'Woo, abogada extraordinaria', el atractivo de ver un mundo diferente a los demás

El éxito comercial siempre es algo relativo. Esta semana pertenece por derecho a La casa del dragón, la precuela de Juego de Tronos, que se ha convertido en el estreno más visto en la historia de HBO.

A su sombra se siguen produciendo muchos otros triunfos, como el de la serie surcoreana Woo, abogada extraordinaria, que continúa una carrera imparable en Netflix. Esta serie de 16 episodios –faltan cuatro por subir– encadena seis semanas creciendo en audiencia, fenómeno nada habitual. En la actualidad ostenta el liderazgo de series de habla no inglesa de la plataforma. La propuesta española Alba le arrebató el puesto en la semana del 18 al 24 de julio.

Una licenciada brillante y con autismo

La serie sigue la incorporación a un importante bufete de abogados de Seúl de la recién licenciada con honores Woo Young-woo, con el mejor expediente académico de su promoción y un trastorno del espectro autista.

Desgraciadamente, se trata de una situación fantástica, un unicornio en una oficina. Las personas con un grado de autismo tan significativo tienen más difícil su incorporación a puestos de importancia en el mundo laboral, especialmente en un entorno que exige numerosas interacciones personales.

Existen personas con altas capacidades y autismo a la vez, pero están sobrerrepresentadas en la ficción, como vuelve a ocurrir aquí. Existen otros títulos que abordan el autismo de forma más parecida a la de muchos afectados: As wee see it (Prime Video), Todo va a ir bien (Movistar+) o Love in the spectrum y Atípico, también en Netflix, como recogíamos en esta sección.

Un clásico de abogados con personajes encantadores

Aceptado el poco realismo de la propuesta se puede comenzar a disfrutar de ella. La serie crea un racimo de personajes encantadores con los que resulta muy fácil encariñarse desde el comienzo y a la vez funciona como una clásica serie de abogados, con un caso por episodio, y el atractivo extra de mostrar parte de la sociedad surcoreana.

En ambas facetas, la de relaciones personales y la exposición de casos ante la justicia, la serie tiene muy claro que apela a los buenos sentimientos y ese es el registro en el que sobresale. En el entorno personal se parte de una protagonista deslumbrante. A partir de ahí, un padre modélico, una amiga excéntrica y entrañable y unos colegas que van aprendiendo a valorar a su nueva compañera. Incluso un interés romántico, nada menos que el guapo popular de la oficina.

Y en lo que respecta al entorno legal, la serie tiene un enfoque más sencillo que grandes clásicos del género pero encantador y con un sentido de la justicia muy atractivo a nuestros ojos.

Conocer Corea del Sur a través de sus pleitos

Los casos que se plantean están basados en su mayoría en noticias y adaptan por tanto situaciones reales. Eso ya les concede un valor que hace que merezca verse la serie. Además se disfruta de una pequeña introducción al derecho surcoreano y a cómo se enfrenta la sociedad del país oriental a las disputas y delitos.

Pequeños apuntes de las peculiaridades de Corea del Sur se abordan en los episodios. Uno de ellos, por ejemplo, denuncia el abuso que se hace de los niños para proporcionarles un supuesto futuro mejor. Cómo algunas familias les obligan a maratonianas jornadas de estudios para que sobresalgan en sus calificaciones.

Específica de la potencia asiática es también su relación con la mitad norte de la península, de la que les separa la frontera más desigual de todo el planeta. Woo muestra los prejuicios de parte de la sociedad hacia los desertores norcoreanos que buscan adaptarse en un país hermano pero tan distinto.

El brillante y divertido 'momento eureka'

Se denuncia la corrupción, el abuso de los poderosos, se buscan resquicios para que la ley no se quede en las apariencias y funcione verdaderamente como correctora de injusticias. Y se hace con un divertido uso del momento eureka.

Se incluye el interesante juego moral de cualquier propuesta de abogados. Se conocen las motivaciones de una parte, de la otra, los puntos débiles de ambos, pero en Woo no falta el chispazo estelar en el que la protagonista encuentra un enfoque original que transforma el planteamiento del caso. Se realiza con oficio, variando en cada ocasión, con sorpresas y nuevos hallazgos y con recursos visuales que ayudan a comprender la mente de la protagonista.

Representación de la discapacidad

Se esfuerza la serie también en corregir su propia excepcionalidad a la hora de acercarse a la discapacidad. En ese sentido resulta elocuente el tercer episodio. En él, un joven con un grado muy incapacitante de autismo es acusado del asesinato de su hermano.

