El periodista Pedro Vallín, (Colunga, Asturias, 1971), combina en La Vanguardia los análisis políticos con los culturales. Predica semanalmente una videohomilía que se puede encontrar en su hiperactivo perfil de X, donde reparte estopa a diestro y siniestro. Acaba de presentar un apasionante libro que recoge sus conversaciones con el filósofo Javier Gomá. Verdades penúltimas (Arpa) expresa las posiciones, según Vallín, de “dos personas contentas, que no se sienten en el momento último de la historia en el que todo se va a echar a perder”. Su visión del descontento actual con las democracias alberga una esperanza en el presente y en el futuro. “Dado que la democracia no te da la respuesta definitiva sobre nada, sino respuestas provisionales, es una invitación a la madurez del lector, como le gusta decir a Gomá”, concluye.
La carta de Pedro Sánchez
“Me pareció una forma bastante heterodoxa de reaccionar a una situación política, muy novedosa y creo yo, que soy muy poco conspiracionista, que bastante sincera. Es decir, no creo que estuviera previsto el desenlace desde el principio, y lo que sí creo es que la resolución es insatisfactoria y que el propio arco narrativo que crea con esa carta está inconcluso. De alguna manera el presidente, si decidía continuar, estaba obligado a anunciar algo. Formalmente habla de un punto y aparte, pero luego no tiene contenido. De momento no ha ocurrido nada ni ha anunciado nada que suponga un cambio, una apuesta diferente de la situación previa a su carta. Creo que sus votantes, la militancia del PSOE y el espacio de sus aliados de legislatura se han quedado un poco estupefactos”.
Análisis de la legislatura
"Creo que las reacciones espontáneas que se producen a esa carta desde todo el espacio político que le da apoyo permiten a Pedro Sánchez hacer una toma de temperatura o una lectura de cuál es el espacio que le está apoyando en esta legislatura. En ese sentido, diría que el Presidente debió de quedarse muy satisfecho. Él ha protagonizado una de las legislaturas más complicadas de la historia de la democracia en España por la composición de los apoyos del Gobierno, pero también por la pandemia, por las guerras, y su balance de legislatura es extraordinariamente positivo. Todo este patrimonio podría verse ensombrecido de aquí a tres años, mientras que ahora lo hubiera dejado en todo lo alto. Había razones para que Sánchez estuviera tentado de dejarlo”.
Previsión electoral en Cataluña
“El galimatías que vamos a tener el lunes por la mañana va a ser notable, porque ni por el lado del independentismo ni por el lado del progresismo, que son los dos ejes que todo el mundo maneja en las posibilidades de formar gobierno, va a estar clara la cosa. En el independentismo, no está claro que Esquerra o la CUP estuvieran dispuestos a apoyar una mayoría donde estuviera Aliança Catalana y la suma de los progresistas no parece nada sencilla. Creo que en la realidad de los números que tenemos a día de hoy, si se confirma en las urnas, lo que va a ganar es el racismo, la xenofobia, porque las organizaciones que van a crecer más van a ser aquellas con un discurso sobre la inmigración bastante duro. Estoy pensando en el ascenso de Vox, estoy pensando en Aliança Catalana, estoy pensando en Junts y estoy pensando en el PP”.
Repetición electoral
“Me parece de una frivolidad pasmosa que se hable en estos términos, porque la experiencia reciente en España es que cada vez que repites elecciones hay unos pequeños ajustes en los resultados. Se convoca la repetición electoral para que las sumas cambien, para que tú puedas pactar en otros términos y la experiencia que hemos vivido aquí es que las sumas son las mismas. Es decir, estás convocando al votante, devolviéndole su mandato expresado en las urnas para que lo vuelva a pensar y vuelva a expresarse. Y el votante te vuelve a expresar que las mayorías son las que había dicho, con lo cual una repetición electoral sería una falta de respeto hacia los ciudadanos. Es el votante, emite su mandato y ustedes se las tienen que arreglar con el mandato”.
