Jesús Cintora (Soria, 1977) ha desarrollado su trayectoria periodística en radio, donde desempeñó diversas funciones en la Cadena SER, y en televisión. Ha sido colaborador de varios programas y director y presentador de espacios como Las mañanas de Cuatro y Las cosas claras. Acaba de presentar el libro El precio de la verdad (editado por Penguin Random House), del que apunta varias reflexiones en esta entrevista. Analiza la “guerra cultural e ideológica” en la que estamos y estaremos inmersos y defiende, como solución a la desinformación, “el periodismo que quiere servir a la ciudadanía, no a determinados políticos o determinados intereses económicos”.
La carta de Pedro Sánchez
“En el caso de Sánchez hay una vinculación que es especial desde hace años con Begoña Gómez. Yo sabía que había ese malestar y me estaban contando en círculos íntimos que estaba al límite, si bien es cierto que no me esperaba esa carta, obviamente. A partir de ahí sí creo, analizándola, que muestra que es un momento de esos que hacen reflexionar. Yo ya he vivido en otras etapas cómo, a veces, la política en España puede cambiar de un plumazo en cuestión de minutos. Me tocó vivirlo en el 11M, como cuento en el libro El precio de la verdad. Pero lo hemos vivido en otras etapas en las cuales la política puede cambiar de forma inesperada. Y estamos ahora mismo en ese compás de espera”.
¿Qué debe hacer el presidente del Gobierno?
“Mucha gente no quiere que Pedro Sánchez se vaya. Pensando en la táctica política, se podría pensar que es precipitado abandonar la presidencia o marcarse un plazo. Pero por encima está lo personal y creo que no somos nadie para decirle lo que tiene que hacer. Las máquinas no tienen sentimientos, los seres humanos sí, e inquietudes y problemas familiares o situaciones en las que hay que solidarizarse con quienes lo pueden estar pasando mal injustamente. Sin dar la razón a aquellos que te quieren tumbar, a veces se puede tener que sacrificarse por proteger a personas. Da para la reflexión. Todo lo burdo es mafia. Es necesario que haya crítica, pero es preocupante que en ámbitos como el judicial veamos actuaciones absolutamente desmedidas de forma continua. Hoy día la mentira sale muy barata y es permanente”.
La mentira como técnica política
“Como cuento en el libro, las técnicas del goteo, de estar de manera permanente publicando bulos o mentiras hacen que mucha gente acabe creyendo que la mentira es verdad. Y eso puede llegar a deshumanizar a las personas. Si tú de alguien estás publicando de manera permanente que gobierna con terroristas, que es antidemocrático o que la mujer es corrupta, un día sí y otro también, al final mucha gente se acaba creyendo eso. Los bulos no tienen un pase, y menos aún cuando se trata de deshumanizar a las personas. Tal y como está configurado el mapa de los medios, un bulo, una mentira, tiene un alcance multiplicado por millones porque te puede llevar por una red social, por otra, con bots, con trolls, con panfletos que no son ni siquiera medios de comunicación o con tertulianos que están mintiendo”.
Cómo hacer oposición
“Yo creo que se puede tener grandeza y elegancia tanto cuando se tiene el poder como cuando se está en la oposición. Y es una buenísima oportunidad cuando se es opositor de mostrarte elegante, saber administrar la importante función que tiene controlar al gobierno. Por supuesto ahí entra criticar y exigir transparencia. El problema es cuando se nota que haces una oposición tosca. Creo que todavía hay tics de Aznar que estamos viendo en la derecha. Me explico, tienes motivos para cuestionar al gobierno por las medidas o los pactos que esté haciendo, pero cuando entras en el terreno de decir que no representa a este país, que es un gobierno de terroristas, chavista, antidemocrático, se genera una oposición tosca. Cuando recurres al insulto, la descalificación, la exageración, se confunde la oposición con el aspaviento, se crea un clima irrespirable”.
Giro en la legislatura
“Como cuento en mi libro, es muy interesante analizar quién marca la agenda de lo que está en la opinión pública y de lo que tratan los medios de comunicación. Es curioso porque en esta legislatura hay un periodo en el que se habla mucho de la amnistía. Entramos luego en otro periodo en el que prácticamente hay quien quiere empatar con lo del novio de Ayuso y poner el foco en la mujer del presidente del Gobierno. Me dicen expertos judiciales de los que me fío que no hay materia para abrir un procedimiento penal o abrir unas diligencias, pero se intenta empatar. El abogado del novio de Ayuso ya ha asumido y reconocido que había un fraude. En este contexto, habría que abordar la obligación de cualquier gobierno, más si es progresista, la agenda social y reducir las diferencias entre los de arriba y los de abajo”.
Comisiones de investigación
“No tengo nada en contra de que se investigue por la vía política parlamentaria y en la vía judicial, pero me gustaría más que después de lo ocurrido con la pandemia no permaneciese la impunidad con los muertos que hubo en las residencias. Tema que este diario, con periodistas como Manuel Rico, ha puesto en el punto de mira. Cómo murieron miles de ancianos sin los cuidados debidos y cómo el procedimiento fue absolutamente contrario a lo debido desde la administración pública. Lo que más espero es que la vía judicial se pusiera manos a la obra para arreglar con prontitud la impunidad con los muertos en las residencias o la corrupción en la compra de material sanitario.
