Cordón sanitario a medias en el Parlamento Europeo

La puesta en marcha de la nueva legislatura europea empieza a mostrar la imagen que tendrá un Parlamento Europeo más escorado a la derecha y con hasta tres grupos de extrema derecha, cada uno más radical que el anterior, si se cierra esta semana la configuración de grupos como varias fuentes contaban hace unos días. Las dudas están en la posible creación de un grupo con los que son tan ultras que no caben ni con Le Pen o Abascal, como los Afd alemanes o los eurodiputados de Alvise.

La noche del lunes los grupos se repartieron las influyentes presidencias de comisiones parlamentarias. Una presidencia no significa un papel de ordeno y mando, pero su actuación es relevante y tienen mucho margen para marcar la agenda. Un ultraderechista en la presidencia de la comisión de Libertades Civiles podría estar continuamente invitando a ponentes contrarios a los derechos de los homosexuales, por poner un ejemplo que intentan evitar la mayor parte de los grupos parlamentarios.

La elección de presidencias se hace en orden de tamaño. El grupo más grande pide primero y tiene derechos a más. Después el segundo y así sucesivamente. El Partido Popular Europeo pidió las presidencias de las comisiones de Industria, Exteriores, Agricultura, Asuntos Constitucionales, Pesca, Control Presupuestario y Sanidad. Los socialistas las de Medio Ambiente, Comercio Internacional, Economía, Desarrollo Regional y Derechos de la Mujer.

ECR (el grupo de Meloni o los polacos del PiS) las de Presupuestos, Interior y Derechos Civiles, y Peticiones (la que en la pasada legislatura la popular Dolors Montserrat usó torticeramente para generar titulares falsos en los medios de derechas españoles vendiendo como ”investigaciones” de la Comisión Europea lo que eran simples acuses de recibo sin más recorrido).

Los liberales pidieron Desarrollo, Asuntos Jurídicos y el subcomité de Seguridad y Defensa. Los Verdes las de Protección de los Consumidores y el subcomité de Derechos Humanos. La Izquierda Fiscalidad y Empleo. Y el grupo “Patriotas por Europa” (Le Pen, Orban, Salvini, Wilders, Abascal) Transportes y Cultura.

Son sólo peticiones y para negociar. El Partido Popular Europeo cedió a ECR la presidencia de Agricultura a cambio de quitarle la de Interior y Derechos Civiles por temor a que algún ultracatólico polaco acabara presidiendo esa comisión.

Estos días se pactó también la imposición de un cordón sanitario a los Patriotas por Europa por parte de populares, socialistas, liberales y ecologistas. La Izquierda también participará en ese bloqueo. Se trata de que no obtengan ninguna presidencia de comisión. El paso de Vox de ECR a ese nuevo grupo hace que se vea tras el cordón sanitario que podría haber esquivado quedándose con Meloni.

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Porque el cordón sanitario a los de Meloni es flexible. Se le hará si presentan para sus presidencias de Comisión a candidatos demasiado ultras porque se quiere evitar dar protagonismo a ciertos perfiles. En ECR, como parte de Hermanos de Italia de Giorgia Meloni, hay por ejemplo un general neofascista que asegura que los “homosexuales no son normales” y que considera “estadista” a Benito Mussolini.

El grupo de La Izquierda puede verse en la misma situación si para sus dos comisiones parlamentarias presentan a algún candidato que los grupos del centro derecha al centro izquierda no acepten. En La Izquierda hay eurodiputados abiertamente defensores de la agresión rusa contra Ucrania

Ese cordón sanitario se repetirá en el reparto de las 14 vicepresidencias del Parlamento Europeo, en las que tienen casi hecho entrar el socialista español Javi López (fue tercero en la lista de los socialistas y es el peso pesado del PSC en el Parlamento Europeo) y podría entrar algún popular español.

La puesta en marcha de la nueva legislatura europea empieza a mostrar la imagen que tendrá un Parlamento Europeo más escorado a la derecha y con hasta tres grupos de extrema derecha, cada uno más radical que el anterior, si se cierra esta semana la configuración de grupos como varias fuentes contaban hace unos días. Las dudas están en la posible creación de un grupo con los que son tan ultras que no caben ni con Le Pen o Abascal, como los Afd alemanes o los eurodiputados de Alvise.

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