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Iñaki Alegría, médico en Etiopía: "Un voluntariado no es ir a tener una experiencia, es ir a trabajar"

Iñaki Alegría, médico pediatra en Etiopía

Iñaki Alegria (36 años) es médico —especializado en pediatría— y lleva diez años en Etiopía. Antes de este destino, relata a infoLibre que años atrás estuvo realizando estancias más breves en otros países como Honduras, Senegal y Angola. Durante ese tiempo, decidió cursar también un máster en cooperación y salud internacional. 

Debido a su perfil, uno de los motivos que llevó a Iñaki a tomar esta decisión fueron las ganas de ayudar. “Como a muchos”, comenta. Además, hace hincapié en la imagen previa y errónea— que tenía (y tenemos) tanto del continente africano en general como de Etiopía en particular. “Me imaginaba un paisaje desértico, niños desnutridos, conflictos, miseria, pobreza”, admite, para luego comentar que esta imagen preconcebida viene marcada por una serie de prejuicios que a él se le acabaron en cuanto llegó al aeropuerto de Addis Abeba, la capital de Etiopía y, por ende, una de las ciudades más grandes del país. Iñaki confiesa que en este viaje cometió “errores que nunca debí cometer”. 

Addis Abeba es, además, capital de la Unión Africana y de su predecesora, la Organización para la Unidad Africana. También es designada ciudad y Estado al mismo tiempo en donde conviven más de ochenta nacionalidades y lenguas, además de cristianos, musulmanes y judíos. Se trata, paralelamente, del centro económico y financiero del país con un importante crecimiento y desarrollo debido al gran número de inmigrantes que recibe. El Merkato es el centro económico de la ciudad que, además, posee la reputación de ser el mayor mercado de toda África.

Al leer estas características podemos sentir cierta confusión, pero Iñaki nos corrobora que al salir del aeropuerto se quedó “impactado”. "Lo primero que vi fue una autopista bien asfaltada y llena de coches, edificios bien altos de más de veinte y treinta pisos, personas bien vestidas”, rememora. Tanto le sorprendió lo que vio que todo su imaginario quedó deshecho: “No se correspondía con la imagen preconcebida y estereotipada que tenía en mi mente”. 

Otra de las claves de la experiencia de Iñaki es que nos afirma y reafirma que no le gusta decir que lo que hace es voluntariado o cooperación: "Lo que hago es mi profesión, soy pediatra en Etiopía. Del mismo modo que si fuese a Noruega no diría que voy de cooperación, sino de pediatra”. Tampoco considera que la mejor época para hacer voluntariado sea el verano —como dice la mayoría de gente, ya que es la época en la que menos obligaciones se tienen— porque un voluntariado “requiere de tiempo, formación y experiencia”, recalca a infoLibre

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Muy relacionado con esto vemos cómo en twitter es una persona muy crítica con el término volunturismo, expresión que nace de la mezcla de las palabras voluntariado y turismo. Y es que según su opinión, ese volunturismo "refuerza los estereotipos y prejuicios que elabora la mirada hija del colonialismo y racista, perpetuando la superioridad blanca bajo el ya conocido síndrome del salvador blanco”. Por ello, nos deja claro que “un voluntariado no tiene que ser ni un curso de idiomas, ni un campamento de verano, ni un centro de terapia para encontrarse a uno mismo o incluso unas vacaciones baratas”. Un voluntariado “no es ir a tener una experiencia, es ir a trabajar”. Y para ello, no todo vale: “Lo mismo que exigimos en cualquier trabajo y voluntariado en España debemos exigirlo en los otros países”. 

Cómo médico pediatra, Iñaki quiere destacar que la sanidad de Etiopía funciona bastante bien: “Tienen hospitales con tecnología puntera recién inaugurados en Addis Abeba, excelentes médicos y profesionales que se gradúan cada año en las más emblemáticas y prestigiosas universidades etíopes”. Por todo ello, acaba invitándonos a ver este país no sólo como un país vulnerable y receptor de ayuda, sino también como uno del que aprender y compartir experiencias. 

Iñaki Alegría, además de pediatra, es también fundador de la ONGD Alegría Sin Fronteras. Empezó sus vivencias realizando un voluntariado y ha acabado siendo, gracias a todo el aprendizaje adquirido en estos años, director médico del Hospital General Rural de Gambo, Etiopía. Especialmente interesado en que el resto de personas no cometan los mismo errores que él, invita a través de su blog, Cooperación amb alegría, a cambiar la mirada: “Vivimos en un mundo lleno de fronteras, como una valla o un mar, pero la frontera más peligrosa somos nosotros mismos, son nuestros prejuicios”. “Cooperar en Etiopía como en Noruega. No hagas en otro país lo que no harías en el tuyo”, remata.

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