Elecciones catalanas
“Además de decidir el gobierno de Cataluña, van a determinar posiblemente lo que pueda ocurrir incluso con el Gobierno central. Vengo de estar en Sant Jordi firmando libros y mucha gente se te acerca, piden respeto a la identidad catalana y algunos tienen un sentimiento independentista, todo mi respeto. Pero también mucha gente se queja, igual que en otras comunidades de España, de cómo está la sanidad pública, de la dificultad para acceder a la vivienda por el encarecimiento de los alquileres. Lo que hemos visto también en la protesta canaria, donde el turismo de masas ha hecho que haya gente que se está enriqueciendo en las cúpulas de poder. Tienen un problema con la sequía muy grave. Sin obviar el sentimiento independentista de una porción importante de esa sociedad, hay asuntos que se deben gestionar mejor”.
El espacio de la izquierda
“Creo que da para una reflexión el que, por una parte, sí, ha habido guerra sucia contra partidos de la izquierda, pero por otro, las diferencias, las guerras internas, han llegado más allá de lo razonable y eso sin duda supone un desgaste. Se debiera tomar nota y hacer la política más desde abajo y menos desde híperliderazgos, atendiendo más al ejemplo de la política local, de los movimientos civiles, a toda esa gente que hace la política semana a semana, luchando por derechos sociales. Algunos de los conquistados hay que defenderlos al estar amenazados por la extrema derecha, fondos de inversión y agentes poderosos. No hay que descuidar tampoco la política transversal con todos los territorios desde abajo, y enterrar el hacha de guerra de disputas internas que han llevado a una erosión muy preocupante”.
Elecciones vascas
“Por una parte, me quedo con que hay una continuidad de un posible gobierno del PNV con los socialistas. Pero hay que tomar nota de cómo Bildu ha aglutinado más voto de la izquierda. Y es curioso, porque hay quien igual pasa por alto que Bildu es una federación de partidos. Han intentado ponerse de acuerdo, lo han conseguido durante un tiempo y puede servir para que otros partidos de la izquierda en todo el Estado en España, que llevan tiempo a la a la gresca, se den cuenta de que hay una alternativa ahí. Que se han quedado a las puertas de alcanzar el gobierno en Euskadi, pero han hecho que se pongan de acuerdo una serie de corrientes distintas que hay en Bildu y esa unión les ha hecho más fuertes”.
El mundo ante Gaza
“A veces pensamos que hemos avanzado mucho en las últimas décadas en la defensa de los derechos humanos y a la hora de la verdad no está ocurriendo así. Me parece una auténtica barbaridad la dejación que se está haciendo con el pueblo palestino y cómo se lamen las botas de potencias como Estados Unidos que protegen al gobierno del ultra Netanyahu. Y me parece también muy preocupante el papel de la Unión Europea, que no tiene un liderazgo.
Además, mucha gente ve con enorme preocupación también el rearme. El gasto en armamento se está incrementando en el mundo de una manera terrible y hay países distintos, por ejemplo España, que para cumplir con una exigencia de la OTAN está incrementando el gasto en armamento de una forma tremenda”.
El negocio de las mentiras
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“Cuento en el libro cómo hay incluso una financiación de corrientes de opinión que se ha practicado en Estados Unidos, por ejemplo, con Trump para embarrar los debates, para que la posverdad se inocule de forma permanente en los medios de comunicación. Se está financiando que se propaguen ideas en las cuales se intenta convencer a la gente de que la sanidad pública no sirve, que mejor te hagas un seguro privado, que la movilización obrera no tiene sentido porque es cosa de vagos. Ideas de gente que quiere propagar las tesis ultraliberales”.
Panorama mediático
"En El precio de la verdad he intentado ofrecer un panorama de cómo están los medios de comunicación en España. Estamos en un tiempo en el que, de forma preocupante, se criminaliza el periodismo crítico. Cada vez hay más entretenimiento y habría que analizar si una parte es directamente engañabobos. El entretenimiento es necesario, pero reivindico que también tiene que haber actualidad, periodistas de investigación, periodismo crítico. Me preocupa que mucha gente se aleje de los medios tradicionales. Las redes son, claramente, un hábito de nuestro tiempo, pero un montón de gente recibe a diario bulos y desinformación. A veces hay lobos con piel de cordero y gente que aparentan ser muy alternativos, muy malotes y demás, y está habiendo un foco de propagación de bulos y de desinformación tremendo”.
La sociedad que estamos construyendo
“Soy de los que creen que hay que potenciar la educación pública sobre estos temas, que hay que potenciar la cultura, porque nos estamos jugando algo muy importante para un país que es la capacidad y el criterio de su población, el pensamiento crítico. Me preocupa la bobosfera, como dijo Adela Cortina, que se esté tratando de fomentar una sociedad de tontos polarizados en un país donde tiene que haber una especie de trincheras y que la gente tenga acceso a los medios simplemente para que le cuenten lo bueno de su partido y lo malo del partido rival. Nos estamos jugando una parte de la sociedad en el tema mediático”.
Jesús Cintora (Soria, 1977) ha desarrollado su trayectoria periodística en radio, donde desempeñó diversas funciones en la Cadena SER, y en televisión. Ha sido colaborador de varios programas y director y presentador de espacios como Las mañanas de Cuatro y Las cosas claras. Acaba de presentar el libro El precio de la verdad (editado por Penguin Random House), del que apunta varias reflexiones en esta entrevista. Analiza la “guerra cultural e ideológica” en la que estamos y estaremos inmersos y defiende, como solución a la desinformación, “el periodismo que quiere servir a la ciudadanía, no a determinados políticos o determinados intereses económicos”.