Dolores Ibárruri, la líder comunista que movilizó a la clase trabajadora

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Los primeros años del siglo pasado estuvieron marcados por la crisis del sistema de la Restauración, que dio paso a la dictadura de Miguel Primo de Rivera con el beneplácito de Alfonso XIII. Bajo estos cambios se crió Dolores Ibárruri (Gallarta, 1895 - Madrid, 1989), más conocida como La Pasionaria, quien aparece en esta sección de la revista Verano Libre, ya que es una de las mujeres que marcaron la historia española del siglo XX.

El objetivo de la líder comunista era ser profesora, pero nunca lo consiguió porque tuvo que dejar los estudios a los 15 años y ponerse a trabajar como costurera y sirvienta. Se vio obligada a abandonar su preparación académica justo cuando había superado el curso preparatorio para ingresar en la Escuela Normal de Maestras. Sin embargo, su pasión por la lectura la convirtió en una mujer instruida y con una motivación vital: acabar con las desigualdades entre las clases sociales.

Y es que Dolores Ibárruri fue una mujer que movilizó a la clase trabajadora para que luchase por sus derechos, aunque no fue consciente de las diferencias entre clases sociales hasta que se casó, en 1916, con el minero vasco Julián Ruiz Gabiña. Su padre también era minero pero según explicó La Pasionaria en varias ocasiones, en su casa nunca se habló de la problemática de la mina ni de política. "Al casarme y vivir en mí propia carne los problemas que ya estaban viviendo los mineros de la zona, yo también debía defender los intereses de los trabajadores", relató la política en una entrevista, a los 86 años, a la periodista Concha Canfran.

El marxismo fue la ideología que siguió durante toda su vida y la que la impulsó a dar el salto a la política en 1931, con la Segunda República. Pero antes dio mítines en Vizcaya, en donde movilizó a los mineros, con paros y huelgas, para que reivindicasen sus derechos como trabajadores. Además, también puso en pie a las mujeres para que estas también exigiesen un trabajo remunerado.

"¡No pasarán!"

El año 1917 supuso un antes y un después en la mentalidad de La Pasionaria, ya que fue cuando se produjo la revolución rusa, en la que participaron los trabajadores y que daría lugar a un nuevo Estado, la Unión Soviética, en 1922. Ibárruri soñaba con lograr lo mismo en su país, derrocar la monarquía y establecer un sistema comunista en el que el movimiento obrero fuese una pieza clave. Ese año en España hubo una huelga general y ella misma y su marido participaron en las protestas. En 1918, escribió su primer artículo en El minero vizcaíno, y al ser Semana Santa firmó bajo el seudónimo de La Pasionaria, de ahí la explicación a su sobrenombre.

Cada vez iba interesándose más por la política y en 1930 decidió entrar en el Comité Central del Partido Comunista de España (PCE) para al año siguiente trasladarse a Madrid y trabajar en el periódico del partido, Mundo obrero. En ese momento se separó de su marido y comenzaría su imparable carrera como líder comunista. Con la instauración de la Segunda República española en 1931, La Pasionaria se presenta por Asturias con el PCE a las primeras elecciones democráticas, pero no sale elegida diputada. Sin embargo, continuó dentro del partido y en 1933 fundó la Asociación de Mujeres Antifascistas, que pertenecían al PCE.

En las terceras elecciones de la II República, en 1936, Dolores Ibárruri sí que obtuvo escaño, que ostentó hasta el 2 de febrero de 1939. Suyo fue el famoso discurso de No pasarán, que pronunció en el Ministerio de Gobernación el 19 de julio de 1936,  y en el que hacía un llamamiento a la ciudadanía para frenar la sublevación militar fascista". Estas son algunas de las palabras que dijo La Pasionaria: "Todo el país vibra de indignación ante esos desalmados que quieren hundir la España democrática y popular en un infierno de terror y de muerte. Pero ¡No pasarán! [...] ¡Mujeres, heroicas mujeres del pueblo! ¡Acordaos del heroísmo de las mujeres asturianas en 1934; luchad también vosotras al lado de los hombres para defender la vida y la libertad de vuestros hijos, que el fascismo amenaza!".

Exilio en la URSS

Durante la Guerra Civil, la líder comunista no cesó su trabajo como redactora de artículos, en los que se dirigía al frente republicano para alentarlos a acabar con el fascismo. Sin embargo, el fascismo ganó y La Pasionaria tuvo que marcharse al exilio. Eligió la URSS, en donde permaneció hasta que volvió en 1977 a España, una vez establecida la democracia.

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Su vida en el exilio estuvo marcada por su elección, en 1942, como secretario general del PCE –por aquel entonces se referían al cargo en masculino– y por la muerte de su hijo Rubén, ese mismo año, en la batalla de Stalingrado. En 1960 dimitió de su cargo en el PCE y pasó a ser presidenta del mismo. Asimismo, la Universidad de Moscú la nombró como doctora honoris causa honoris causay se reunió en varias ocasiones con Stalin.

Rafael Alberti y la Pasionaria, en el Congreso de los Diputados @iHistorico pic.twitter.com/PWPe8c274w

— Gabriel Moreno (@Gabri91MG) June 25, 2014

A su vuelta a España tras la muerte de Franco, Dolores Ibárruri fue elegida como diputada del PCE por Asturias al Congreso. Su imagen bajando las escaleras del Parlamento junto con Rafael Alberti –también exiliado– suponen un hecho histórico, ya que después de 40 años, La Pasionaria, volvía a recuperar su asiento en las Cortes.

Los primeros años del siglo pasado estuvieron marcados por la crisis del sistema de la Restauración, que dio paso a la dictadura de Miguel Primo de Rivera con el beneplácito de Alfonso XIII. Bajo estos cambios se crió Dolores Ibárruri (Gallarta, 1895 - Madrid, 1989), más conocida como La Pasionaria, quien aparece en esta sección de la revista Verano Libre, ya que es una de las mujeres que marcaron la historia española del siglo XX.

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