Xenofobia en campaña
“Una de las cosas que Junts se esforzó en negociar con el Gobierno es que querían tener las competencias de inmigración en la Generalitat. Creo que tiene que ver con músicas que no proceden de aquí. Estamos bailando una música continental que tiene mucho que ver con que hay elecciones europeas en las que el asunto inmigración es central, precisamente muy relacionado con la centralidad que tiene la ultraderecha. España es un país que no se puede poner muy flamenco con la recepción de inmigrantes, porque las familias de muchos españoles han hecho su fortuna en Centroeuropa o América a base de irse a picar piedra, en el sentido de trabajos que no querían los nacionales. Creo que hemos importado un tic continental europeo y que por alguna razón en Cataluña está teniendo particular suerte este argumento”.
El fenómeno de la inmigración en Europa
“Igual yo soy muy de desdramatizar, pero hay un elemento muy fariseo. Todas las potencias europeas que durante el colonialismo someten a la mitad del planeta para extraer recursos y, supuestamente, para civilizar desde la superioridad moral y política de Europa occidental, ahora se sorprenden de tener en sus fronteras un montón de gente procedente de países que fueron sus colonias. En términos históricos es un movimiento pendular de una justicia extraordinaria. No sé si tenemos mucho derecho a queja en Europa después de lo que hemos hecho en América, en Asia y en África durante los siglos del XVI al XX. Y aquí está muy marcada la aporofobia: no queremos que vengan menesterosos a intentar ganarse la vida, pero sí los grandes capitales de América Latina a quienes se facilitaba la nacionalidad”.
Filtraciones en el caso del novio de Ayuso
“En un marco tan envenenado como el que tiene que ver con la justicia, cualquier juego sucio sirve. El caso por el que se ha puesto en la picota al Fiscal General del Estado, el asunto de Ayuso y las operaciones de su pareja en relación con la privatización de la sanidad en Madrid y la posesión de bienes inmuebles, etc, sobre si ha habido filtraciones desde la Fiscalía a los medios, me parece un poco hipócrita. La cosa sustantiva es que este señor confesó sus delitos por escrito y ya vino un esfuerzo por generar ruido en torno al asunto. La mayor parte de los jueces de la Audiencia Nacional y del Supremo, por lo menos de los más conocidos, hablan y filtran a diario a la prensa las historias que tienen entre manos. Que los periodistas tengan acceso al auto de algo que está bajo secreto de sumario no es porque nosotros seamos la CIA”.
Consejo General del Poder Judicial
“El tipo de mayoría reforzada para renovar al Consejo del Poder Judicial está pensado para el bipartidismo, para que el partido ganador tenga que contar al menos con otro. Ahora, como no hay mayorías absolutas, cualquier movimiento requiere de varias voluntades, requiere sumar varios partidos. Las cosas son funcionales a su momento y si luego esa rebaja de la mayoría creada provoca anomalías de funcionamiento, se puede volver a corregir. Las leyes no son las tablas de Moisés. Independientemente del programa del Consejo General, habría que tomar medidas para mover un poco las lentejas, porque todo esto se está pegando al cazo, aprobar la paridad obligatoria de género en las grandes, las altas magistraturas del Estado y a largo plazo, claramente modificar el acceso a la carrera judicial”.
Espacio a la izquierda del PSOE
“Están atravesando un momento de crisis potente a la interna. El sentido de la existencia de Sumar era superar, rectificar o coser la diáspora que había provocado Podemos en el último tramo de su trayectoria. Podemos nace como un partido de aluvión que recoge un montón de voluntades de diferente naturaleza y procedencia y las aglutina en una marca electoral y su tramo final de existencia es todo lo contrario. Es una diáspora permanente. Sumar se crea como un espacio de reconciliación. Se trata de que nos reunamos otra vez los que estábamos, todas las sensibilidades que estábamos en el origen. Ha sido un éxito que se ha ido debilitando. Primero por la batalla con Podemos, que decide que su gran enemigo es Sumar. En un invierno pierden casi un millón de votos en expectativa de los sondeos”.
