde’ no ha terminado de llegar).
En ese sentido, hacen hincapié en que España reparte muchos eurodiputados (59) y creen que el proyecto de Díaz será clave para lograr más representación en el futuro. Actualmente solo hay un eurodiputado español en el grupo, Ernest Urtasun, una dirigente de la familia de los 'comunes' de Ada Colau.
Desde el equipo de la vicepresidenta segunda aseguran a este periódico que la reunión ha sido “muy positiva” y ratifican su intención de “sumar” a “todos los espacios” y a “toda la gente posible” en torno a su proyecto. Sin embargo, insisten en que no se ha abordado la cuestión de las listas electorales. “La reunión se alargó más de lo previsto. Hemos visto mucha reciprocidad”, resumen.
El papel de Más País y Unidas Podemos
El pasado martes la comisión también mantuvo encuentros con los dos representantes de Más País, Íñigo Errejón e Inés Sabanés, y con el coordinador de Alianza Verde, Juantxo López de Uralde, diputado de Unidas Podemos. Lo cierto es que, en el espacio de la ecología política española, la división está a la orden del día.
El desencadenante fue la salida de López de Uralde de Equo en septiembre de 2019 (partido que ayudó a fundar). Tras la decisión de Equo de ir a las elecciones de la mano de Íñigo Errejón y romper la alianza con Podemos, Uralde se mantuvo fiel a la formación morada y arrastró a parte de la militancia de Equo. Actualmente coordina Alianza Verde, la formación ecologista integrada en Unidas Podemos. Uralde ve con buenos ojos el proyecto de Díaz, aunque reivindica la decisión de seguir vinculado a Podemos, que fue el partido que, en sus palabras, les dio el "empuje electoral".
Equo, a su vez, surge como el sucesor de la Confederación de los Verdes, una agrupación de pequeños partidos locales y regionales apegados a las luchas ambientales en cada territorio, y que cuenta con una diputada en el Congreso, Inés Sabanés. Fuentes de la formación no esconden que el proyecto de Díaz despierta simpatías dentro de Equo y confían en llegar a algún tipo de alianza electoral con la dirigente gallega.
Por su parte, Errejón no ha escondido nunca que aspira a ocupar el espacio de los partidos verdes en el centro y el norte de Europa, aun con el riesgo de ser una "tercera vía" de histórico poco éxito en el sur. Su intención, en cálculos puramente electorales, es la de sacar a un espacio autodenominado verde de los caladeros donde, históricamente, se mueve como pez en el agua: los más urbanitas, de clase media, de las grandes ciudades del centro y el norte de Europa. En este contexto está por ver el encaje del exdirigente de Podemos en el proyecto de Díaz.
Partido verde... ¿y de centro?
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Los partidos verdes europeos siempre han tenido vocación de atraer electorado tanto de la izquierda como de la derecha. Sin embargo, en países como Alemania, la estrategia es más clara; en Bélgica o en Francia, se siguen identificando con el progresismo; y en otros, como Portugal o Italia, suelen ir de la mano de partidos claramente izquierdistas, comunistas o poscomunistas, por ahora con escaso éxito.
Los datos muestran que, en general, los partidos verdes más centristas, del corazón y el norte de Europa, cuentan con más representación que los ecologistas que prefieren aliarse con la izquierda tradicional, complementando su espacio en vez de disputarlo. Sin embargo, lo que alegan los partidos verdes españoles es que, sin alianzas, no llegarían al Congreso, como le sucede a Pacma, el partido animalista.
Estas voces también explican que en el caso español se vincula el compromiso ecologista con el progresismo: una corriente denominada rojiverde. Aludiendo a la metáfora de la sandía, también popular entre los portugueses: verdes por fuera, rojos por dentro.
La vicepresidenta Yolanda Díaz quiere que el ecologismo sea una de las principales banderas de Sumar, el proyecto que encabeza de cara a las generales de 2023. Desde que llegó al cargo, la líder de Unidas Podemos en el Ejecutivo ha tratado de reforzar sus alianzas en Europa con socios verdes, muy asentados en parlamentos como el alemán, el austríaco o el irlandés. Tras participar el pasado año en una ‘cumbre verde’ en Luxemburgo, Díaz ha mantenido este miércoles una reunión con la cúpula de los verdes europeos en el Congreso.