Sara Giménez (Huesca, 1977) es abogada y activista contra la discriminación hacia los gitanos. Especialista en derechos humanos y responsable del Departamento de Igualdad de la Fundación Secretariado Gitano, desde los comicios del 28 de abril es también la número tres de Ciudadanos por Madrid en el Congreso de los Diputados. Giménez participa en la sección De series, dentro de la revista Verano libre, en la que de lunes a viernes a lo largo de agosto políticos, politólogos y periodistas comentan las producciones que más y que menos les han gustado. La favorita de la temporada de Sara Giménez esVis a vis, que le hace inevitablemente pensar en la “libertad”.
Vis a vis, que ya ha emitido su cuarta temporada, esuna saga española protagonizada por mujeres en prisión. La serie, producida por Globomedia primero para Atresmedia y luego para Fox España, y que se estrenó en abril de 2015 en Antena 3, aunque tenga visos que recuerden a otras producciones anteriores —Orange is the new black sin ir más lejos—, ha sabido ocupar su propio nicho sin que tenga que cargar constantemente con el peso de las comparaciones.Con Maggie Civantos, Najwa Nimri, Berta Vázquez y Alba Flores como protagonistas indiscutibles, Vis a vis narra los días de convivencia en una cárcel de mujeres —Cruz del Sur— en la que tienen que aprender a compatibilizar sus traumas y conflictos internos con el ambiente hostil que se les presume a las prisiones. Sus protagonistas son poliédricas, con claroscuros pero sin polarizar, que no temen a los giros de guion ni a la madurez de quien crece conforme al argumento. Además, la serie hace un esfuerzo por hablar de diversidad, en el marco del respeto y tratando de lidiar contra los tópicos: así tienen cabida desde personajes LGTBI hasta de distintas etnias —Alba Flores, por ejemplo, interpreta a una mujer gitana que además es lesbiana—.
Ver más'Los Simpson', la ficción llena de "humor inteligente" que conquistó a Ignacio Aguado
El peso de Vis a vis sobre sus personajes principales no recae tanto en un plano individual como colectivo. Ellas son importantes porque siempre se habla en plural. Y de ahí la importancia de cómo se hilan los pequeños grupos, los desafíos a las cadenas de mando y de poder de las cárceles y, como apunta Giménez, aprender a actuar en grupo “para lograr una supervivencia”. Así lo defiende también la diputada: ellas “generan una red emocional que muchas veces enternece la dureza de los hechos que ocurren”. Tiene sentido que, siendo especialista, entre otras cosas, en Derecho penal, Giménez encuentre interesantes muchas de las aristas que aborda la serie: “Al ver la serie como abogada, piensas en la libertad como uno de nuestros derechos más preciados, y también en la necesidad del papel de los centros penitenciarios en la reinserción social”.
Sara Giménez tira del recuerdo para colocar a Verano azul como su serie favorita de la historia. “Miedos, amores, rebeldías…”, todo se mezcla en un soplo de nostalgia para sentarla frente al televisor, junto a sus hermanos. La serie, que se emitió en España en 1981, narra las aventuras de un grupo de jóvenes de distintas edades y procedencias que veranean en Nerja, Málaga. Verano azul, que forma parte imborrable del imaginario de los ochenta, no sólo tuvo éxito en su momento de emisión, sino que también lo ha cosechado en sus sucesivas reposiciones o en otros lugares del globo como Latinoamérica o África. Para Giménez, una de las muchas bondades de la serie es poder recuperar “cómo sin mucho materialismo los jóvenes pueden disfrutar”. El programa arrasó entre los niños y niñas del momento, con una fuerte carga emocional, que desarrolló entre ellos el acto de ver la televisión como una experiencia colectiva. Para la diputada de Ciudadanos, Verano azul transmitía —y transmite— pedagogías muy sanas, pero, sobre todo, y aunque suene manido, un argumento casi atemporal: “El valor de la amistad como eje principal de la historia”.
La tercera serie que nombra Giménez también es una producción española, pero por el momento la ha dejado a medias: Arde Madrid, dirigida por Anna R. Costa y Paco León. La diputada de la formación naranja, que por trabajo y viajes varios no ha terminado la serie, promete que la acabará. Producida por Movistar+ y ambientada en 1961, retrata la vida de Ava Gardner en Madrid vista por los ojos de su servicio de asistencia. Para Giménez, “los empleados son los grandes protagonistas de la historia”. La serie, que baila entre la comedia y el drama, intenta dibujar con trazos de ingenio el costumbrismo de la España franquista de esos años, un paisaje de pudor en el que la inocencia sexual abre los visillos de la curiosidad ante el mito de Hollywood que era Ava Gardner.
Sara Giménez (Huesca, 1977) es abogada y activista contra la discriminación hacia los gitanos. Especialista en derechos humanos y responsable del Departamento de Igualdad de la Fundación Secretariado Gitano, desde los comicios del 28 de abril es también la número tres de Ciudadanos por Madrid en el Congreso de los Diputados. Giménez participa en la sección De series, dentro de la revista Verano libre, en la que de lunes a viernes a lo largo de agosto políticos, politólogos y periodistas comentan las producciones que más y que menos les han gustado. La favorita de la temporada de Sara Giménez esVis a vis, que le hace inevitablemente pensar en la “libertad”.