Situación de Sumar
“Con Podemos absolutamente divorciado y con expectativas de voto modestas, en torno al medio millón, hay que ver si Sumar puede recoger todo el resto y mantenerlo unido, pues es la medida de su éxito. No es fácil porque las organizaciones son disímiles, porque Sumar ha tardado muchísimo en conformarse de forma orgánica. Tanto que creo que ha agotado la paciencia del resto de formaciones que participan con ellos. Todas esas insatisfacciones se han visto en la elaboración de la lista de europeas, que ha sido una batalla campal. En todo caso soy extraordinariamente pragmático y funcional. Manda el elector y si no lo consigue y se hunde no tengo ninguna duda de que aparecerá algo que ocupará ese lugar. El espacio que Podemos arrebató a la socialdemocracia nunca ha vuelto al PSOE”.
Pablo Iglesias
“Revienta el modelo bipartito. Consigue convertirse en vicepresidente y formar parte del que ha sido el gobierno más funcional de la democracia en España. A lo mejor un epílogo mal escrito estropea un gran relato que por sí mismo se había cerrado en todo lo alto. Una trayectoria muy virtuosa y relevante para transformar la política de este país. La política la gobierna la demanda y Pablo Iglesias es la expresión de una tensión social que quiere algo concreto y que encuentra en él la persona para vehicular eso hacia el poder. Hasta el día que se va a su casa es una carrera llena de aciertos. Tiene un arrojo político como hemos visto pocas veces y es un erudito histórico. Luego, en el momento en que se va y decide que quiere mandar sin mandar, desde un oráculo donde predica, no se ha hecho ningún favor a sí mismo ni a su organización política”.
Feijóo
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“Entiendo las cosas que hace, pero al final no se ejecuta bien esto de que de repente se comporta como un moderado y de repente como un ultraderechista. Sus giros responden a este tipo de objetivos tácticos que están bien pensados y que de hecho le saldrán bien, sospecho. Pero al final la sensación es que nunca es brillante en la ejecución de los planes. No es un señor con una gran retórica, transmite bastante sensación de falta de consistencia. Prácticamente lee hasta los chistes en los mítines. Creo, sin exagerar, que la derecha no gobierna en España por la última semana de campaña de julio que hizo Núñez Feijóo. Pero tiene posibilidades de gobernar porque, como el mercado es de demanda y no de oferta, la calidad del líder no condiciona tanto los resultados y la demanda existe”.
Máquina del fango
“La televisión generalista sigue siendo el principal generador de humores sociales. Creo que es un problema la concentración de operadores, en el extrarradio de Madrid para todo el Estado, que lo contamina y le hurta visiones sobre lo que es este país. Creo que hay que salirse un poco de la Castellana, el Bernabéu y las cuatro Torres para contemplar este país con una cierta precisión sobre lo que el país es en realidad. Y esto en el mercado de la comunicación básicamente no existe, por lo menos en la comunicación audiovisual. Todo esto rige junto a un intento de golpe blando bastante descarado en este país en el que operan de forma coordinada –lo cual no implica una conspiración– los poderes judiciales, mediáticos, económicos... Nuestro combate a esto solo puede darse desde un periodismo sofisticado, riguroso”.
El periodista Pedro Vallín, (Colunga, Asturias, 1971), combina en La Vanguardia los análisis políticos con los culturales. Predica semanalmente una videohomilía que se puede encontrar en su hiperactivo perfil de X, donde reparte estopa a diestro y siniestro. Acaba de presentar un apasionante libro que recoge sus conversaciones con el filósofo Javier Gomá. Verdades penúltimas (Arpa) expresa las posiciones, según Vallín, de “dos personas contentas, que no se sienten en el momento último de la historia en el que todo se va a echar a perder”. Su visión del descontento actual con las democracias alberga una esperanza en el presente y en el futuro. “Dado que la democracia no te da la respuesta definitiva sobre nada, sino respuestas provisionales, es una invitación a la madurez del lector, como le gusta decir a Gomá”, concluye.