No siempre el destino es más significativo que el trayecto. Esta premisa se torna irrefutable cuando el medio de transporte no es otro que Fujur, el dragón blanco de la suerte que describe Michael Ende en su novela La historia interminable (1979). Cinco años después de su publicación, el alemán Wolfgang Petersen dirige una versión cinematográfica gracias a la que los espectadores pudieron comprobar visualmente lo que tantas veces habían imaginado.
“Cuando vi la película La historia interminable por primera vez tenía diez años y recuerdo salir del cine pensando que yo también quería volar a lomos de Fujur”, cuenta la periodista Mara Torres. Este no es un dragón cualquiera. No tiene alas, ni lengua bífida, y tampoco escupe fuego por la boca. Su cabello blanco, sus enormes y brillantes escamas, sus inmensas orejas caídas y su alargado cuerpo aterciopelado invitan al espectador a fantasear con volar sobre él y contemplar cómo su pelaje lanoso lucha contra el viento. “Podía sentir que me recostaba apoyando mi cabeza en su cuello, me agarraba por detrás de sus orejas y me dejaba llevar”, confiesa Torres.
La Historia Interminable es un viaje hacia lo fantástico, donde todo cobra el sentido del que la realidad carece. Se trata de la alianza entre dos mundos opuestos que no tienen sentido el uno sin el otro. Por eso la historia cuenta cómo sus dos protagonistas, Bastian en el mundo real, y Atreyu en el fantástico, se unen para impedir que el reino de Fantasía desaparezca bajo las garras de la Nada.
Fujur, el dragón blanco de la suerte.
Ver másMara Torres se deja llevar
Igual que Bastian y el intrépido Atreyu, Mara Torres también se imagina a bordo del dragón —aunque a ella siempre le pareció un perro de desmesuradas proporciones—, atravesando las nubes tormentosas, el bosque de Haule o los terribles pantanos de la tristeza. La ligereza de Fujur le permite elevarse a las alturas para sobrevolar los cielos, pero en realidad los dragones de la suerte no vuelan: nadan. “Fujur volaba en el aire como si nadara, que era exactamente como yo volaba cuando soñaba, aunque yo vuelo siempre a braza”, relata la periodista. “Esa escena volando a lomos de Fujur es a la que quiero viajar y en la que quiero quedarme, a medias entre la realidad y el deseo, entre la fantasía y el mundo real”.
Y en la vida real…
Desde el año 2006 Mara Torres se pone ante las cámaras para presentar los informativos de Televisión Española, en La 2 Noticias, donde continúa actualmente. La periodista también se hace un hueco en el mundo narrativo a través de Hablar por hablar. Historias de madrugada, libro en el que relata las anécdotas más curiosas durante sus años al frente del programa. En 2006 publica Sin ti. Cuatro miradas desde la ausencia, finalista en el IV Premio Setenil al Mejor Libro de Relatos publicado en España, y seis años después escribe su primera novela, La vida imaginaria, finalista al Premio Planeta. En la actualidad se encuentra sumergida en la gestación de su segunda novela, “que como la anterior”, apunta, “me estoy tomando con calma”. Mara Torres es de pluma inquieta, y cada mes colabora con la revista Elle, donde publica relatos de ficción. Además, ha prestado su voz como narradora en una serie de documentales de SEO/BirdLife, que serán emitidos por TVE.
No siempre el destino es más significativo que el trayecto. Esta premisa se torna irrefutable cuando el medio de transporte no es otro que Fujur, el dragón blanco de la suerte que describe Michael Ende en su novela La historia interminable (1979). Cinco años después de su publicación, el alemán Wolfgang Petersen dirige una versión cinematográfica gracias a la que los espectadores pudieron comprobar visualmente lo que tantas veces habían imaginado.