Los padres de los chicos sienten rechazo ante la abogada y le explican que conocer a una autista tan adaptada como ella reabre heridas y les angustia comparar lo que otros logran con lo que su hijo no podrá disfrutar nunca.

Aún otro episodio aborda el consentimiento sexual de una joven con discapacidad intelectual y la serie profundiza en la individualidad de cada persona afectada por algún trastorno neurológico o mental y la dificultad de hablar de ellos como colectivo.

La búsqueda de una justicia reparadora es universal

Se lucha también contra la corrupción política y en general del poder. Por el mismo motivo se busca un lugar para la protagonista a salvo de manipulaciones y discriminación. Ese sentido de la justicia, la reparación de las víctimas y la inclusión dotan a su moral de un carácter universal que está haciendo que triunfe en gran parte de Asia o en muchos países sudamericanos.

Varias veces se verbaliza expresamente el meollo de la serie, David contra Goliat, ahí reside su principal atractivo. Por eso perdonamos que la protagonista no represente a una discapacitada verosímil. En realidad se trata de una superheroína de la discapacidad, capaz de vencer cualquier obstáculo. Inspira más que refleja la realidad.

Éxito arrollador en Corea

En Corea la serie se convirtió en un fenómeno antes incluso de su emisión en Netflix. La cadena de cable ENA, en la que comenzó emitiéndose, multiplicó sus datos exponencialmente a lo largo de sus episodios. Partía de una audiencia en torno al uno por ciento, y de ahí consiguió convertirse en éxito. La serie alcanzó en sus episodios más vistos el 17,5% de la audiencia del país, superando a las más potentes emisoras convencionales terrestres.

Y su influencia continúa. La abogada protagonista tiene un área de interés muy específica, como les ocurre a muchas personas con autismo, de la que no sabe parar de hablar. En su caso se trata de las ballenas, seguidas de cerca por los delfines. Su denuncia de que ambas especies mantenidas en cautividad viven muchos menos años que si permanecen libres ha contribuido a la planificación de puesta en libertad de todos los delfines cautivos del país por parte las autoridades y se está analizando en el caso más complejo de las ballenas, según recoge el diario etoday.

La serie es una derivada de la película de 2019 Innocent Witness, en el que una joven con trastorno del espectro autista debe testificar en un caso de asesinato. Los directivos de la cadena ENA se acercaron a la guionista del film, Moon Ji-won, y le preguntaron si se podía convertir a aquel personaje en abogada.

Puede repetirse el ciclo de la serie `The good doctor´

Moon Ji-won entendió el encargo y creó un nuevo personaje con personalidad y un mundo propio. Los directivos de ENA ya cuentan con ella para una segunda temporada y van a realizar un musical a partir de la serie. También se está valorando la posibilidad de una versión norteamericana. Probablemente haya influido el caso de The good doctor, con un protagonista también con autismo, también con altas capacidades y médico. Esa serie es una versión de una ficción surcoreana. Se puede repetir el ciclo.

La representación gestual de una persona con autismo constituye otro reto de la serie, y no menor. La guionista Moon Ji-won afirma haber disfrutado documentándose sobre el autismo y varios elementos habituales de los comportamientos de estas personas están recogidos en la abogada.

El uso de auriculares con supresión de ruido ayuda a muchos afectados por el autismo a reducir la sobreestimulación sensorial que les abruma. Los movimientos estereotipados, la dificultad de establecer contacto visual, cierta torpeza o las manías con el orden o la comida son habituales y se presentan en la protagonista.

Una protagonista que dudó si acepar el papel

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La actriz que la interpreta, Park Eun-bin, dudó mucho si aceptar este personaje porque no quería tener un impacto negativo en la comunidad. Su forma de componer a WooYoung-woo ha sido a través de la teoría. Ha leído sobre el tema y no ha querido ser imitadora de ninguna persona en concreto.

El resultado es bailarín. Su voz consigue evitar la emocionalidad al hablar, su rostro expresa elocuentemente la búsqueda de respuestas y sus manos la tensión, con coreografías dignas de Pina Bausch. Pero esos pies a veces están a punto de rebasar en saltitos a los de Lina Morgan en sus revistas.

Sin ser perfecta, Woo combina la amabilidad con la reflexión y la divulgación y permite ampliar nuestro horizonte, tanto de las variaciones neurológicas como de sociedades tan lejanas a la nuestra como la surcoreana. 

El éxito comercial siempre es algo relativo. Esta semana pertenece por derecho a La casa del dragón, la precuela de Juego de Tronos, que se ha convertido en el estreno más visto en la historia de HBO.

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