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'El Mundo' sin Pedro J. pretende alejarse del aznarismo
El Mundo comienza el lunes una nueva etapa, tras un cuarto de siglo dirigido por Pedro J. Ramírez, su fundador y quien le ha imprimido su personalidad y maneras. El nuevo director, Casimiro García-Abadillo, aseguró a la plantilla que “El Mundo seguirá siendo El Mundo” una vez que él se haga con las riendas. Pero no por ello dejará de haber cambios. De hecho, fuentes de Unidad Editorial explicaron a infoLibre que la intención es alejarse del ala más dura del PP, desligarse del aznarismo, con el que se identificaba la línea editorial de Pedro J. Ramírez.
También niegan que el Gobierno haya realizado ningún movimiento explícito para propiciar el cambio en la dirección del periódico. Lo que no obsta para que fuentes del Ejecutivo hayan mostrado su enorme satisfacción con la salida de Pedro J. Ramírez. Además, las fuentes de Unidad Editorial dejan claro que no existe ninguna conversación con Planeta o con cualquier otro grupo para la venta a corto plazo de la empresa, que además de El Mundo incluye cabeceras líder en sus segmentos como Marca, Expansión o Telva. El relevo en la dirección, recalcan, no es una operación puente para permitir a la matriz italiana, RCS, desprenderse de Unidad Editorial. Y destacan como una muestra de confianza la ampliación de capital de 125 millones de euros que acaba de suscribir íntegramente el grupo que publica Il Corriere della Sera.
Otra cosa es el medio plazo. De hecho, el propio Pedro J. lanzó una advertencia clara cuando comunicó ayer a la redacción de El Mundo su marcha: “Si se produce una fusión o venta que desvirtúe la esencia del periódico, yo sólo tengo 61 años e Indro Montanelli [insigne periodista italiano] fundó un diario [La Voce] a los 83”.
Los resultados económicos primero
Los italianos sólo exigen –lo que no es poco– a su filial española una mejora de los resultados económicosresultados económicos. Con unas pérdidas de 331 millones en 2011 y de 470 millones en 2012, la empresa ha ejecutado desde 2009 tres Expedientes de Regulación de Empleo (ERE) y un plan de bajas incentivadas, que han recortado la plantilla en 700 personas, un 35%. A partir del 1 de abril está previsto que continúen los despidos en el grupo, a tenor de las declaraciones públicas de su presidente ejecutivo, Antonio Fernández-Galiano. “Quedan flecos [del recorte laboral] y serán flecos que resolveremos a partir del 31 de marzo”, aseguró en una entrevista en El Confidencial.
A cambio, el nuevo director de El Mundo ha recibido el compromiso de RCS de que no habrá injerencias en su línea editorial y podrá hacer todos los cambios en la cúpula del periódico que considere precisos para formar un nuevo equipo directivo. En él queda descartado el nombre de Eduardo Inda, adjunto al director y habitual de las tertulias televisivas. Las fuentes de la empresa desmienten así las informaciones que le situaban como número dos de García-Abadillo.
El Gobierno dice que “no ha interferido” en la destitución de Pedro J. Ramírez
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El nuevo despacho de Pedro J.
Aún es una incógnita cómo funcionará el nuevo papel que se ha asignado a Pedro J. Ramírez en el periódico. El acuerdo con el que se ha llegado a su destitución implica que deberá permanecer dos años en El Mundo. También ha recibido una indemnización superior a los 10 millones de euros, indican las mismas fuentes. A partir del lunes ocupará el despacho que en su día fue de Carmen Iglesias, catedrática de Historia, preceptora del príncipe Felipe y presidenta de Unidad Editorial hasta 2011. Allí se centrará en el mensual La Aventura de la Historia, y escribirá su carta de los domingos. Aunque ésta ya no será la “Carta del Director” ni se publicará en las páginas dos y tres del diario como hasta ahora.
A la redacción le anunció ayer que desde el lunes se dedicará a “temas menores” que, sin embargo, “contribuyan al debate intelectual del país”. El comunicado que Unidad Editorial utilizó para anunciar el relevo en El Mundo revela que su fundador seguirá “comprometido como hasta ahora con la independencia y la objetividad en el tratamiento de la información, así como con la calidad de sus contenidos”. A sus redactores les desveló que él no quería irse y que, de hecho, no se va.