De Springsteen a Quevedo pasando por Celtas Cortos: la 'playlist Frankenstein' de tres generaciones

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Ríete tú de las negociaciones postelectorales. Los diálogos duros de verdad, los grandes tiras y afloja, se producen cuando te subes a un coche con varias personas, arrancas el motor, pones rumbo a tu destino vacacional y te decides a poner música. Ahí sí que entra en juego la diplomacia. Algunos optarán por defender hasta el final que les corresponde a ellos elegir la música porque son los dueños del aparato y, por tanto, se han ganado el honor de decidir qué es lo que sonará en los próximos 500 kilómetros. Estos, además, pedirán a los demás su apoyo indiscutible. Otros, más creyentes en el sistema parlamentario, preferirán llegar a un acuerdo con el resto de pasajeros para que todos se sientan, más o menos, cómodos. Es lo que podríamos bautizar como la playlist Frankenstein.

Sin embargo, no siempre es fácil alcanzar el pacto. A veces las voces negociadoras son demasiado firmes en sus ideas, y más cuando están atravesadas por una temible brecha generacional. Este verano he querido, aun así, intentar alcanzar el acuerdo al que ni Pedro Sánchez querría tener que enfrentarse. ¿Qué se escucharía en el coche si la banda sonora la elaborasen una boomer, una millenial y un alfa? El maremágnum no tiene pérdida ni sentido, pero es lo que se ha votado.

Duki y Bizarrap: Music Sessions #50

Empieza eligiendo el más joven y el artista afortunado es Duki. El rapero argentino es una de las revoluciones musicales de los nacidos en el siglo XXI. Tanto es así, que en junio del año que viene actuará en el renovado Santiago Bernabéu, que tiene capacidad para albergar a más de 80.000 personas. Todavía quedan entradas, pero como dice en su colaboración con Bizarrap, Music Sessions #50, acabará llenando todas las localidades. "Empezamos tocando pa' 30 personas y ahora te llenamo' el estadio", canta.

Creedence Clearwater Revival: Fortunate Son

Cambio radical, de época y de estilo. Es el turno de la boomer y de un grupo mítico: Creedence Clearwater Revival. Los primeros acordes de esta canción son inconfundibles. Para ir subiendo el volumen a medida que avanzan. Fue, además, un himno para la juventud americana, sobre todo para la más humilde. "Yo no soy, yo no soy, yo no soy el hijo del senador, no" ('It aint’ me, it ain’t me, ain’t no senator son, no'). El mensaje era claro y potente: ¿eres joven y pobre? Entonces tu destino es la guerra de Vietnam. ¿Eres rico o desciendes de una familia influyente? Enhorabuena, te libras por "hijo afortunado" ('Fortunate son').

Celtas Cortos: Haz turismo

Le toca a la generación milenial nacida en los 80 y este es un grupo que no ha faltado nunca en su repertorio musical. Celtas Cortos, que sigue llenando cuando toca, lanzó esta canción en 1990 y la letra podría compararse con la de la Creedence. Esta vez cargados de ironía, los de Pucela cargan contra el militarismo estadounidense, algo contra los que muchos milenial lucharon en las calles en los primeros 2000, cuando la guerra de Irak movilizó las grandes protestas del 'No a la guerra'. La letra, aun así, puede seguir cantándose. "Haz turismo invadiendo un país, tú serás el rey del noticiario, te verá tu mamá orgullosa disparando a algún pobre muchacho".

Quevedo: Music Sessions #52

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Quien diga que no ha escuchado esta canción está mintiendo. Y me da igual a qué generación pertenezca. Tengas 8 u 80, el estribillo te lo sabes. O al menos lo tarareas. Cantar la letra entera, eso sí, es más de alfas. Quevedo se dio a conocer con esta colaboración con Bizarrap que ya todo el planeta conoce como 'Quédate'. Con apenas 20 años consiguió elevarla, sin ninguna duda, a canción del verano 2022, siendo lo más escuchado en Spotify. Lo curioso, y el milagro, es que sigue sonando casi como el primer día. Al menos allí donde está el alfa que la escoge sin dudar. Como la reproduzcas, olvídate de tener otra cosa en tu cabeza a lo largo del día.

Bruce Springsteen: Glory Days

El Boss no falta nunca en la lista de imprescindibles de un boomer que ha sido rockero. Ni Bruce Springsteen, ni su inconfundible E Street Band, envejecerán nunca. Tienen esa especie de pacto con el diablo que hace que los rockeros parezcan inmortales. Y si no, que se lo digan a Mick Jagger. Sin embargo, en esta canción, Springsteen se pone nostálgico y habla de aquellos "días de gloria" que ya parecen haber pasado. No puede estar más lejos de su realidad. El pasado mes de mayo demostró que todavía le queda cuerda para rato ante nada menos que 60.000 personas. Fue en el Estadio Olímpico de Barcelona, el escenario que eligió para dar el pistoletazo de salida a una nueva y épica gira.

Gabinete Caligari: Camino Soria

Termina la lista con otra elección millenial. Y con su vuelta a la infancia que ahora viven los alfa. Se escribió en 1987 y el Ayuntamiento de la ciudad la usó como reclamo. Tanto, que hasta organizaron un concierto junto a Radio Nacional de España (RNE) en la discoteca Neón. Y la usaron también en su promoción turística durante la semana soriana de la Exposición Universal de Zaragoza. Y ya era 2008. Camino Soria de Gabinete Caligari ya hace tiempo que se convirtió en un himno y en lo que suena en casi todas las cabezas cuando se nombra la ciudad. ¿O en la de los alfa ya no lo hace?

Ríete tú de las negociaciones postelectorales. Los diálogos duros de verdad, los grandes tiras y afloja, se producen cuando te subes a un coche con varias personas, arrancas el motor, pones rumbo a tu destino vacacional y te decides a poner música. Ahí sí que entra en juego la diplomacia. Algunos optarán por defender hasta el final que les corresponde a ellos elegir la música porque son los dueños del aparato y, por tanto, se han ganado el honor de decidir qué es lo que sonará en los próximos 500 kilómetros. Estos, además, pedirán a los demás su apoyo indiscutible. Otros, más creyentes en el sistema parlamentario, preferirán llegar a un acuerdo con el resto de pasajeros para que todos se sientan, más o menos, cómodos. Es lo que podríamos bautizar como la playlist Frankenstein.

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