Premio Cervantes
Poniatowska, voz en español de los oprimidos

Enfundada, cumpliendo su promesa, en un colorido vestido mexicano, rojo intenso y amarillo oro, con sus finos encajes a los pies, Elena Poniatowska, la princesa polaca Hélène Elisabeth Louise Amélie Paula Dolores Poniatowska Amor, ha sido hoy coronada reina de las letras en español. Unas mujeres oaxaqueñas le habían regalado el traje con la condición de que ella lo portara cada vez que recogiera un premio. Y así ha sido en este 23 de abril, jornada de entrega del Cervantes en Alcalá de Henares, cuna del literato.
La risueña mujer de la brillante vestimenta ha sido, además, la primera en subirse al estrado del paraninfo de la universidad, aunque a estos honores de estreno ya estaba acostumbrada, habiendo sido la primera mujer en recoger el premio nacional de periodismo en México. Del Cervantes, ha sido la cuarta en ser condecorada, frente a 35 hombres desde 1976. Las otras que le precedieron, María Zambrano, Dulce María Loynaz y Ana María Matute, por diferentes razones cada una no acudieron a la entrega.
A las mujeres, entre otros reconocimientos, ha dedicado la periodista y escritora su discurso. A algunas eminentes como Simone Weil, Sor Juana Inés de la Cruz o Leonora Carrington, pintora y protagonista esta de su biografía novelada Leonora; también otras luchadoras, como su Jesusa Palancares, personaje de Hasta no verte, Jesús mío. Pero sobre todo, ha querido Poniatowska recordar a tantas y tantas otras desconocidas, mujeres arrancadas del olvido con palabras como estas:
“Aprendí el español en la calle, con los gritos de los pregoneros y con unas rondas que siempre se referían a la muerte: Naranja dulce/ limón celeste,/dile a María/que no se acueste./ María, María/ ya se acostó/ vino la muerte/ y se la llevó, O esta que es aún más aterradora: Cuchito, cuchito/ mató a su mujer/ con un cuchillito/ del tamaño de él./ Le sacó las tripas/ y las fue a vender./ ¡Mercarán tripitas/ de mala mujer!.
“Todavía hoy se mercan las tripas femeninas. El pasado 13 de abril, dos mujeres fueron asesinadas de varios tiros en la cabeza en Ciudad Juárez, una de 15 años y otra de 20, embarazada. El cuerpo de la primera fue encontrado en una basurero”.
Los sin voz, los oprimidos, han sido, en efecto, no solo el centro de atención del discurso de Poniatowska (París, 1932), sino de su obra periodística y literaria, concentrada en 40 libros (incluidos ensayos, novelas, biografías y obras de teatro) y miles de artículos periodísticos, una carrera que comenzó en el rotativo mexicano Excélsior, para el que, en su juventud, escribía una entrevista diaria.
“Tenemos el dudoso privilegio de ser la ciudad más grande del mundo: casi nueve millones de habitantes”, ha dicho la autora de La noche de Tlatelolco. “El campo se vacía, todos llegan a la capital que tizna a los pobres, los revuelca en ceniza, les chamusca las alas aunque su resistencia no tiene límites y llegan desde la Patagonia para montarse en el tren de la muerte llamado La Bestia, con el solo fin de cruzar la frontera a EEUU”.
No ha omitido la escritora alusiones al yugo que aquel país, EEUU, tiene puesto sobre el cuello de su México y de toda América Latina, lo mismo que el poder financiero, esa alargada sombra que se cierne sobre el mundo entero. “Los que lo resisten, montados en Rocinante y Sancho Panza son cada vez menos. Me enorgullece caminar al lado de los ilusos, los destartalados, los candorosos”.
Los mexicanos que la precedieron en los honores del Cervantes -Octavio Paz, Carlos Fuentes, Sergio Pitol y José Emilio Pacheco-, así como el recientemente desparecido Gabriel García Márquez, figura que también ha sobrevolado los discursos pronunciados por el rey y Wert, han colmado, junto a su familia, presente en la sala, los agradecimientos y recuerdos de Poniatowska, que a sus 82 años ha asegurado que solo espera una cosa: “volver, volver y volver”.
Los anteriores premios Cervantes
2012. José Manuel Caballero Bonald
2011. Nicanor Parra
2010. Ana María Matute
2009. José Emilio Pacheco
2008. Juan Marsé
2007. Juan Gelman
2006. Antonio Gamoneda
2005. Sergio Pitol
2004. Rafael Sánchez Ferlosio
2003. Gonzalo Rojas
2002. José Jiménez Lozano
2001. Álvaro Mutis
2000. Francisco Umbral
1999. Jorge Edwards
1998. José Hierro
1997. Guillermo Cabrera Infante
1996. José García Nieto
1995. Camilo José Cela
1994. Mario Vargas Llosa
1993. Miguel Delibes
1992. Dulce María Loynaz
1991. Francisco Ayala
1990. Adolfo Bioy Casares
1989. Augusto Roa Bastos
1988. María Zambrano
1987. Carlos Fuentes
1986. Antonio Buero Vallejo
1985. Gonzalo Torrente Ballester
1984. Ernesto Sábato
1983. Rafael Alberti
1982. Luis Rosales
1981. Octavio Paz
1980. Juan Carlos Onetti
1979. Jorge Luis Borges
1979. Gerardo Diego
La última reinvención de Nicanor Parra
Ver más
1978. Dámaso Alonso
1977. Alejo Carpentier
1976. Jorge Guillén